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" G É N E S I S X I "
1.- Y ERA TODA LA TIERRA DE UNA LENGUA Y DE UNAS MISMAS PALABRAS.-
Volvemos a recordar que nuestra intención no es encontrar una respuesta histórica al origen de las cosas, sino hallar los valores simbólicos encerrados detrás del relato bíblico.
No discutiremos si todas las naciones hablaban el mismo idioma o no. Pero si podemos aceptar que el consensos espiritual, era uno sólo.
En este nivel del espíritu, todos los seres humanos tienen la misma altura, se conducen de una forma similar.
Unos más elaborados, otros menos complicados, pero todos siguen el mismo principio irracional de naturaleza elemental. La manifestación del hombre en estos niveles es puramente animal, instintiva; no obedece a razones ni ideas.
No existen grandes diferencias en las características del hombre en estas condiciones.
2.- Y ACONTECIÓ QUE COMO LOS HOMBRES SEGUÍAN MOVIENDO SUS CAMPAMENTOS HACIA EL ORIENTE, HALLARON UNA LLANURA EN TIERRA DE SINAR, Y SE ESTABLECIERON ALLÍ.
La necesidad ingénita del hombre, su naturaleza evolucionante, lo empuja siempre a buscar la luz.
Este es el simbolismo de ir hacia el oriente, (salida del sol).
SINAR es de la línea de Cam. Esto lo vemos en las genealogías.
SINAR es Babilonia, que simboliza confusión. Esto tiene lugar en ese nivel espiritual.
De ahí surgen los distintos niveles de conducta del hombre carnal.
Estos son los pensamientos o sistemas que surgen del deseo del hombre de escalar a mayores alturas en sus aspiraciones del Universo.
Tal vez esto resulte altigrandioso en este nivel, pero el solo hecho de tomar el hombre una piedra y declararla una figura adorable y de poderes que son otorgados por ese camino, lo coloca muy por encima de todas las especies conocidas hasta ese momento.
Este es el primer intento del hombre en busca del poder y la gloria.
La llanura señala la condición actual, sin elevación espiritual.
3.- Y DIJÉRONSE UNO AL OTRO; VAMOS: HAGAMOS LADRILLOS Y COZÁMOSLOS BIEN. Y SIRVIÓLES EL LADRILLO DE PIEDRA, Y EL BETÚN LES SIRVIÓ DE ARGAMASA.-
La manifestación de este nivel es la obtenida de elementos de protección y de ventaja.
El ladrillo simboliza solidez del hombre a través del producto de sus manos.
La construcción simboliza formas de protección ante el futuro y las inclemencias de los tiempos.
En esta etapa del hombre sus valores espirituales no están definidos aún a cabalidad. No tienen como base una fe concreta a la cual asirse.
La actitud común es la búsqueda de protección y poder para dominar lo incierto y prevenirlo.
La actitud general del hombre es la de elevarse a la altura de Dios.
El hombre generalmente tiene la tendencia de asociarse solo para las causa malas.
Aquí se hace patente la condición de temor que tiene el hombre producto de su naturaleza animal.
4.- Y DIJERON: ¡VAMOS EDIFIQUÉMONOS UNA CIUDAD Y UNA TORRE CUYA CÚSPIDE LLEGUE A LOS CIELOS, Y HAGÁMONOS UN NOMBRE PARA QUE NO SEAMOS DISPERSADOS DE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA.-
Este es primer intento del hombre por alcanzar el cielo sin necesidad de ayuda por parte de Dios.
Esto es el simbolismo del poder absoluto e independiente del hombre.
Es el intento de entrar al paraíso sin pasar por la puerta.
Es el hombre de pecado sentándose en el trono de Dios.
Es el fruto de la tierra que Caín presentó a Dios.
Este es el simbolismo de alcanzar la eternidad y el disfrute pleno por medio de la carne.
Es el intento de eliminar la idea de la existencia de Dios como Ser Supremo.
Esta es la representación alegórica del ateísmo.
Todo esto está encerrado simbólicamente dentro de este hecho al parecer sin importancia.
El hombre se esfuerza, lucha, escudriña la forma de alcanzar los confines del Universo. Sueña con conquistar los espacios infinitos. Vencer todas las enfermedades. Eliminar todas las prohibiciones y leyes que le impiden hacer su voluntad.
Sencillamente sueña con ser el Dios de la creación y dominar todos los elementos para hacerse un paraíso en la tierra.
El hacerse un nombre significa el crear una forma de conducta o un cúmulo de cualidades definidas que sean las indicadas para alcanzar este propósito de una manera establecida nominalmente.
5.- Y EL SEÑOR DIOS DESCENDIÓ PARA VER LA CIUDAD Y LA TORRE QUE EDIFICABAN LOS HIJOS DE LOS HOMBRES.-
El descenso del Señor Dios simboliza el tener acceso al conocimiento de las cosas de Dios. Tener conciencia de su presencia. Recibir conceptos de elevación espiritual que en momentos de lucidez se hacen comprensibles.
Para que el error se haga manifiesto tiene que observarse comparando sus resultados con el acierto.
Esto es en definitiva un análisis de la actitud del hombre comparada con el ideal de perfección que éste persigue.
Cada vez que vemos en la Biblia un pasaje que dice: "El Señor Dios descendió" se interpreta como una forma de tomar conciencia que Dios introduce en el hombre.
Es muy importante no perder de vista el hecho de que la interpretación de la Biblia no es de índole personal. Estamos analizando al hombre no como un objeto material, sino como un símbolo, una idea, un concepto; y a Dios como una abstracción siempre más allá de lo comprensible.
De esta forma evitaremos el interpretar las situaciones acomodándolas a nuestras aspiraciones y conveniencias.
La aspiración de cada hombre personalmente, es buscarle un sentido a la vida de manera que al final encuentre la fórmula que le gratificará plenamente, otorgándole un disfrute total de todo a lo que aspira.
Éste es, precisamente, el simbolismo de la Torre de Babel.
Esto solo ha logrado la confusión de ideas y religiones múltiples, donde cada una de ellas "garantiza" como "verdadera" la entrada al cielo a través de la torre que ellos aseguran haber levantado.
6.- Y DIJO EL SEÑOR DIOS: HE AQUÍ EL PUEBLO ES UNO, Y UNA MISMA LENGUA TIENEN TODOS ELLOS; Y ESTO ES LO QUE HAN COMENZADO A HACER; AHORA PUES, NADA LES SERÁ ESTORBADO DE TODO CUANTO INTENTAN HACER.-
El hombre, en su condición animal, carnal, es el mismo siempre.
Solo tiene una aspiración. Como si fuera una condición natural, alcanzar el paraíso de placeres terrenales. Todo intento lo hará en ese sentido; no literalmente visto, pero sí a nivel inconsciente.
Sus aspiraciones "naturales" son disfrutar de un paraíso terrestre.
Ahora tenemos un pasaje, al parecer sin importancia, pero que tiene una trascendencia enorme: "Nada les será estorbado de cuanto intentan hacer". Esta es la respuesta a la eterna pregunta que todos se hacen: ¿Cómo Dios permite que todas las desgracias pasen?
Está establecido que lo perfecto es el balance armónico de los elementos negativos y los positivos en un perfecto equilibrio compensado.
El árbol del bien y del mal es uno de los componentes del Edén.
Es la fórmula de salida, así como la de entrada al paraíso o estado de perfección.
Fue colocado allí, simbólicamente por Dios, así como la tentación de comerlo representado simbólicamente por la serpiente de la tentación.
Elementos simples y controvertibles que aparecen al principio de la narración bíblica, para que el hombre los analice de acuerdo con su estatura espiritual. Unas veces como un niño mentalmente, otras como adulto intelectualmente. Unos más simples lo analizarán literalmente; otros a quienes esto no basta, lo analizarán parabólicamente desde puntos de vista más elaborados; pero todos para alcanzar la perfección que se espera del hombre al final del proyecto que Dios ha elaborado para sus planes Supremos, más allá de la capacidad interpretativa del hombre.
7.- ¡VAMOS! DESCENDAMOS Y CONFUNDAMOS ALLÍ MISMO SU LENGUA, DE MANERA QUE NO ENTIENDAN EL UNO EL HABLA DEL OTRO.-
Este pasaje comúnmente es interpretado literalmente como el momento en que el hombre adoptó la diversidad de lenguas partiendo de un idioma común a todos.
La historia pierde la huella en el pasado y no sabemos si algún día podrá encontrar el camino hacia la verdad.
Nuestra búsqueda
No es material tomando el sentido literal de las frases contenidas en la escritura, sino buscando el mensaje simbólico oculto detrás de los acontecimientos.
No es difícil entender que a medida que el hombre experimenta más conductas, más controversias han de surgir.
Las lenguas o idiomas representan, simbólicamente, conductas, filosofías religiones, etc.
Cada manera de ver la vida, tiene un significado diferente. Los hombres tienen una lengua común, no por la manera en que hablan o por el idioma que usan, sino por la manera en que piensan y ven la vida.
Dos personas se comprenden mejor por medio de sentimientos comunes, aunque sean de países diferentes, de distintas razas o idiomas distintos, que, hasta a veces, dos personas que viven bajo el mismo techo y hasta la misma cama, que no se entienden espiritualmente.
En la interpretación simbólica, los países, los pueblos, las islas, etc., son características comunes de actuaciones afines.
No es difícil entender que un músico de un país comprenda a un músico de otro país, a quien nunca ha visto, pero que siente lo mismo que el otro al interpretar su música.
O un vicioso de drogas, donde quiera que vaya, buscará a los suyos, a los que le entienden y piensan igual que él. De la misma, manera un pintor, un atleta, etc.
Cada manera de ver la vida crea su comunidad en los niveles del espíritu, donde los que viven según la carne son de la carne y los que viven según el espíritu son del espíritu.
El género humano crea divisiones, forma legiones, agrupa sectas y toma partidos, dentro de la escala espiritual que profesa.
Esta es la confusión de lenguas que simboliza la torre de Babel.
Éste es el primer termómetro del espíritu, por definirlo de alguna manera.
Nuestro patrón de conductas es el resultado de los ejemplos que copiamos de nuestro alrededor desde que nacemos hasta que morimos, de acuerdo con el medio en que nos desarrollamos.
Somos, como dice la Biblia, un vaso en que se va "depositando" una mezcla que va cambiando y definiéndose a instancias de lo que se le añade, con "el pan cotidiano".
La realidad no es lo que somos, sino lo que nos hace "SER".
Esto es difícil de entender y mucho más difícil de aceptar:
"No somos un ente individual". Somos solo partes de algo "superior a nosotros" a lo cual pertenecemos sin percatarnos a cabalidad.
Todas las células de un cuerpo parecen existir de una forma independiente, pero cada una de ellas tiene una función y una característica individual; pero "todas", sin excepción, pertenecen al mismo cuerpo y lo conforman. Lo mantienen o lo destruyen dependiendo de su actitud.
Nosotros, "espiritualmente", somos componentes de "el hombre", al cual escenificamos "comúnmente" por medio de los hombres en su ejemplarización "individual".
La materia que animamos, es solo el medio de manifestación que está siendo constantemente movido por una "razón superior" e incomprensible a nuestros sentidos.
La naturaleza exige de acuerdo con las necesidades del medio.
No hay flores en el polo norte en medio de las frías estepas, ni flotan icebergs en las cálidas aguas del trópico. Todo responde a un medio de exigencias que le hace "ser" lo que es.
Las células del ojo tienen una función, y las del olfato, otra.
Cada una compone una parte del cuerpo "común" que las nutre y sostiene.
Nosotros somos, lo que "el hombre" nos hace ser.
"NO SOMOS INDEPENDIENTES".
Aún nuestras rebeldías, son nuestro aporte a la fisiología del espíritu del cual tomamos, y a la vez aportamos, nuestra conducta.
Partiendo de esta base, se hace más comprensible este pasaje de la confusión de lenguas, que luce tan simple y fantástico a primera vista, pero que arroja tanta luz a los que lo pueden captar, en este mundo, al parecer, erróneo. Donde existe tantas convulsiones y guerras con violencias inexplicables, producto de las distintas "lenguas", simbólicamente.
Amor, guerra, paz, odios, etc., tienen distintos sonidos de acuerdo al idioma físico de cada país; pero significan lo mismo de acuerdo con el sentimiento humano.
No importa donde se encuentre o se diga: África, Europa, América, o Asia; se siente lo mismo en cada uno de esos sentimientos.
Este es el lenguaje de la conducta que divide o agrupa a los hombres.
No tiene valor lo que decimos, sino lo que hacemos.
A este nivel, el lenguaje del espíritu tiene sus afinidades y sus comprensiones , así como sus aversiones incomprensibles.
Uno es el hijo de la carne; otro el hijo del espíritu.
8.- Y ASÍ EL SEÑOR DIOS LOS DISPERSÓ DESDE ALLÍ SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA; Y CESARON DE EDIFICAR LA CIUDAD.-
La actitud común a la carne de alcanzar el cielo sin la ayuda de Dios empezó a manifestar discrepancias de acuerdo con la manera de sentir cada filosofía.
Podemos usar el refrán que dice: "Todo es según el color del cristal con que se mira".
Las distintas maneras de pensar, las diversas filosofías, crean distintas ideologías originando variadas sectas y divisiones.
Esto hace que cada grupo edifique por su cuenta y luche por demostrar su sistema como el mejor y el más positivo. Porque si el uno triunfa, significaría que el otro está errado.
Esto está gráficamente expresado en el simbolismo de la dispersión de Babel, señalando el cese de la búsqueda común motivado por los deseos de la carne representado por la torre de Babel.
9.- POR TANTO SE LE DIÓ EL NOMBRE DE BABEL; PORQUE ALLÍ CONFUNDIÓ EL SEÑOR DIOS LA LENGUA DE TODA LA TIERRA; Y DE ALLÍ LOS DISPERSÓ EL SEÑOR DIOS SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA.-
Babel, traducido, significa "confusión". Simbolizando el individualismo.
Cada interpretación de la vida significa una lengua distinta. Son los idiomas del espíritu que forman legiones. Cada una diferente a la otra.
De esta confusión surge la dispersión que cada día crece más y más creando nuevas religiones e ideologías que divide más y más al hombre.
Cada grupo se sitúa de acuerdo con su manera de ver las cosas.
Esta será Babilonia, la gran ramera, como la llamarán después.
Es el sentir general que fornicó con todas las filosofías y conceptos mundanos.
Al interpretar simbólicamente los pasajes de todas las historias, vemos un sabor de continuidad ininterrumpida en toda la Biblia.
Aclarándose en unos pasajes las dudas que existen en otros. Eliminando, así mismo, la vigencia de algunos conceptos con la introducción de otros de mayor y cercanía a Dios.
Podrán reunirse todas las naciones del mundo bajo una sola bandera; pero la confusión de lenguas ideológicas, que son las diversas maneras de ver la vida, cada vez serán mayores, de acuerdo con las aspiraciones y deseos de cada ser humano en sus ansias de reposo espiritual; buscado inútilmente por medio de la carne y el placer del cuerpo.
10.- ESTAS SON LAS GENERACIONES DE SEM; SEM ERA DE EDAD DE CIEN AÑOS CUANDO ENGENDRÓ A ARFAXAD, DOS AÑOS DESPUÉS DEL DILUVIO.-
Ahora dan comienzo las genealogías que constantemente veremos, las cuales señalarán la ruta que ha de seguir la condición mesiánica, diferenciándola de todas las demás.
Este es el reclamo bíblico de que Israel no debía mezclarse con ninguno de los pueblos que le rodeaban, a fin de establecer quien debía alcanzar la tierra prometida en definitiva. Esa tierra que se dice fluye leche y miel, símbolo de enseñanza y paz.
De Seth, sustituto de Abel, no de Caín, procede Noé-
A la muerte de Caín en el diluvio, Sem, Cam y Jafet son las líneas genealógicas a seguir.
SEM: El primogénito, la semilla mesiánica.
CAM: Que vio la desnudez de su padre sin cubrirla, ocupando por ello, el lugar de Caín. Esto por supuesto en términos simbólicos.
JAFET: Que se hizo aliado de Sem, ayudando a cubrir la desnudez del padre.
La genealogía de Sem, es el factor primordial de la Biblia.
Marca el sendero del hombre en su ascenso a través de Israel hasta la tierra prometida, Jerusalén, la de arriba..
De aquí surgirá la nueva especie de los HIJOS DE DIOS.
El hijo de la carne es el que viene por los cánones regulares del contacto carnal entre varón y hembra.
Pero lo que se va a depositar como espíritu "director" de su obras dentro de él, lo determinará el medio de influencias en que éste se desarrolle tomando los ejemplos o enseñanzas que le rodean.
Hay que tener en cuenta esto bien claramente para entender el nacimiento del espíritu que será la nueva criatura que se pide debe nace en el lugar donde tiene que morir el hombre de pecado.
Éste será el fundamento de los hijos de Dios.
No a través de la carne, sino por medio del espíritu, la DIRECCIÓN que se siga.
De Sem, por la línea genealógica, llegaremos a Abraham y a Nacor, de donde se desarrollará todo el proceso bíblico hasta llegar a ser hijos de Dios, por medio de ese espíritu.
Esas son las enseñanzas establecidas como luz del mundo, el camino hacia la tierra prometida espiritualmente.
EN LOS VERSÍCULOS DEL 11 AL 28 TENEMOS UNA LÍNEA GENEALÓGICA DETALLADA DESDE SEM, HASTA ABRAM Y NACOR.-
Esta es una comprobación del camino de la fe, establecido para diferenciar la condición del hombre con formación carnal, y al hombre con condición del cuerpo espiritual.
Todas las edades que se detallan en esta genealogía son para demostrar que éste fue un proceso de muchas etapas y evoluciones hasta llegar a Abraham, donde encontramos el paso definitivo hacia la fe en el Señor Dios.
Las etapa del hombre en ascenso se alcanzan de fe en fe.
Cada nuevo paso es una nueva forma de fe, cada vez más elevada y depurada, acercándose a la pureza y altura de Dios en espíritu.
29.- Y TOMARON ABRAM Y NACOR PARA SÍ MUJERES; EL NOMBRE DE LA MUJER DE ABRAM ERA SARAÍ; Y EL NOMBRE DE LA MUJER DE NACOR, MILCA, HIJA DE HARÁN, EL PADRE DE MILCA Y PADRE DE ISCA.-
Abram y Nacor son dos conceptos que proceden de la misma fuente de fe: NOÉ.
Ahora la línea genealógica comienza a manifestarse.
Saraí, que significa princesa mía, es descendiente de la corriente de Sem. Esta es la ley que Abram va a escenificar o "conocer".
Siempre veremos las genealogías partiendo del hombre y no de la mujer.
Hemos visto que el hombre simboliza concepto, idea. La mujer representa ley, fundamento, medio donde se pone en práctica las ideas.
Lo básico y fundamental es el concepto que sirve de base para poner en práctica una idea.
Un concepto y su ley van estableciendo la continuidad de nuevos conceptos (hijos), o leyes (hijas). Por eso en la Biblia veremos que toda la importancia está centrada en el hombre. Esto no es como una forma de discriminar a la mujer en importancia, sino como la forma de mostrar simbólicamente los procesos de los conceptos representados como el hombre; o una idea que ha de ponerse en práctica por medio de unas leyes, que son la mujer, donde se ha desarrollar dicha idea para ver los resultados que esto arroja, (los hijos), para el logro de alcanzar la perfección que señala la tierra prometida o reposo del Señor Dios.
Veamos si se puede entender ahora esto: Cuando vemos a los profetas hablando de la virgen, ello simboliza que el medio Israel, que es la virgen, donde se ha de desarrollar la idea de Dios, considerado como el esposo, la engendrará, por medio de su Espíritu Santo, para que esta, conciba el "hijo de Dios"; el hombre espiritual concebido como imagen y semejanza perfecta de Dios.
Esta es la ruta de la conciencia del hombre; su elevación hacia mejores niveles.
Estos términos, que al principio parecen simples y sin importancia, son tratados posteriormente por lo profetas como símbolos. Ellos los manejan con tanta liberalidad que hace que parezcan incongruentes y fantasiosos en sus relatos.
Por eso veremos a Israel como una virgen, y a Babilonia como una ramera.
Como se ha convertido en ramera la ciudad fiel. (Is 1;21).
Mas tu has fornicado con muchos amantes; sin embargo, vuélvete a mí dice el Señor Dios. Jer 3;1.
¿Podrá acaso una virgen olvidarse de sus adornos, o una novia de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de Mí. (Jer 2:32)
Y así continúan usando estos simbolismos.
Así podremos ver claramente que estos personajes no deben ser vistos como personas reales, ni podemos tomar su conducta desde el punto de vista histórico; sino que deben verse como si fueran conceptos y leyes que arrojan resultados determinados de acuerdo con su base y procedencia genealógica.
Así, Noé es un concepto de abstinencia.
Abraham es un principio de fe inquebrantable.
La serpiente es la tentación del pecado.
Jacob, el símbolo del hombre luchando contra sus instintos y pasiones para convertirse en Israel, etc., etc.
Cada pasaje bíblico tiene interpretaciones simbólicas cuyo significado es completamente diferente al de su valor literal.
Y esto es lo que estamos persiguiendo con esta interpretación simbólica de todos los pasajes bíblicos, hasta encontrar el fondo escondido detrás de la forma. Encontrar la verdad que yace detrás del símbolo escondida como un hecho simple y sin importancia. No visible al ojo simple, acostumbrado a la leche espiritual y no al manjar sólido para crecimiento del cuerpo espiritual.
30.- MAS SARAÍ ERA ESTÉRIL, NO TENÍA HIJO.-
Siempre veremos la intervención de Dios en los momentos de cambios importantes. Saraí era estéril. Esto significa que la línea de Sem estaba detenida en ese punto. La corriente de prolongación no podía continuar su acción evolucionadora para alcanzar su finalidad.
La unión de Abram y Saraí no daría fruto y la corriente de Sem se desvirtuaría ; nada saldría de esta unión.
Esterilidad significa "no continuidad".
El curso de los acontecimientos solo llegaría hasta aquí ya que no se producirían ejemplos de interpretación futura en estos caminos.
La descendencia del hombre solo partiría de Cam.
No habría Jacob, Isaac, Moisés, los profetas, etc., ni la esperanza de encontrar el camino hacia la tierra prometida, donde la esperanza mesiánica para redención del género humano se perdería.
31.- Y TARÉ TOMÓ A ABRAM SU HIJO, Y A LOT, HIJO DE HARÁN, EL HIJO DE SU HIJO, Y A SARAÍ, SU NUERA, MUJER DE ABRAM SU HIJO; Y SALIERON JUNTOS DE UR DE LOS CALDEOS, PARA IR A LA TIERRA DE CANAÁN. Y LLEGARON A CARÁN Y HABITARON ALLÍ.-
La raíz santa, representada hasta ese momento por la ejemplarización de Taré, se movió hacia el nivel espiritual de Canaán.
Aquí se produce un cambio de niveles descendiendo de Taré a los niveles de Caín con toda su corriente a cuestas.
Esto es el simbolismo de que en ese nivel, representado por la conducta Caín, se produciría el cambio de la conducta del hombre.
Esta tierra de Canaán será posteriormente la tierra prometida. Porque es necesario que el hombre pase por todas sus características animales y las combata antes de alcanzar su grado superior.
El hombre deberá experimentar todos los errores de su naturaleza animal antes de escalar los niveles de la nueva especie mesiánica.
Es necesario tener presente en todo momento que cada vez que se menciona la tierra de Canaán, debemos interpretar estos como el nivel espiritual de la corriente de Caín, que vive en el alma del hombre en tanto que este lleve a Dios "el fruto de sus manos", que es la conducta instintiva producto de sus deseos en lugar del cordero simbólico de mansedumbre y honra a Dios.
Con estos símbolos en mente, no es difícil seguir la pista del Mesías, que es el grado espiritual señalado por Dios para el hombre.
Cuando el hombre está movido por el Espíritu de Dios, esto es, que sigue los ejemplos de sus hombres señalados, y pone en práctica sus mandamientos, está siendo por la naturaleza mesiánica redentora.
Este Mesías, no es posible ser visto por los que no lo buscan dentro de la palabra de Dios; porque no es un hombre, sino "EL HOMBRE" en su verdadera expresión lo que se busca alcanzar. Es la manifestación del hombre perfecto, que está siendo ejemplarizada, "paso a paso", de fe en fe por los hombres ejemplares escogidos de antemano para mostrar estas conductas conducentes a la perfección.
Hay reflejos del Mesías en Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, etc., etc.
Cada uno de ellos tiene una de las piezas del "rompecabezas" humano.
Cada uno de ellos tiene en sí una parte del Mesías, que será visto cuanto todas las piezas estén armadas y reunidas, porque todavía se está escenificando la conducta Caín en el hombre impidiéndole su plena manifestación pura.
La tierra de Canaán sigue siendo hasta el presente, "el mundo"; viviendo en el espíritu del hombre, hasta que nazca "LO MESÍAS" en el corazón del género humano; no como un animal más entre las especies, sino como la especie humana, como fue creada originalmente en la idea que Dios presentó antes de la fundación del Universo representativo de su creación.
32.- Y FUERON LOS DÍAS DE TARÉ DOSCIENTOS CINCO AÑOS; Y TARÉ MURIÓ EN CANAÁN.-
En este nivel terminó la vigencia de Taré.
Desapareció sin más huella que la de haber engendrado a Abram y dejarlo en Carán; en la tierra de Canaán.
El no fue ningún ciclo, pero fue el instrumento seleccionado para concebir a Abram y orientarlo hacia las alturas que él afirmaría con su descendencia.
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