Esta es una premisa inalienable:
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Todo aquello llamado a desaparecer, no contiene la condición infinita que lo identifica como tal.
La "vida" solamente existe en Dios.
La división, la desintegración, la desconexión, y todo lo desintegrante, señalan una naturaleza finita, donde algo deja de ser lo que es, para ser otra cosa. Estos son los atributos de la "muerte", donde algo termina, "deja de ser lo que es", pasando a ser otra cosa.
Esto nos lleva a analizar el porqué de la existencia del hombre, y su razón de "ser" durante el tránsito de su perfeccionamiento, como la manifestación de la "muerte", o el fin de una forma de ser las cosas. Manifestando claramente que la "vida", solamente existente en Dios como tal, participante de un estado infinito, como corresponde a ella, no muestra estarse representando a través del cuerpo, cuya existencia es transitoria y por lo tanto llamada a "muerte".
La naturaleza humana mantiene su integridad con el Todo, a través de lo infinito que el espíritu señala. De ello concluimos que lo que trasciende en el hombre, "no es su cuerpo", sino "su obra" con relación a la futura vigencia en otros cuerpos, que sean imitadores de su pensamiento y obra que "vive" en los cuerpos seguidores.
Así podemos decir que lo que el hombre llama la vida, es en realidad una forma de "muerte", ya que es la manifestación de una condición transitoria que tiene una duración limitada, finita.
La vida, como manifestación de Dios, es infinita, como corresponde a todo lo comprendido dentro de su infinitud.
En ningún momento se establece la "muerte" como una condición eterna, sino que siempre estará condenada a desaparecer, atraída por medio del establecimiento de la "vida eterna", que se identifica con la "vida", que sólo existe en Dios. Esta condición, ajena al cuerpo como tal, es una manifestación puramente espiritual, antepuesta a la existencia corporal, de naturaleza animal, temerosa, instintiva, pasional, y por tanto, definitivamente finita, como corresponde a "muerte". El hombre sólo se manifestará, trascendente, por medio de su ejemplo, obrando las cosas señaladas por lo infinito de Dios.
Éste vivirá en "otra naturaleza corpórea" cuando trascienda la "muerte" finita, presente, obrando la "vida eterna", infinita, en Dios.