Por el Rabino Zelig Pliskin |
"Sentía que estaba perdiendo mi vida tontamente. Incluso que mi familia estaba económicamente segura - teníamos una casa bonita y éramos considerados gente próspera en nuestra comunidad -no sentía que estaba viviendo una vida significativa. Un sentimiento profundo de vacío me invadía. Analicé mi situación y la comparé con las vidas de otras personas a quien yo respetaba. ¿Cuál era la diferencia? Aquellos que admiraba hicieron una contribución significativa al bienestar de la vida de otras personas. Cada uno de una manera única. Pero el denominador común era que todos ayudaron a mejorar la vida de otras personas. Tomé un compromiso sincero de hacer lo mismo. Eso fue hace 10 años y las palabras son inadecuadas para describir la diferencia que esto ha hecho en mi vida".
El hombre que escribe en el párrafo de arriba transformó su vida al ponerle un mayor énfasis a lo que podía hacer por los demás, pues cuando uno piensa sobre el bienestar de otros de manera equilibrada, uno vive una vida mucho más alegre.
Un artista famoso, ve de una manera mucho más profunda y comprensiva que aquellos que carecen de su visión. Su mundo es más brillante, más profundo, más inspirado y más creativo a causa de sus talentos. Similarmente, el mundo de una persona bondadosa es más profundo, más creativo y más inspirado.
La bondad es la manera en que uno se asemeja al Creador. Una persona bondadosa se da cuenta de que cada persona que encuentra es una criatura del Todopoderoso y consecuentemente aprecia cada oportunidad para hacer el bien.
Al encontrarse con una persona frustrada y enojona, la persona bondadosa ve el dolor del otro como algo que proviene de más adentro, y al tratar con una persona que no está utilizando su potencial, el bondadoso trata de entender qué se necesita hacer para ayudar a esa persona a destapar lo que está bloqueando sus virtudes. Y cuando se encuentra con una persona que está atravesando un problema en cualquier área de la vida (financiera, emocional o física) el bondadoso es aquel que busca más oportunidades para ayudarle.
Los desafíos de las otras personas son, para la persona bondadosa, señales de que sus palabras y acciones son necesitadas.
Algunas personas temen de que si serán buenas, estarán perdiendo su propia felicidad y placer, pero nada puede estar más lejano de la verdad que eso. Una persona realmente buena es una persona alegre. Es alguien cuyo máximo placer es sacarle una sonrisa a los demás. Aquellos que disfrutan de los deportes, de vez en cuando disfrutarán las victorias de sus equipos. Aquellos que disfrutan de la bondad encontrarán una fuente de significado y alegría todo el tiempo.
Existen actos de bondad que son directos y simples. Alguien necesita un préstamo por un periodo corto de tiempo, es fácil prestarle el dinero. Alguien quiere pedirte una herramienta prestada, confía en que te la regresará en el tiempo pactado, y será fácil hacerle el favor. Un viejo amigo necesita comer una comida en tu casa, seguro que disfrutarás de su compañía y será un placer estar con él.
Pero existen actos de bondad que son difíciles de hacer, y llevan mucho tiempo. Puede ser que necesites hacer una llamada telefónica para alguien y es difícil hacerla. Alguien está en el hospital y apreciará tu visita pero es inconveniente y no sabes exactamente qué decir. Alguien te pide un favor, pero tú estás dispuesto a hacer el favor a gente que te hace favores a ti, pero esta persona en particular no te hace favores. Se necesita una fuerza moral muy grande para ayudar a una persona inclusive que nunca ha hecho nada por ti y que es probable que no te ayude en el futuro.
¿Realmente tienes amor por la bondad o sólo utilizas la bondad como una forma de intercambio? Un amante de la bondad hará actos de bondad inclusive por aquellos que no hacen nada por él.
Cuanto más difícil es el acto de bondad, más grande es el crecimiento espiritual. Cada acto difícil de bondad es una victoria. Y las victorias traen alegría.
Sé bondadoso incondicionalmente. Cuando eres amable con alguien porque esperas que esa persona te haga favores, estás sujeto a desilusionarte.
"Cuando hacía algo por alguien, siempre pensaba: 'espero que esta persona haga algo por mí a cambio, pues si no lo hace, yo debería haberlo hecho por alguien que realmente lo hará'. Esta actitud me causó mucho resentimiento. Un amigo mío constantemente hacia actos de bondad para personas que no eran recíprocas hacia él. Me dijo: 'Cuando alguien hace algo por otra persona con la esperanza de que el otro haga algo a cambio, nunca podrá estar seguro de que recibirá lo que quiere. Cuando yo felizmente hago un acto de manera incondicional, tengo una garantía del cien por ciento de tener beneficio de lo que hago, y por supuesto que esto tiene sentido'".
Después de hablar con este amigo, este hombre experimentó un cambio de dirección en su vida. Construyó su habilidad de hacer actos de bondad incondicionalmente y cambió su vida.
Identifícate como una persona que ama hacer actos de bondad. Cuando te veas así te encontrarás actuando de una manera más bondadosa.
Algunas personas esperan hasta que hayan hecho suficientes actos de bondad para sentir que tienen derecho a verse a sí mismos como bondadosos. Pero lo opuesto es una manera más efectiva de trabajar: vete a ti mismo como una persona bondadosa en este mero instante, incluso que signifique ir más allá de la realidad. Y a medida que sigas viéndote de esta manera, verás como te conviertes en una persona más bondadosa.
Una persona que hizo esto reportó:
"Soy la última persona que hubiera pensado que me consideraría una persona bondadosa. Estoy agradecido con aquel que me dijo: 'actúa y los sentimientos vendrán'. Los sentimientos llegaron a mí y es por eso que recomiendo a los demás que hagan lo mismo".
Aprende de toda persona amable que conozcas. Pregúntale a esa gente como es que se hicieron así. Un patrón común es que muchos de ellos lo aprendieron de otros.
"¿Qué es lo que te ha hecho una persona tan dadivosa y amable?" - le pregunté a un filántropo. "Yo aprendí de mi padre" - replicó. "Él no era rico, sin embargo el ayudar a otras personas económicamente le daba más satisfacción que gastarse el dinero en si mismo".
"¿Por qué siempre invitas a gente a tu casa para las comidas?" - le pregunté a una persona extremadamente hospitalaria. "Una vez fui una extranjera en una gran ciudad. El haber sido invitada a las casas de nuevas familias me enseñó el valor de la hospitalidad" - me contestó.
Existe una práctica muy valiosa para elevar la conciencia de hacer actos de bondad sin que nadie se entere de que tú los has hecho. Hay tiempos en los que, probablemente queremos hacer actos de bondad porque apreciamos la gratitud o porque es difícil para nosotros rehusarnos. Nos sentimos emocionalmente forzados a hacerlos. Pero un acto anónimo está motivado por un deseo verdadero de hacer actos de bondad.
Disfrutar el proceso de hacer actos de bondad de una manera anónima, incrementa tu amor por los actos de bondad. Engrandece tu motivación para situaciones cuando tu bondad es sabida y apreciada. Sólo pensar sobre esto diariamente va a tener un efecto muy fuerte en tu carácter.
He aquí un número de actos de bondad que gente ha hecho de una forma anónima:
-
Cuando estas feliz con los servicios de un empleado, llámale a su patrón para que sea felicitado.
-
Si sabes que alguien necesita un trabajo, trata de contactar a alguien para que lo contrate.
-
Pon dinero en el parquímetro del coche de un extraño que ves que se le está terminando el tiempo para aparcar.
-
Si un amigo tuyo esta herido por no haber recibido una invitación a una boda u otra ocasión, llámale al anfitrión de la fiesta para que corrija su error.
-
Manda una carta anónima a un amigo diciendo: "Creemos que eres increíble y te deseamos lo mejor".
-
Si están siendo servidas en una fiesta comida o bebidas, recuérdale al mesero que les sirva a los que están al lado.
-
Manda un libro de regalo a alguien que lo necesite.
-
Manda un arreglo de flores diciendo: "como muestra de apreciación de alguque te respeta mucho".
-
Manda un entrada a alguien para una plática o curso que aprovecharía.
-
Mándale a alguien un CD o un cassette de música relajante.
-
Págale a alguien la cuenta, sin que sepa quien pagó.
-
Mándale una suscripción pagada de una revista a un amigo con una nota que diga: "Esto ha sido pagado por un amigo".
-
Sugiérele a otras personas que alaben a alguien que pueda necesitarlo.
-
Mándale dinero a alguien que está viviendo dificultades económicas con una nota: "Ojalá que en el futuro puedas pagarlo haciéndolo por otra persona".
-
Dile a la gente que hagan actos de bondad anónimos. La bondad que harán en el futuro es parte de tu bondad anónima.
Basado en el libro "Kindness: Changing people's life for the better".
|