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Pablo Ruiz Picasso
Pablo Ruiz Picasso es el gran genio de la pintura contemporánea. Creador del cubismo junto a Braque, su capacidad de invención y de creación le sitúan en la cima de la pintura mundial.
Nació en Málaga en 1881, ciudad en la que su padre era profesor de Dibujo y director del Museo Municipal.
La familia Ruiz Picasso pronto se traslada a La Coruña y de allí a Barcelona, donde el joven Pablo inicia sus estudios artísticos dentro de un estilo totalmente académico; pero rápidamente contacta con grupos modernistas que hacen cambiar su forma de expresión. París se va a convertir en la gran meta de Pablo y en 1900 se traslada a la capital francesa por un breve periodo de tiempo.
Al regresar a Barcelona, empieza a trabajar en una serie de obras en la que se observan las influencias de todos los artistas que ha conocido o cuya obra ha visto. Es una esponja que lo absorbe todo pero no retiene nada; está buscando un estilo personal.
Entre 1901 y 1907 se desarrollan la Etapa Azul y la Etapa Rosa, caracterizadas por el uso de esos colores y por su temática con figuras sórdidas, aisladas, con gestos de pena y sufrimiento.
La pintura de estos años iniciales del siglo XX está viviendo continuos cambios y Picasso no puede quedarse al margen. Así que se interesa por Cézanne y partiendo de él va a desarrollar una nueva fórmula pictórica junto a su amigo Braque: el cubismo.
Pero Picasso no se queda ahí y en 1912 practica el collage en la pintura; a partir de este momento todo vale, la imaginación se hace dueña del arte. Picassso es el gran revolucionario y cuando todos los pintores se interesan por el cubismo, él se preocupa por el clasicismo de Ingres; durante una temporada va a alternar obras clasicistas con otras totalmente cubistas.
El movimiento surrealista de 1925 no le coge desprevenido y, aunque no participa abiertamente, le servirá como elemento de ruptura con lo anterior, introduciendo en su obra figuras distorsionadas con mucha fuerza y no exentas de rabia y furia.
Igual que le ocurre a Goya, a Picasso también le influye mucho la situación personal y social a la hora de trabajar. Sus relaciones con las mujeres, muy tumultuosas en ocasiones, van a afectar muy seriamente a su obra.
Pero lo que afectó tremendamente al artista fue el estallido de la Guerra Civil Española y el bombardeo de Guernica, que provocó la realización de la obra más famosa del arte contemporáneo, en la que critica la guerra y la sinrazón que conlleva un enfrentamiento armado.
París fue su refugio durante mucho tiempo, pero los últimos años de su vida los pasó en el sur de Francia, trabajando en un estilo muy personal, con vivos colores y formas extrañas.
Falleció en Mougins en 1973, cuando preparaba dos exposiciones, demostrando su capacidad creativa hasta el final.
Confesiones de Picaso según un artículo de John Garth, miembro de la Sociedad Real de las Artes en el ARGONAT (no fue dada una fecha)
En su LIBRO NEGRO el autor italiano Giovanni Papini nos entrega este reporte de una entrevista que tuvo con el máximo dios del arte moderno, Pablo Picasso. Esto es lo que Picasso reportara piensa de él mismo:
Desde el momento que el arte cesa de ser alimento que nutre las mejores mentes, el artista puede utilizar su talento para escenificar todos los trucos del charlatán intelectual. La mayoría de la gente no puede esperar consolación y exaltación del arte.
Los "refinados", los ricos, los profesionales, los "hace nada", los destiladores de la quinta esencia desean solo lo peculiar, lo sensacional, lo excéntrico, lo escandaloso del arte actual. Yo mismo, desde el advenimiento del Cubismo, he alimentado a estos individuos con lo que ellos han querido, y he satisfecho a estos críticos con todas las ridículas ideas que han pasado por mi mente.
"Mientras menos ellos lo entienden, mayormente me admiran". A través de la diversión personal de estas farsas absurdas, he sido celebrado y muy rápidamente reconocido. Para un pintor la celebridad significa ventas y consecuentemente la afluencia. Hoy, como todos saben, yo soy célebre y soy rico.
Pero cuando me encuentro a solas, no tengo la valentía de considerarme un artista del todo, no en el gran viejo sentido de la palabra: Giotto, Titian, Rembrandt, Goya, fueron grandes pintores. Yo sólo soy un payaso público, un saltimbanqui.
He entendido mi época y he explotado la imbecilidad, la vanidad, la avaricia de mis contemporáneos. Es una amarga confesión, esta confesión mía, más dolorosa de lo que parece ser. Pero por los menos y al menos ella tiene el mérito de haber sido honesta.
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