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"G É N E S I S V"
1.- Y ESTE ES EL LIBRO DE LAS GENERACIONES DE ADAM. EL DÍA EN QUE CREÓ DIOS A ADAM, A LA SEMEJANZA DE DIOS LE HIZO.-
Este es el comienzo de la escala que llegará hasta el cielo de esta etapa.
El hombre es el concepto de una especie que sustenta una naturaleza distinta a la del animal. Su característica no estará regida por el instinto o el deseo en su etapa de desarrollo evolutivo, sino por la razón.
En esta genealogía veremos la trayectoria del alma, implantada por Dios en ADAM conduciéndole a su etapa final y definitiva.
Analizaremos el alma, no como una entidad independiente que cada hombre sustenta, sino como una corriente general que el hombre puede inhalar y SER, o puede representar lo que NO ES, no manifestándola.
Tomemos como ejemplo la fuerza proveniente de varias centrales eléctricas. Entre estas hay una que toma una energía desconocida e infinita, en tanto que las otras sustentan cargas de energías transitorias.
Podríamos decir que si nuestro sistema está conectado a la energía transitoria, nuestra productividad dejará de ser efectiva y terminará la genealogía de producción de esta energía al perder su carga o tiempo de duración.
En cambio la conexión con el "alma", o corriente de Dios irá evolucionando nuestra genealogía o continuidad hasta alcanzar metas infinitas como la fuerza que la alimenta es infinita en sí misma.
A esto se refiere la semejanza de Dios, cuya naturaleza se manifiesta en nosotros a través del alma, cuyo exponente lo veremos manifestado en el hombre, paso a paso, a través de la Biblia en las "tomas de conciencia" que Dios ha ido introduciendo en nuestro ámbito a través de los hombres ejemplares que formaron la genealogía del hombre desde ADAM I, en su condición instintiva, hasta ADAM II cuya condición tiene que ser racional y espiritual.
El estudio de cada interpretación de los pasajes bíblicos, en la forma más sutil y profunda, nos irá conectando, más y más con el "alma" del hombre, que dejará de ser individual, para convertirse en una unidad: UNO en Dios, siendo un cuerpo divino, ya que la naturaleza que lo ha de animar será divina, a semejanza de Dios.
Con esta aceptación deja de pertenecer a sí, para pertenecer a ADAM II, "EL HOMBRE", formando parte de una naturaleza indivisible y unida al creador.
Como las células de un órgano no son individuales sino que su condición integral forma y compone dicho órgano haciéndolo funcionar, así, el "alma" es la condición integradora que genera el hálito de Vida que Dios sembró en el hombre.
La perfección del hombre establecida por Dios es el exponente verdadero del alma del mismo, siendo el patrón o modelo de la naturaleza humana.
NOTA: No se confunda el alma, con la interpretación individual que se le ha dado tradicionalmente, como si fuera un alma para cada hombre, con "EL ALMA" en Dios, patrón divino creado por Dios como reflejo del hombre como especie divina.
En otras palabras, el hombre no es el hombre hasta tanto no alcance su perfección representada por "EL ALMA" en Dios.
Su representación animal comienza a ser influenciada, empujada, moldeada, devastada, etc., por los reflejos procedentes de esa energía inconfundible que fue inyectada o insuflada en aquellos instrumentos que fueron ejemplos de luz inmarcesible en los personajes de la historia bíblica.
Ellos han sido los primeros destellos del alma del hombre como la idea pura de Dios.
El hombre, durante el reinado de su naturaleza animal, tiene la influencia del hálito de vida de Dios, que es la idea perfecta a alcanzarse como especie futura.
Esto, acorde con los planes de Dios, deberá consumarse en el hombre cuando lo Mesías llegue al corazón del hombre; de donde se desprende que el Mesías es el "alma" pura del hombre, ya que a través de esa puerta es que se llega al paraíso donde se halla la presencia divina.
Esta alma suprema, no es personal, ni puede interpretarse como: "SÁLVEME YO Y EL RESTO NO ME IMPORTA".
Es la corriente ingente, presente ya en estas dimensiones de tiempo y espacio, que aguarda a ser conectada con la energía divina para mostrar lo desconocido y maravilloso de Dios.
Cuando el hombre deje de ser para sí y sea para el hombre, tendrá "ALMA", el Mesías habrá llegado a su corazón y verá la tierra prometida, Jerusalén, "la de arriba".
2.- VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ, Y LOS BENDIJO, Y LLAMÓ SU NOMBRE ADAM EN EL DÍA EN QUE FUERON CREADOS.-
Esta es la presentación inicial del hombre.
Este es Adam I, el inicio de la especie en el ángulo simbólico o espiritual.
Lo vemos como el concepto (VARÓN) unido a sus leyes (HEMBRA). El símbolo y su ejemplarización. El Mesías e Israel.
¿Cuántas veces veremos a Israel como "la virgen" que no ha sido engendrada? O como la ramera que fornicó con todas las naciones.
En la Biblia este es, tal vez, el simbolismo más usado por los profetas. Porque es necesario que la mujer, o medio de manifestación, tenga contacto, reciba la simiente vivificadora para que se produzca la nueva variante de la especie, o el hijo.
Es muy importante entender este simbolismo muy claramente pues esta es la base de toda la interpretación de la Biblia.
Israel es esa virgen, que debe ser engendrada por Dios a través de su Espíritu Santo, sus mandamientos, para que venga lo mesiánico, la perfección del hombre manifestando su condición de "Hijo de Dios", nacido de Su Espíritu.
Israel es el punto culminante donde el hombre comprende la necesidad de "matar" su forma de ser "animal", luchar contra su naturaleza bestial y escuchar la voz de Dios.
Por eso veremos en la lucha de Jacob contra un varón (Gen 32:24'29), el cambio de personalidad, donde Jacob al vencer al hombre (su ego) tomó una nueva característica y se llamó Israel, que quiere decir "lucha con Dios".
"Varón y hembra": Esta es la base. La salida, la partida donde comienza el proceso evolutivo de Adam I. El proyecto a través del polvo, pues Adam significa "polvos", hasta llegar al "ungido" (recibiendo los óleos santos de la evolución) que será la criatura de Dios, "SU HIJO".
Esto resulta difícil de entender a los que siguen la doctrina de las religiones cristianas, dada las interpretaciones dogmáticas de la virgen María etc., etc., que no quisiéramos polemizar, ya que esto no conduce a nada y está señalado a ser así hasta que se alcance la altura del Espíritu Santo que concilie todas las diferencias existentes entre las distintas religiones y sus predicados.
Es indudable que los errores y los aciertos forma la característica del hombre, que debe recorrer el camino de todas sus posibilidades antes de alcanzar su perfección, entrando en la tierra prometida (Edén), paraíso; donde el hombre es representado como derivación divina.
Este es el nivel supremo de la escala del hombre, donde lo perfecto sustituirá al bien y el mal, simbolizado por el árbol prohibido colocado en la trama como vía de evolución hacia el conocimiento de la naturaleza divina que todo lo sabe; aunque en el caso del hombre, tiene que ser aspirado antes de poseerse dicho conocimiento.
3.- Y VIVIÓ ADAM CIENTO TREINTA AÑOS, Y ENGENDRÓ UN HIJO A SU SEMEJANZA, CONFORME A SU IMAGEN, Y LE PUSO POR NOMBRE SET.-
Cada personaje de la Biblia representa una norma de conducta con sus resultados correspondientes, cada uno en su etapa, de acuerdo con sus necesidades.
Como vemos hay dos actitudes a seguir.
- La regida por el alma, encaminada a la búsqueda de Dios.
- la regida por el cuerpo, dirigida hacia el disfrute del mismo.
Cada etapa tiene una duración en términos de vigencia.
Las primeras etapas tenían unos períodos largos.
Estos son los muchos años que vemos en los primeros ejemplos hasta llegar a Noé, después del cual se dice los días del hombre serán ciento 120 años.
Una cosa sí es bien clara, y he ahí el por qué de las genealogías; la descendencia del alma, que es la imagen mesiánica, va directa hasta Israel.
Al establecerse el pueblo de Israel como tal, podemos ver el resto de los pueblos de la tierra sin ningún conocimiento de estos principios ideales. Más tarde vemos como revolucionaron el pensamiento del hombre al volcarse estos principios sobre los otros pueblos por medio de la formación de las diversas religiones cristianas que los acogieron como propios.
En el resto de la humanidad no había conocimiento de estos mandamientos y ordenanzas que el pueblo de Israel recibiera por medio del instrumento mesiánico Moisés, descendiente del concepto Israel.
Todo estaba siendo fraguado en un solo pueblo, hasta que se produjo el hecho que la Biblia anunció ocurriría. "Los vástagos se extendieron sobre el muro". (Gen 49:22). "Y naciones vendrán a tu luz, y reyes a tu naciente esplendor". (Is 60:3).
Estos principios se desbordaron como una represa de aguas vivas sobre las otras naciones para lavar y cambiar todas las normas oscuras que permanecían en las sombras del hombre en su condición animal. Esto haría comenzar el Éxodo espiritual masivo del resto de la corriente humana que aún se encuentra en el desierto de su conciencia.
Todo el proceso del pueblo de Israel, los ejemplos de sus guías y luminarias, son un día plasmado en la Biblia. Un día supradimensional que marca una etapa entre las diversas etapas que se van desarrollando.
Estos son caminos a seguir para alcanzar la meta señalada de llegar a ser "Hijos de Dios".
Por eso, al desaparecer el camino del "alma" que debe conducir hacia Dios, que en ese momento era sustentado por Abel el cual fue eliminado por Caín, se abre un nuevo camino con el nacimiento de Set, de cuya corriente directa nacerá el Mesías, primogénito entre los hermanos Hijos de Dios, los nacidos por medio del Espíritu Santo transmitido de corazón a corazón.
Con relación a los ciento treinta años de Adam, podemos entender que fue una etapa de formación de este nuevo modo de ver las cosas en el alma del hombre.
De acuerdo con la numerología, se conjugaron los factores de Dios y la creación en un proceso prolongado.
El UNO, que significa Dios, y el tres, que se interpreta como tiempo de creación. Luego al ser precedido por el cero vemos que se interpreta como incógnitas, tiempo, etc.
Pero ya llegaremos a, si Dios lo permite y lo estima conveniente al análisis de la numerología.
4.- Y FUERON LOS DÍAS DE ADAM, DESPUÉS DE HABER ENGENDRADO A SET, OCHOCIENTOS AÑOS, Y ENGENDRÓ HIJOS E HIJAS.-
Cada característica de actuación tiene un período de vigencia hasta que se torna obsoleta,
Entonces una nueva forma de conducta sea abre paso eliminando las anteriores.
Nuevos conceptos, nuevas leyes se van manifestando.
Pero esto no significa que desaparezcan del mundo representado, sino que se transforman en el mundo de los ejemplos para formar parte de una escala ejemplar mas amplia.
Esto hace que los grados de actuación sean, cada vez, más avanzados dejando atrás las formas caducas que son abandonadas para darles vigencia a las más avanzadas y ya depuradas.
Una conducta toma nuevas variantes. Aparecen nuevas manera de ver las cosas.
Estos son, simbólicamente, los hijos e hijas que van haciendo más amplia la característica de conducta de cada nivel.
Pueden existir mil maneras diferentes de hacer las cosas, pero, mientras la base sea la misma no se producirá ninguna alteración a la escala espiritual, todos son hijos del mismo padre en ese sentido.
Pueden pasar siglos y seguir viva la vigencia de ese patrón que se representará en distintas maneras, pero los resultados serán siempre los mismos.
Se producen cambios en nuevos cuerpos materiales, pero aún seguirá viva la energía matriz de los mismos.
De ahí vemos que en la Biblia aparece que el hombre estaba en Dios desde antes de la fundación del mundo, ya que éste es solo una parte del proceso evolutivo y la humanidad es solo las diversas manifestaciones de ese proceso a realizarse bajo el patrón previamente concebido y establecido por Dios para SER.
El grado de perfección ya existe y siempre ha existido, solo que se encuentra en esencia transicional esperando su realización.
Por eso, aunque el grado de perfección siempre ha existido, no por eso se han eliminados los grados inferiores que deben ejemplarizar las variantes de la imperfección hasta consumir todo su proceso como parte del plan para alcanzar lo perfecto que aguarda su manifestación plena.
Lo perfecto supera a lo bueno y lo malo.
Estos períodos de larga duración del hombre, no queremos probarlos como hechos materiales, ni pretendemos justificarlos como teoría de si tenían o no una medida correcta para medir el tiempo, como muchos pretenden establecer, o justificar que el hombre vivía más que ahora o no.
Nuestro intento es buscar el significado simbólico de los pasajes de la Biblia, y no cabe duda de que el hombre, a medida que corren los siglos cambia su manera de ver las cosas con más asiduidad, y en períodos de tiempo más cortos.
Hoy, con las comunicaciones tan avanzadas, no cabe duda que el espíritu del hombre cambia y evoluciona con más rapidez que en la antigüedad, donde las noticias y la palabra demoraba enormemente para llegar de un ámbito a otro evolucionando o degradando la naturaleza espiritual de los que reciben la esencia encerrada en los nuevos ejemplos que viajan con la palabra transmitida.
Estos ochocientos años de Adam, los vemos como un período de larga duración de esta característica del hombre, que fue más larga que la señalada para
Abraham que sería de ciento veinte años, cosa que ni aún hoy podemos tomar como normal.
El OCHO, simboliza depuración, apertura de nuevos niveles. Nota sin analizar.
5.- Y FUERON TODOS LOS DÍAS QUE VIVIÓ ADAM NOVECIENTOS TREINTA AÑOS, Y MURIÓ.-
Este es un período de tiempo que podría ser analizado a través de la numerología que es una manera de interpretar los números que más tarde intentaremos.
NOTA: Los pasajes que vienen a continuación aunque tienen un significado simbólico los omitiremos. Solo los señalaremos para destacar la genealogía de Set que irá en línea directa hasta Sem, hijo de Noé, del cual surgieron los padres de la promesa de la tierra prometida.
Así se trata de establecer una diferencia del hombre del mundo, ajeno a las cosas de Dios, del hombre de Dios, fiel a Su mandato.
Caín, hombre de mundo. Cree en el producto de sus manos; presenta ante Dios el fruto de la tierra.
Abel, hombre de Dios, pastor, predicador de la fe y la obediencia, simbolizada por el cordero, fiel al rebaño.
En la primera fase, el mundo elimina al hombre de Dios. Caín mata a Abel. Dios provee un sustituto en Set, del cual nacerá nuevamente en el hombre la idea de llamarse del nombre de Dios.
24.- Y ANDUVO ENOC CON DIOS, Y NO FUE HALLADO, PORQUE LE TOMÓ DIOS CONSIGO.-
Adam tuvo vigencia efectiva produciendo nuevos estados y características hasta la llegada de Enoc en que se produce un hecho notablemente importante.
Dios provee un cambio drástico. El hombre toma un giro nuevo y ya perdido con la muerte de Abel: "Y anduvo con Dios". Se orientó hacia el ideal de perfección.
En este pasaje dice: "Y Dios le tomó consigo".
Esta es claramente una etapa importante. Se realiza el primer cambio hacia Dios. Este es el primer espíritu de los siete espíritus de Dios simbolizado en el templo por la "Menorah", (candelabro de siete brazos). Estas son las siete luces de Dios para que el hombre pueda hallar su camino hacia el retorno a Edén.
Enoc anduvo con Dios. Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones: "Con Dios caminó Noé" (Gen 6:9). El andar con Dios significa el seguir el camino hacia la tierra prometida por medio del Espíritu Santo de Dios.
Cada vez que el hombre desvía su camino, Dios provee un hecho excepcional y le vuelve a encaminar.
Estos momentos, donde el hombre anduvo con Dios, son los siete espíritus de Dios, o conductas rectificadoras que el hombre debe seguir.
- ESPÍRITU 1º: Enoc: Sentir el llamado de Dios cuando éste se manifieste. Andar en Sus caminos, como anduvo Enoc para ser llamado.
- ESPÍRITU 2º: Noé: Dios produce una serie de conceptos nuevos que ahogan en el diluvio de estas aguas de arriba todas las conductas básicamente animales, (carnales), que con anterioridad a ese hecho parecen ser las más esplendorosas e importantes.
Este paso es de suma importancia en el hombre, pues es el momento de comprender la inutilidad de las cosas del mundo y restarles su valor matando su vigencia por medio de las aguas de arriba, VERBO divino.
- ESPÍRITU 3º: Abraham: Este es el estado de fe donde todo se supedita al llamado de Dios y se abre un nuevo camino, una forma de actuar donde todo se pone en manos de la fe en Dios. Abraham se destaca como padre de la fe.
Él la señala como lo más importante de la conducta del hombre.
Es el establecimiento del pacto donde se empezó una forma "limpia" de engendrar, "sin velos".
Esto es el simbolismo de la circuncisión, Develación del corazón.
Como ejemplo supremo de esta fe entregó lo más preciado, a su hijo amado, Isaac, su vigencia, su descendencia, su promesa de continuidad en el camino perfecto conducente a Edén.
- ESPÍRITU 4º: Isaac: Este es el anuncio de la dádiva de Dios como premio a la fe. El cordero de Dios simboliza la intervención del enviado como redención del primogénito. "Todo primogénito, de entre tus hijos, redimirás" (Ex 13:13) "Esto será como señal sobre tu mano y como frontales ante tus ojos, porque con poder de mano el Señor tu Dios nos sacó de Egipto" (Ex 13:16).
De esta forma se hace patente que la fe se hace vigente con la obra. Que es Dios el que provee los elementos necesarios para hacer la obra perfecta, ya que el hombre recibe la redención por manos de Dios.
Isaac, pues, simboliza el sacrificio redimido, porque Dios otorgó Sus ejemplos para que encontrásemos el camino de redención por medio del cordero, señal de la fe obediente al pastor.
Isaac es la obediencia a las cosas de Dios hasta las últimas consecuencias con la mansedumbre del cordero.
- ESPÍRITU 5º: Jacob = Israel: Lucha contra las pasiones que quieren dominar al hombre y que quieren impedir que se siga lo ideal. Lucha contra el estado animal instintivo. Jacob lucha contra el hombre pasional y se convierte en Israel, que significa "el que lucha con Dios". Cambio de actitud con respecto al modo de actuar. Israel sustituirá la conducta Jacob, (suplantador), por la conducta Israel, lucha con Dios.
- ESPÍRITU 6º: Moisés: (sacado de las aguas) Es un llamado de los conceptos renovantes.
Éste es usado como instrumento para introducir los diez mandamientos que han de lavar lo que el hombre "NO" es.
Es la ley de los "NO" que van a matar al estado animal del hombre para prepararlo para entrar en la tierra prometida. La tierra prometida es la altura espiritual donde le hombre alcanzará su plena estatura y le permitirá ver "las espaldas de Dios", no la plena visión de su imagen.
Lleva el número 6, nombre del hombre no perfecto.
En Moisés se han de resumir todas las fuerzas religiosas para esperar la voz del Mesías cuando ésta se manifieste en sus corazones.
Llegará hasta la misma entrada de la tierra prometida pero no podrá entrar.
Los mandamientos solo tienen entrada cuando estos sean grabados en el corazón en la mente y en el espíritu del hombre.
- ESPÍRITU 7º: El Mesías: Éste es el grado de perfección del hombre como tal. Se lavará en las aguas del Jordán, símbolo de entrada a ese nivel del alma pura y recibirá los óleos santos de la unción del Espíritu de Santidad.
Éste será el ejemplo de lo que "SI" deberá hacer el hombre una vez haya aprendido a poner en práctica los "NO" de los mandamientos.
NOTA: Tal vez haya sido demasiado prematuro exponer en estos pasajes los valores de los siete espíritus que simbolizan el candelabro del templo (Menorah); pero debemos prepararnos para comprender la importancia de los mismos para cuando llegue el momento propicio de interpretarlos más profundamente, uno a uno, en su manifestación corpórea.
Ahora dejaremos las genealogías para el estudio de las crónicas cuando lleguemos a ello si Dios lo permite.
29.- Y VIVIÓ LAMEC CIENTO OCHENTA AÑOS, Y ENGENDRÓ UN HIJO.- Y LE NOMBRÓ NOÉ, DICIENDO: ÉSTE NOS HA DE CONSOLAR RESPECTO DE NUESTRA LABOR Y DEL TRABAJO DE NUESTRAS MANOS, A CAUSA DE LA TIERRA QUE EL SEÑOR DIOS HA MALDECIDO.-
La llegada de Noé determina uno de los puntos más importantes del proceso evolutivo del hombre.
Noé representa la intervención de Dios depurando el desorden y el caos en que el hombre se encuentra con su conducta instintiva de naturaleza animal.
Si aceptamos que la manera perfecta de todas las cosas la nombramos el Señor, y establecemos como patrón ideal un estado armónico, equilibrado, etc., entonces la tierra,(que en este caso es el nivel espiritual sustentado por el hombre de esa altura), al decir que está maldita, esta mal dicha, mal ejemplarizada, establece que no está acorde con el ideal de perfección, (el Señor).
Entonces Noé, que significa "descanso", es el punto de reposo de ese grado, es perfecto en sus generaciones. Es el séptimo día de ese nivel. Es donde el hombre anterior reposa, termina su proceso para ser depurado y reemplazado.
Esta genealogía es muy definida ya que siempre veremos un lado oscuro de las cosas y uno claro.
Caín, Cam, Canaán, y toda la descendencia de este lado será el lado oscuro que se conocerá como Satanás, Lucifer, Diablo, etc.
En cambio Abel, Set, Lamec, Noé, etc. serán el lado de la luz que se conocerá como lo ungido, mesiánico, Hijos de Dios, etc.
Ene este punto de perfección que Noé encarna, se hará una depuración de las sombras malditas de los primeros grados del hombre puramente instintivo a nivel animal.
Posteriormente veremos la introducción del lado oscuro, carnal, Cam.
Lamec es la manifestación de la nueva etapa de bendición, representando el lado luminoso de las cosas, respecto a Noé, marcando el momento de depuración de un grado por medio de la nueva manifestación en este descanso o reposo como redención de lo maldito.
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