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"Esta es una interpretación simbólica del libro del       "Génesis" 
Con ello no pretendemos crear discusiones. Solo buscamos mostrar el mensaje encerrado detrás de la letra en las escrituras, vista desde un punto de vista espiritual y simbólico...

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"G É N E S I S       X X X V I I I"

1.- HABÍA YA ACONTECIDO EN ESTE TIEMPO, QUE SEPARÁNDOSE JUDÁ DE SUS HERMANOS, TRABÓ AMISTAD CON CIERTO ADULLAMITA QUE SE LLAMABA HIRA.-

Al llegar a esta etapa Judá tiene relaciones con la conducta Canaán, símbolo de la carne Adullam es una ciudad de los cananeos. Este capítulo coloca a Judá en la línea de influencias de la carne. La diferencia entre Canaán y Egipto es como sigue: Ambos son descendientes de Cam que vio la desnudez del padre y no la cubrió, cuyo simbolismo ya hemos analizado anteriormente.

Ellos son la línea de descendencia de la resurrección de Caín. En el diluvio Caín perece y sólo quedan con vigencia Noé y sus hijos. Automáticamente ocurre el hecho que abre las nuevas puertas del Hades a la duda. El símbolo del árbol del bien y del mal está manifestado en las acciones del hombre al violar las normas establecidas por lo perfecto de Dios. Cada actitud de rebeldía es un fruto del árbol del bien y del mal. Los hijos de Cam representan los hechos de esta naturaleza. Canaán representa la parte del hombre con relación a sus apetitos carnales, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida.

Los hijos de Canaán son los resultados de esa conducta. Mizraim, representa la parte del hombre con relación a sus aspiraciones de ascender los cielos, representado anteriormente con la torre de Babel en que los hombres pretendían llegar al cielo, simbolismo bien gráfico de lo que se pretende mostrar con el hecho de que el hombre intenta sustituir a Dios en el trono. Egipto es la descendencia de Mizraim, simbolizando la religiosidad mágica y el deseo de alcanzar los poderes supremos rodeándose de los magos que veremos en el libro del Éxodo, al enfrentarse Moisés como exponente de la raíz santa, a Faraón exponente de la raíz del mundo.

La amistad representa las tendencias afines
Hira, es el ejemplo de una conducta afín a Judá.

2.- Y VIO ALLÍ JUDÁ LA HIJA DE UN HOMBRE CANANEO, LLAMADO SUA, Y LA TOMÓ POR MUJER, Y SE LLEGÓ A ELLA.-

Ver, significa asimilar, incorporar a sí.
En este nivel del mundo, Adullam que significa la alabanza tomó una característica u oportunidad de actuación derivada de la conducta afín de la carne. Aquí se marca lo que conocemos como el injerto. Judá introdujo dentro de los caminos de la raíz santa una rama del árbol del bien y del mal. Utilizamos los ejemplos más abiertamente para comenzar a familiarizarnos con el lenguaje profético que usa estas expresiones tan abiertamente que muestra imágenes a veces irreconocibles, de hechos cotidianos. Éste incorporó la tendencia o caminos espiritual cananita, dentro de la actuación del hombre que busca a Dios.

3.- Y CONCIBIÓ Y PARIÓ UN HIJO; Y EL LE NOMBRÓ ER.-

Surge un nuevo concepto filosófico que marca un nuevo camino a Judá colocándolo dentro de límites del mundo. Er es el primer resultado de uno de los hijos de Israel, mezclándose con las hijas de Canaán llevando la raíz santa hacia los niveles del mundo.

4.- Y CONCIBIÓ OTRA VEZ Y PARIÓ UN HIJO Y LO LLAMÓ ONÁN.-

Otra nueva filosofía mezclada dentro de las fronteras de Israel, ligándole aún más con las características del mundo. Onán es la manifestación simbólica de filosofías vanas, como veremos más adelante.

5.- Y VOLVIÓ A CONCEBIR AÚN Y PARIÓ UN HIJO Y LE LLAMÓ SELA; Y ESTABA JUDÁ EN KIRIB CUANDO ELLA PARIÓ.

Una nueva tendencia se manifestó conocida como Sela. Todas estas tendencias originadas en Judá tienen posteriormente influencia tremenda en la formación del pueblo de Israel, dándole características simbólicas de naturaleza carnal del mundo instintivo, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida.

6.- Y JUDÁ TOMÓ MUJER PARA SU PRIMOGÉNITO, LA CUAL SE LLAMABA TAMAR.-

De Judá partió la selección de conseguir una ley que formase la continuidad del concepto proveniente de su unión con la conducta Canaán. Er el primer concepto que surgió de Judá dando a entender con esto que los primeros pasos del hombre que busca a Dios se ven inmediatamente invadidos por las características de conducta que representan las hijas de Canaán. Esta ley de conducta que Judá seleccionó como una forma de retorno al seno de la raíz santa, se identificó como Tamar.

7.- MAS ER, EL PRIMOGÉNITO DE JUDÁ. ERA MALO A LOS OJOS DEL SEÑOR DIOS, Y EL SEÑOR LE MATÓ.-

Este concepto, que era el primogénito de Judá, símbolo de la alabanza o adoración a Dios, no era acorde con el máximo sentimiento de perfección de aquel ámbito. Ante la comparación con lo perfecto, representado por el Señor Dios, resultaba incorrecto y por ello perdió su vigencia pasando así al Seol, o grado de conciencia de lo que no tiene fuerza de actuación. Al señalarse aquí que el Señor Dios le mató, queda establecido que su influencia dentro de la raíz santa quedó eliminada y que no habría continuidad de esta forma de conducta.

8.- ENTONCES JUDÁ DIJO A ONÁN; LLÉGATE A LA MUJER DE TU HERMANO Y CUMPLE CON ELLA EL DEBER DE LEVIRATO, LEVANTANDO LINAJE A TU HERMANO.-

Judá, la alabanza, señala que hay un deber pendiente en el concepto Onán con relación al levirato, Este deber no está vigente aún en este ámbito, ya que el mismo tendrá lugar cuando se manifiesten las leyes después de la salida de Egipto, dejándonos ver que aunque no estaba manifestado en los mandamientos del monte Sinaí, estaba vigente en la formación de los miembros de la raíz santa por medio de Melchisedech, sacerdote del Dios altísimo que siempre ha estado presente hasta el momento en que la figura mesiánica hace aparición en su ámbito apropiado para transmitir las leyes a las naciones de la tierra. Esta ley implica simbólicamente la necesidad de comprobar los resultados que se obtienen de un concepto de la raíz santa (un hijo de Israel) puesto en práctica con una oportunidad de actuación o medio de conducta (los sucesos durante las escrituras)

Volvemos a señalar que los hombres (varones) representan conceptos y las mujeres (varonas) son leyes o medio de actuación donde se ponen en práctica los conceptos que están representados por los varones. La unión de un hombre con una mujer, simboliza la puesta en práctica de un concepto en un medio de proliferación y crecimiento del mismo para crear una congregación o cuerpo espiritual.

Cuando no surgen conceptos nuevos o leyes derivadas que certifiquen que hubo resultados provenientes de aquella unión, no se puede tener la certeza de si ese concepto era apto o no para engendrar nuevas características de vida espiritual. De esta forma, en el mismo medio u oportunidad de actuación, otro concepto de la misma raíz., tiene la misión de mantener y continuar la línea interrumpida en ese nivel. Esta es una forma de comprobar si ese medio es estéril o no. Es necesario buscar toda forma de continuidad para que puedan ejemplarizarse todas las formas de conducta del hombre con el fin de seleccionar finalmente la forma definitiva que vence todas las dificultades y se muestra como la perfecta para engendrar al Hijo de Dios.

Esta interpretación del levirato, proviene de la ley que establecía que a la muerte de un hermano sin hijos, sin descendencia, el otro hermano estaba obligado, por levirato, a engendrar y mantener a la mujer del hermano como deber ante Dios. Esto se traduce en lo interpretado con anterioridad. La conciencia del hombre crece en la medida en que va conociendo los resultados de sus experiencias, que es lo que determina lo que está bien hecho y lo que está mal. El hombre deberá experimentar todos los conceptos conducentes al mal y sus consecuencias antes de conocer la práctica del bien. Todo concepto debe arrojar sus resultados después de ser puesto en práctica con su medio para que esto sirva de experiencia eliminatoria del mal o para establecimiento definitivo del bien, una vez probado.

Simbólicamente el deber del levirato es para mantener la necesidad de tener fe verdadera en los resultados de una idea o concepto, porque ya tuvo oportunidad de manifestarse y mostró sus resultados. Pero cuando esto no ocurre, cuando no hay constancia (hijos) es menester volver a intentarlo en las mismas condiciones con una característica similar a la anterior, quedando establecido así el levirato.

Esto asegura simbólicamente que todo se ha puesto en práctica y se ha obtenido resultados de la prueba, que se ha empleado todos los medios para conocer el fin. Por eso vemos que hay que experimentar primeramente todas las experiencias destructivas del mal y sus consecuencias antes de aceptar el bien como cosa definitiva. Por eso el levirato es una forma de comprobar los efectos de la ley antes de alcanzar la gracia. Aunque esto parezca confuso, está bien claro todo el proceso del pueblo de Israel ya que la intención de todo el relato bíblico es el dar a conocer que hay que conocer todos los resultados del error, para desear el bien, como está escrito "Con la ley grabada en el corazón del hombre"
  • Sino que este es el pacto que haré con toda la casa de Israel; después de aquellos días dice el Señor Dios, pondré mi ley en sus entrañas, y en su corazón la escribiré y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. (Jer 31:33)
De manera que se persigue alcanzar un grado espiritual donde no haya necesidad de una ley que prohíba las cosas, sino que se dejará de hacer lo incorrecto, por tener conocimiento pleno de sus resultados negativos.

9.- SABÍA PUES ONÁN QUE NO HABÍA DE SER SUYO EL LINAJE; Y FUE ASÍ QUE SIEMPRE QUE SE LLEGABA A LA MUJER DE SU HERMANO, VERTÍA EN TIERRA, POR NO DAR LINAJE A SU HERMANO.-

Onán simboliza el hecho de repetir una manera de hacer las cosas de la cual no se ha obtenido ninguna enseñanza, aunque sin intención de averiguar el por qué esto fue así. Es como intentar hacer algo sin saber cómo ni por qué. Establecer una tradición o costumbre creyendo que esto es suficiente sin tener en cuenta el fondo de lo mismo. Esta es una forma de onanismo. Las religiones ritualistas sin fondo evolucionante del espíritu del hombre, en general son un ejemplo de onanismo, al no cumplir el levirato con respecto a Israel. Israel es el primogénito del hombre, cuya mujer (la ley de los mandamientos contraída en nupcias en el monte Sinaí) debió haber sido engendrada para manifestar la validez del linaje de este pueblo. Pero no produjo descendencia, no mostró la imagen verdadera del Hijo de Dios en su conducta, pues lejos de suplantar a Esaú en su característica animal, prolongó la misma en la tierra sin engendrar nuevos hijos del espíritu.

Esto puede lucir irregular a los ojos de las religiones derivadas de las escrituras judaicas, pero es lo que ha estado ocurriendo con el cristianismo y sus derivados, cuya fertilidad en el espíritu del hombre ha resultado estéril al igual que la de su hermano primogénito, Israel, ya que toda orientación proveniente de este otro hermano, la cristiandad actual, está también siendo derramada en tierra, siguiendo nuevas prácticas rituales en sustitución de las anteriores, pero sin fruto crediticio para el linaje de Israel (la lucha del hombre por dominar sus instintos carnales, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida y poder mostrar el Espíritu Santo en su conducta). Toda esta prédica espiritual de la escrituras y los ejemplos de los patriarcas y profetas que dieron su vida para crecimiento del cuerpo espiritual del hombre, está siendo vertida en tierra en lugar de ser sembrada en los cielos espirituales del hombre, ya que no se está logrando crear una nueva criatura para el hombre, sino que es la misma aunque con otro ropaje, otro nombre, otras características externas pero en el fondo aún es la misma.

Toda aspiración de éstos, al igual que la de los otros, es el goce del cuerpo. A este fin están dedicados todos los esfuerzos. Aunque los disfraces de santidad externos sean diferentes, en el fondo sólo se manifiesta renuncia a unos placeres en busca de otros más refinados, si posible con un cuerpo de potencia eterna.

Se busca comer del árbol de vida y a la vez probar del árbol del bien y del mal sin consecuencias negativas. Este ejemplo de Onán nos muestra a través de sus símbolos, que todo intento de satisfacción del cuerpo, una vez conocidos los caminos del espíritu y la búsqueda del encuentro con Dios, no es mas que una prédica onanista.

La mujer del hombre, simbolizada por los diez mandamientos es una legítima oportunidad de producir la nueva criatura para Dios. Ella nos fue dada en matrimonio al ser plasmada en las escrituras. Es nuestro deber de levirato el engendrar, gestar una nueva criatura para Israel. No debemos "derramar en tierra" los esfuerzos de nuestra capacidad creadora para producir bienes materiales que deriven placeres y satisfacción de la carne sin preocuparnos de procrear la nueva criatura para ofrecerla al primogénito de los pueblos, al Israel espiritual (el hombre que lucha junto a Dios) el cual fue engendrado por el Espíritu Santo como una muestra para el hombre de todos los tiempos de los errores de la carne, así como de los aciertos del espíritu en crecimiento como muestra de la gloria de Dios.

Lo que produjo la imagen a seguir para alcanzar el cielo espiritual de los grados elevados no ha sido el proceso evolutivo de las experiencias del hombre Por el contrario, el hombre ha "onanizado", una y otra vez, derramando en tierra la oportunidad de engendrar el semen divino del Espíritu Santo mostrado a través de las escrituras por los hombres escogidos por Dios para ello.

"Derramar en tierra", significa desperdiciar los logros espirituales y ponerlos al servicio de la carne para vanas empresas Estos ejemplos los produjo Dios en contraste con los ejemplos de otros pueblos que rodeaban a Israel, que no tenían de quien copiar mas que malos ejemplos, logrando dejarnos el legado de los hombres seleccionados por Dios para tal efecto La mujer virgen que nos muestra las escrituras es la virgen que aguarda ser engendrada por el espíritu del hombre como ofrenda definitiva a Dios. Esta virgen es Israel, la de arriba. Es el grado espiritual de todos los que buscan los caminos de Dios a través de las escrituras que contienen los ejemplos de los elegidos como muestra para el resto de los hermanos que esperan cumplir el levirato engendrando el semen divino de la palabra de Dios, que es la energía vivificadora que producirá la manifestación gloriosa de los HIJOS DE DIOS>

Esta es la esperanza de Judá al ordenar a sus hijos tomar la mujer de su hermano para cumplir el levirato, ya que esta mujer proveniente de Israel, simboliza la ley de los mandamientos que Dios entregó a sus elegidos en el monte Sinaí, símbolo de oportunidad de procrear con la simiente del Espíritu Santo.

10.- Y ERA MALO LO QUE ÉL HACÍA, DE MODO QUE LE MATÓ A ÉL TAMBIÉN.-

En el análisis de su actuación, Onán, comparándolo con las exigencias del máximo ideal de perfección, demostró que no estaba acorde con los predicados. Por esto perdió su vigencia y la capacidad de prolongar su fertilidad. Todos estos ejemplos son para mostrar que el resultado de la práctica de los ejemplos contrarios a lo establecido como correcto, trae consigo la eliminación de la vigencia, quedando sin el espíritu del hombre y perdiendo el esfuerzo al ser derramado en tierra.

11.- DIJO ENTONCES JUDÁ A TAMAR SU NUERA; QUÉDATE VIUDA EN CASA DE TU PADRE HASTA QUE CREZCA MI HIJO; PORQUE DECÍA: NO SUCEDA QUE MUERA ÉL TAMBIÉN COMO SUS HERMANOS. SE FUE PUES TAMAR Y HABITÓ EN CASA DE SU PADRE.-

En este simbolismo vemos al pueblo judío, representado en Judá, transmitiéndole a la ley (Tamar, representante de los diez mandamientos que permanecía sin ser engendrada) un compás de espera. Estableció que quedara sin base o concepto que la engendrara, sustentándose de la raíz santa que la originó, al amparo de su hacedor, hasta que el último de los conceptos que surgiera de él, SELA, tuviera la edad espiritual necesaria para engendrarle el HIJO DE DIOS que ella aguardara como herencia del levirato espiritual. De esta forma Tamar quedó estática en el nivel espiritual de su creación.

Tamar simboliza el retorno del hombre al paraíso, la vuelta a los caminos de la raíz santa por medio de la muerte del hombre de pecado que debe ser eliminado. Pero como el hombre en este nivel era demasiado joven espiritualmente se estableció un compás de espera hasta la madurez de sus sentidos. Los hijos que había engendrado Judá eran hijos de mujeres cananitas. Tamar es la encargada de volver la raíz santa a su lugar de origen por medio de nuevos engendros o injertos santos sobre los anteriores ya mixtos. Por esto se nos muestra la época en que la ley quedó inactiva, aguardando a que el hombre alcance la altura necesaria espiritualmente como para engendrarla.

12.- PASARON EMPERO MUCHOS DÍAS Y HABÍA YA MUERTO LA HIJA DE SÚA, MUJER DE JUDÁ, Y SE HABÍA CONSOLADO JUDÁ; Y SUBÍA A VER A LOS ESQUILADORES DE SUS OVEJAS, ÉL Y SU AMIGO HIRA ADULLAMITA A TIMNAT.-

Las etapas van transcurriendo y las leyes y actuaciones de la carne que Judá había engendrado y mantenido, habían perdido ya su vigencia. Ahora queremos establecer el paralelismo existente entre estos hechos y la historia del espíritu del hombre en formación que es el fondo verdadero de todos estos relatos. Los días son etapas de duración imprecisas. Estos no son días como los calcula el hombre por la salida y puesta del sol, sino como etapas de luz a sombras en la conciencia humana.

El día comienza en el momento en que un nuevo concepto empieza a manifestarse en la conciencia del hombre y va tomando cuerpo y haciéndose más comprensible y popular, llegando en ese punto al medio día, donde se le ve con gran esplendor y tiene vigencia plena. Después comienza a verse los fallos o carencias del mismo empezando a verse más oscuro y menos luminoso que antes, dejándonos ver sólo los reflejos de lo que hubo sido. Esto es el atardecer de esa etapa o día para Dios manifestándose. Hasta que empieza a perderse la vigencia de esos estados. Nuevas ansiedades y temores surgen. Comienza a verse la oscuridad de los nuevos caminos a seguir. Esta es la noche completándose así el ciclo del día espiritual.

¿Cuánto ha demorado? No hay medida definida para el hombre, para Dios es sólo un día. Aquí podemos deducir que han transcurrido muchas transformaciones en el espíritu del hombre, señalado como los muchos días transcurridos. En estas condiciones (Judá, la alabanza a Dios) se eleva para captar las recopilaciones de las protecciones (simbolizado por la lana) que proviene de sus seguidores y sustentadores (simbolizado por la ovejas trasquiladas)

La lana, como veremos en distintos pasajes proféticos, simboliza las protecciones contra las asechanzas del mundo. Es el equivalente simbólico del dinero espiritual.

Es una pieza de intercambio contra los impedimentos del mundo de acuerdo con el nivel en que se interprete. En niveles superiores representa simbólicamente los conceptos o respuestas que inutilizan las críticas que atacan una filosofía de vida. La lana de las religiones representa simbólicamente el anuncio de la compensación de las frustraciones presentes, cambiadas por gratificaciones en otra vida por venir.

Judá observa las compensaciones que provienen de sus seguidores después de perder las leyes del mundo que el había engendrado y que le compensan hasta el momento presente. Aquí hace un retorno a su forma religiosa original. Cuenta su lana que son los principios que le mantienen cobijado, protegido contra los embates del mundo y sus vanidades. La mejor lana, la lana fina, como dice la Biblia, es la de Abraham, "su fe".

Timnat simboliza uno de los niveles del mundo ocupado en sus quehaceres de retornar al seno de su religión buscando la protección que se deriva de sus ganados que son su herencia espiritual.

13.- CUANDO FUE DADO AVISO A TAMAR, DICIENDO: MIRA QUE TU SUEGRO SUBE A TIMNAT, AL ESQUILEO DE SUS OVEJAS.-

La ley que había sido estéril hasta ese momento utilizando los conceptos descendientes de Judá, tomó conocimiento de la posición en que se encontraba la raíz santa. Judá se encontraba revisando sus defensas y sus protecciones en su nivel Timnat que significa reestructuración. Esto es típico de la raíz santa que siempre está formando nuevos ámbitos y protecciones para permanecer vigente. Estos pasajes nos hablan de la formación de la conciencia del hombre que busca encontrar el camino de Dios pero que tiene influencias de la carne ya que ello está en los primeros logros de la fe que se manifiesta por medio de ritos siendo estériles en ese sentido.

Por eso, el relato de Tamar es la lucha de esta primera etapa de formación de los hijos de Judá que representa el pueblo judío.

14.- ENTONCES ELLA QUITÓ DE SOBRE SÍ LOS VESTIDOS DE SU VIUDEZ, Y SE CUBRIÓ DE UN VELO, Y TAPÁNDOSE SE SENTÓ A LA ENTRADA DE ENAIM QUE ESTABA EN EL CAMINO DE TIMNAT; PORQUE VEÍA QUE SELA ERA YA UN HOMBRE, Y ELLA NO LE HABÍA SIDO DADA POR MUJER.-

De esta forma vemos como la ley elimina las características externas (simbolizado por sus vestidos de viudez) que la presentan como ligada a un concepto o doctrina cuya vigencia ha caducado, esta desaparecida.

Tamar, la ley del pueblo judío, eliminó los convencionalismos y apariencias de su característica estática. La viudez es un estado de recordación y respeto a una ley o un concepto cuyas bases de creatividad ya han pasado y están caducas.

Tomó entonces la apariencia velada de una ley fácil de aplicar o medio amoldable a cualquier circunstancia, que no reclama consecuencias ulteriores para cualquier concepto que la utilice, simbolizado por la apariencia de una ramera en este relato, Se presentó a la entrada o posición del nivel donde Judá tenía su lana, sus características defensivas. Aquí vemos como en los primeros pasos de la formación del pueblo de Israel suceden una serie de sucesos que muestran claramente que hasta que no intervenga la mano de Dios y cambie las circunstancias, el recorrido siempre estará lleno de errores y desaciertos. '

Sela, el último concepto vigente que procedió de Judá ya estaba listo para engendrar y cumplir las leyes del levirato. La conciencia del pueblo de Israel ya tenía la suficiente madurez como para recibir rectificación de los caminos que Tamar representaba. Todos los principios deben ser puestos en práctica a través de leyes vigentes de acuerdo con su etapa.

En este ámbito vemos que la tradición en que se desenvolvía el pueblo de Israel, representado aquí por Tamar, no había sido puesta en práctica para conocer los resultados de esa conducta, no había sido engendrada.

Sela, que representaba el pueblo judío de ese nivel, no había cumplido su levirato. Estos pasajes giran alrededor de esta práctica para dejar asentado el valor simbólico de esta ley que es base y fundamento de toda la Biblia.

Mientras Israel permanezca estéril, una y otra vez será entregado a sus hermanos, los pueblos de la tierra para tratar de ser engendrada y tener descendencia de ella. De tal manera pugnan por ser manifestados estos principios que algunas veces una forma de conducta se enmascara detrás de ora, haciendo que el hombre cometa el mismo error indirectamente una y otra vez, cuando en el fondo su actitud obedece a otro principio enmascarado en un suceso ajeno. Es fácil que el hombre se acoja a una forma de conducta por su apariencia externa sin comprender que en el fondo está sirviendo a otra actitud que es la verdadera. Por eso, la ley del levirato hace hincapié simbólicamente en el hecho de que toda forma de conducta tiene que ser puesta en práctica.

No hay un principio, un resultado de un verbo que quede sin su acción.
Todos los conceptos que el hombre concibe han de ser puestos en práctica; todos tienen que demostrar sus resultados. Tamar simboliza el retorno a la raíz santa por medio de la aplicación de uno de los conceptos nacidos de la carne, simbolizado por los hijos de Judá con las mujeres de Canaán. Ahora permanecía en espera de Sela, concepto nacido de la misma línea que sus hermanos, nacidos de Súa. Esta comunión le era negada por la actitud de Judá que lo huía. La comprensión de estos pasajes requiere de una gran concentración y de un esfuerzo analítico profundo a fin de ir hilvanando los hilos de esta trama que forma la imagen de lo Mesiánico.

15.- Y COMO LA VIESE JUDÁ, LA TUVO POR RAMERA, PORQUE SE CUBRIÓ EL ROSTRO.-

Al tener una confrontación con esta actitud, la asimiló como una ley acomodaticia y de fácil aplicación, sin lazos de compromiso, común para todos los estados de conciencia sin consecuencias posteriores.

La ramera, es una ley o estado de cosas de fácil aplicación y adaptable a todo tipo de concepto que tenga contacto sin asociación permanente con ella. Es una situación pasajera y sin trascendencia.

La ciencia es una ramera,
la guerra es una ramera,
las riquezas son una ramera,
las profesiones son una ramera.

Toda actitud sin trascendencia positiva que conduzca a un estado de permanencia vigente, es ramera. Situaciones de goces temporales y sin mayor trascendencia para el espíritu, que es donde cuenta.

Son estados de alivio temporales a los reclamos del cuerpo, pero no dejan huellas permanentes, ni dan soluciones definitivas y de continuidad a todos los niveles a manifestarse posteriormente.

Judá no pudo analizar el cúmulo de cualidades que caracterizaban a Tamar como descendiente de la raíz santa. La tomó pues como una conducta más del mundo; como una ramera ocasional.

16.- SE LLEGÓ ENTONCES A ELLA, AL LADO DEL CAMINO, Y DIJO: ¡EA PUES, TE RUEGO ME DEJES LLEGAR A TI! PORQUE NO SABÍA QUE ELLA ERA SU NUERA. MAS ELLA DIJO: ¿QUÉ ME DARÁS POR LLEGARTE A MÍ?

Durante las confrontaciones se intenta tener contacto pasajero o alivio temporal a la necesidad de creatividad ingente en el hombre. Toda la creación cuenta con un elemento de realización que lo impulsa a trascender. Es el elemento motor de lo creado movido por la influencia motriz del Creador. En el hombre esto se manifiesta como una necesidad de transmitirse, de reproducirse, que le hace entregarse y perseguir una obra hasta alcanzarla.

Esto puede ser interpretado por él como una necesidad sexual hacia cuanta mujer ve, dedicando todos sus esfuerzos hacia ese fin sin percatarse que lo que persigue realmente es eternizarse creativamente. De acuerdo con la gratificación emocional que pretende, persigue o abandona el intento. Esto pudiera asociarse a su necesidad de eternizarse, que al perder su ruta original y deseada en el espíritu, toma los caminos de la carne y se entrega a cualquier promesa de placer cuya meta estará ahora en la carne.

De ahí parte la vehemencia del hombre que pone todos sus esfuerzos y se entrega a las más descabelladas empresas que le cuestan hasta la vida sin darse cuenta que lo que realmente busca es su reunión con el alma pura, el verbo original. Busca su luz eterna. Judá buscó una gratificación temporal sin alcanzar a ver la trascendencia que yacía tras el velo de Tamar, los mandamientos para retornar al camino de la raíz santa y eventualmente a la manifestación del Mesías descendiente de David que surgirá de este acontecimiento que se está ahora fraguando. De esta unión surgirá "el pacificador" que rompería el velo entre los dos mundos.

Esto lo veremos con el nacimiento de Fares que significa rotura. De donde saldría posteriormente David y LO MESIÁNICO. Por eso hubo reclamo de identificación por parte de Tamar, como buscando aclarar la paternidad, declarando a la posteridad la legitimidad de aquella descendencia.

17.- A LO QUE RESPONDIÓ: YO TE ENVIARÉ DEL REBAÑO UN CABRITO DE LAS CABRAS. ELLA DIJO: ¿ME DARÁS ALGUNA PRENDA HASTA QUE ME LO MANDES?

La respuesta de Judá fue la de establecer un ejemplo de obediencia para escalar a las alturas del alma por medio de un seguidor de sus conceptos. El cabrito simboliza el ejemplo de sacrificio y obediencia manifestado en la conducta del cabrito que se presenta en el altar siempre, y que vimos simbólicamente representado en el sustituto de Isaac en el monte en que iba a ser inmolado. Lo veremos también en el guiso rojo de Esaú y lo veremos una y otra vez en los escritos de los profetas, como señal de la ofrenda del hombre hacia Dios como una de las ovejas de su rebaño. Pero ella reclamó una prueba de buena fe.

18.- Y ÉL RESPONDIÓ: ¿QUÉ PRENDA TE DARÉ? Y ELLA DIJO: TU SELLO, TU CORDONCILLO Y EL BÁCULO QUE TRAES EN LA MANO. ÉL PUES, SE LOS DIO Y SE LLEGÓ A ELLA; Y ELLA CONCIBIÓ DE ÉL.-

Se hace necesario para el pueblo judío saber cuál es la prueba de buena fe que se le reclama cuando promete dar un ejemplo de sacrificio y obediencia para escalar nuevos niveles del espíritu con la unión de la ley que se presenta como ramera en estos niveles. La prueba se relaciona con su identidad y pertenencia.

El sello simboliza un pacto. Es la identificación de se pertenece a algo característico y determinado. Es en estas condiciones el símbolo más importante, pues representa su condición espiritual. El cordoncillo (la fe) implica seguridad. Es la precaución o cuidado que se tiene de algo para que no se pierda. Es la garantía de pertenencia. Por último, el báculo (el amor) es el símbolo más significativo de esta transacción. El báculo significa el soporte, la defensa, la ley o autoridad. Es, de acuerdo con Gen 49:10 el símbolo del cetro que habrá de ser apartado de Judá con la llegada del pacificador.
  • No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el pacificador, y a él será tributada la obediencia de las naciones.
Aquí se está anunciando simbólicamente el advenimiento del pacificador que se compromete con Judá por medio de la unión con Tamar, que resultó ser el inicio de las alabanzas del otro lado del muro por medio de este pacto.

Todos estos hechos son anuncios proféticos que simbolizan alegóricamente el curso del alma del hombre en su ruta hacia la promesa de alcanzar el nivel mesiánico que lo convertirá en Shiloh.
Simbolismos proféticos que están en todos los pasajes de la Biblia tejiendo una trama que no aparece literalmente, pero que se perfila por medio de las sugestivas escenas metafóricas que se presentan en todas sus páginas. Y se entregó el pueblo judío al reclamo atractivo de la raíz santa que aquí se le manifestaba en forma velada para no ser reconocida tras su disfraz de ramera.

Se manifestó la concepción del engendro ideal que surgiera de Israel representado aquí por Tamar como la novia del Esposo Amado.
Se llevó a cabo la unión del ideal de alabanza de la raíz santa con la ley no engendrada. La no concebida aún, la al parecer ramera.
De ahí surgirá la negación del pueblo de Israel de esta unión que durará hasta la comprobación de que dicha unión lleva el sello de identidad o pertenencia a Israel que depositó la vara del gobernador en manos de Judá hasta la llegada del pacificador, latente en el vientre de Tamar como mensajera del Espíritu Santo de la promesa. De esta forma quedó cumplido el levirato en el alma del hombre.

19.- Y LEVANTÁNDOSE ELLA, SE FUE Y QUITÓ EL VELO DE SOBRE SÍ, Y SE VISTIÓ LOS VESTIDOS DE SU VIUDEZ.-

Una vez consumados los hechos, llevándose a cabo la unión esperada, la ley de los mandamientos, representada por Tamar en estas circunstancias, tomó su nivel original, dejando la apariencia de ley fácil, ramera, como parecía ser en la unión inicial. Se presentó entonces como viuda. La viuda simboliza una ley que no tiene concepto que la represente, De esta forma luce sin fundamento, sin defensa que la sustente. Así se halla hasta el día de hoy la viudez del alma del hombre como si no hubiera sido engendrada por la simiente santa en su corazón y en su mente. La conciencia espiritual del hombre se viste las ropas de la ramera de las naciones comulgando con todas las ideologías y falsedades que se predican en las esquinas del mundo hasta que pueda tomar la prenda de la raíz santa (el amor) y su báculo (la fe) para así engendrar el HIJO DE DIOS en el alma del HOMBRE.

20.- Y ENVIÓ JUDÁ EL CABRITO DE LAS CABRAS POR MANO DE SU AMIGO EL ADULLAMITA, PARA RECOBRAR LA PRENDA DE MANO DE LA MUJER; PERO ÉL NO LA HALLÓ.-

La raíz santa le transmitió al pueblo judío la promesa de escalar a niveles más elevados del espíritu. Esto es hecho por medio de actuaciones carnales, representadas por Canaán en la figura de su amigo adullamita.

El envío del cabrito simboliza la restauración de poderes de Judá. Estos poderes habían sido entregados en prenda a la supuestamente ramera. Con esto se está representando la entrega de la promesa de la raíz santa a la raíz gentil de la carne. NOTA: Hay que seguir con suma atención el curso de los simbolismos a fino de no perder la ruta del mensaje oculto detrás de la letra. Aquí se intenta establecer la relación existente entre la ley y la carne. Esto lo vemos en el hecho de que el cabrito fue enviado por manos del adullamita que era de la descendencia de Canaán. Por estos caminos resulta imposible establecer contacto positivo. El adullamita, que aquí simboliza el contacto entre las partes de los dos lados del muro, no logra hacer la conciliación.

Esto nos deja interpretar que la conducta del pueblo judío en estas circunstancias era acorde con la carne y no con el espíritu, ya que no se mostró personalmente a cumplir su parte del pacto. Es menester que veamos a Judá no como uno de los hijos de Jacob literalmente y tomemos sus actitudes materiales como el motivo de esta historia tan trascendental ya que estamos viendo la preparación del nacimiento del rey David y según las profecías del advenimiento del Mesías. Debemos verlo como uno de los elementos simbólicos de Israel que representa la conducta del hombre que busca a Dios, siendo Judá el pueblo judío que posteriormente lo veremos separado de Israel como si fuera una división aparte formando su reinado independientemente del resto de las demás tribus. Incluso veremos las luchas de las dos tendencias donde Judá entregará el cetro al pacificador encargado de lograr la unión definitiva de las dos partes.

Con estos pasajes podemos vislumbrar el advenimiento de LO MESIÁNICO que no será reconocido como parte de Israel, ya que el pueblo judío había entregado como prenda de esta unión su báculo, su sello y su cordoncillo. La entrega de estos elementos simboliza la entrega de poderes a los cuales se les restó importancia en su momento decisivo.

Esto es similar a cuando Esaú entregó su primogenitura por el placer momentáneo de la carne; en aquel entonces representado por un plato de guiso rojo.
El envío del cabrito simboliza el trueque para recuperar el poder o descendencia de la raíz santa nuevamente. El cabrito simboliza trueque. Entregó su fe a los poderes de la raíz santa a cambio del placer de la carne, simbolizado aquí por esta ramera ocasional. Un ritual o religiosidad acomodaticia y de fácil satisfacción a la vez que sin mayores responsabilidades o ataduras definitivas. Estos es lo que se presentaba a los ojos del pueblo judío.

21.- Y PREGUNTÓ A LOS HOMBRES DE AQUEL LUGAR DICIENDO: ¿DÓNDE ESTÁ LA PROSTITUTA DE ENAIM QUE SE SENTABA JUNTO AL CAMINO? MAS ELLOS DIJERON: NO HA HABIDO AQUÍ NINGUNA PROSTITUTA.-

La alabanza (Judá) busca tomar conocimiento de los conceptos que están en esos niveles espirituales, simbolizado por los hombres de aquel lugar. Intenta saber dónde se halla la supuesta ley de fácil acceso que él había conocido para disfrute del placer momentáneo. Aquella actitud con la cual él se había comprometido ligeramente y que estaba orientada por esos senderos. Esta es la búsqueda constante de la mayoría de los religiosos que buscan encontrar un medio fácil para cumplir con las cosas del espíritu al cual tienen empeñada la fe y la moral (El báculo y el cordoncillo)

Los conceptos de la altura espiritual de niveles elementales, no pueden tener conocimiento de estos hechos ya que no están preparados ni listos para comprenderlos "no la habían visto". Con esto se nos presenta, aunque un tanto distorsionado, el intento de conciliación de ambas partes del muro por medio de los conceptos convencionales del mundo de esa altura. Un encuentro entre los no religiosos y los apegados a una tendencia religiosa.

Esto resulta totalmente imposible, ya que el mundo no tiene posibilidades de mostrar la forma de conciliar las tendencias religiosas o filosóficas que buscan leyes rituales de fácil aplicación, con los buscadores del Espíritu Santo de Dios Por el contrario, para ellos no existen tales leyes de conciliación de las partes en esos niveles. Ellos tienen la limitación de sus capacidades que no les permite ver los acontecimientos del espíritu ya que están envueltos en las cosas de la carne y del mundo.

22.- DE MANERA QUE ÉL VOLVIÓ A JUDÁ Y DIJO: NO LA HALLÉ; Y TAMBIÉN LOS HOMBRES DE AQUEL LUGAR DECÍAN: NO HA HABIDO AQUÍ NINGUNA PROSTITUTA.-

Para el pueblo judío de la época, se hizo patente que no existe una ley de fácil captación (ramera) en los grados en que se dice existe. Así mismo se establece que los conceptos vigentes en ese nivel del espíritu manifiestan su falta de conocimiento de una ley de alivio temporal o estado de paz para los reclamos de la carne en ese ámbito donde el pueblo judío pretende presentarla y haber conocido de esa conducta (simbolizado por la prostituta)

Como vemos, estos pasajes, al pasar por ellos materialmente tomando solamente su significado literal, parecen no tener importancia y se muestran como sin trascendencia a simple vista. Pero los valores simbólicos de estos pasajes arrojan una luz verdaderamente trascendente si es que asociamos parabólicamente los hechos materiales ocurridos en esos momentos con la historia de la humanidad en su lucha por alcanzar las alturas máximas del espíritu, después de la entrega del báculo y el sello, así como el cordoncillo (la fe y las escrituras) a las naciones de la tierra por medio del pacificador. Le fue entregado a la mencionada ramera (Israel, aún en el vientre de Tamar) con esta promesa de mansedumbre, simbolizado por el cabrito de las cabras que se le prometió en el relato, simbolizado por la actitud mesiánica de mansedumbre en el espíritu al escuchar la voz del pastor, el Señor Dios.

NI el pueblo judío (aún en los lomos de Judá en este relato) ni los gentiles, representados por Hira, el adullamita mensajero de la carne, ni las naciones de la tierra, representado por los hombres de aquel lugar vieron en su verdadera esencia la trascendencia de aquella unidad que cumplía las leyes del levirato de una forma velada, trayendo la raíz santa a su seno original.

Esta representación de los hechos presentados a la ley como una ramera a fin de ser engendrada por el Espíritu Santo de la raíz santa, se presenta como una prostituta velada, una forma de satisfacción pasajera que no puede ser comprendida por los hombres de esos niveles ya que es necesario escalar a las alturas del espíritu mesiánico para poder entender la trascendencia de estos hechos que siguen estando vigentes hasta el día de hoy. Aún el pueblo judío aguarda encontrar la ramera donde perdió su sello, su báculo y su cordoncillo como gobernador, en espera del pacificador de las naciones, el grado mesiánico que ha de abrir los ojos a los ciegos y dar oído a los sordos para que puedan entender las cosas del espíritu y hallen, al fin el día de reposo (Shabat) para sus atribuladas almas.

Creemos que aún resulta velado para muchos el hallar la luz escondida en estos senderos ocultos tras la espada encendida que aún se revuelve, que Dios colocó a las puertas del paraíso (Gen 3:24) Esta espada es la multitud de filosofías y conceptos del mundo que sólo siembra disensiones y contiendas. Mantiene guardado el camino hacia el árbol de Vida, permitiendo la entrada hacia el árbol del bien y del mal, símbolo de la duda de la fe en el cumplimiento de la promesa para las almas puras.

23.- ENTONCES DIJO JUDÁ: TÓMESELO PARA SÍ, PARA QUE NO SEAMOS AVERGONZADOS. HE AQUÍ, YO ENVIÉ ESTE CABRITO, Y TU NO LA HALLASTE.-

El pueblo judío acepto la pérdida de sus piezas de identidad con total indiferencia. Esta es una forma de hacer notorios los errores internos manifestándose como comunes y sin importancia. La vergüenza simboliza los sentimientos o concepciones íntimas, son los elementos de transmisión más personales. Al referirse a no ser avergonzado, simbólicamente se está haciendo alusión a no querer enseñar las debilidades internas que se posee, así como la capacidad propia de concepción y creación.

Se había señalado un deseo de superación o sentimiento de escalar altos niveles, simbolizado por el cabrito, aunque de condición rebelde, intentando recuperar de esta forma sus piezas de identidad, pero el medio no había sido efectivo, pues no había establecido contacto con ella. Esto, de acuerdo con su condición de rebelde, no lo hacía responsable de haber incumplido una promesa pendiente.

Esta historia es una parábola que nos muestra la conducta del pueblo judío creyendo tomar contacto con leyes, al parecer fáciles (ramera) para tener placeres o disfrutes momentáneos, creyendo no tener mayores consecuencias, sin tener en consideración las promesas o los compromisos a que se expone al no darle importancia a las consecuencias. Creyó haber cumplido y compensado sus faltas con la promesa de transmitir o pagar con un deseo de salvación y elevación trocado, símbolo del cabrito que no representa fe u obediencia, sino rebeldía de los que no escuchan la voz del pastor de las ovejas.

24.- MAS SUCEDIÓ QUE COMO A LOS TRES MESES FUE DADO AVISO A JUDÁ DICIENDO: TU NUERA TAMAR HA ESTADO FORNICANDO Y HE AQUÍ TAMBIÉN ESTÁ PREÑADA DE SUS FORNICACIONES. Y DIJO JUDÁ ¡SACADLA PARA QUE SEA QUEMADA!

Después de un ciclo de tres tiempos, tres pasos que complementan un ciclo de evolución:
  1. Concepción
  2. Comunicación
  3. Realización
Se produjo entonces una transmisión de conocimientos hacia el pueblo judío (Judá) símbolo de ritual o alabanza elemental de los primeros grados. Esta comunicación o conocimiento presentaba a la ley de los mandamientos (Tamar) que era la encargada de volver al pueblo al seno de la raíz santa, como si hubiera sido expuesta a otro patrón o ideal fuera de los lazos de pertenencia original, pudiendo ser propiciadora de nuevas oportunidades de conducta o manifestaciones ideales futuras, simbolizado por el hecho de estar preñada. Ahora se pensaba en el pueblo judío que la promesa de vida llevaba una corriente ideal de otros conceptos que no eran los señalados por unión permanente (matrimonio) con sus derivados o hijos.

La respuesta de conducta del pueblo judío fue la de intentar eliminarla de sus límites de protección o nivel espiritual, para someterla a una purificación o pérdida de vigencia falsa por medio de tribulaciones, simbolizado por la intención de quemarla. Colocarla a eliminación total para purificación de las bases y principios que habían engendrado en ella. Quemar simboliza consumir todos los elementos componentes de un todo por medio de pruebas y fallos de convicción ante los errores, depurar lo impuro.

Este simbolismo pretende demostrar que la trascendencia del pueblo judío en su intento de hacer fértiles a sus hijos trayéndolos al seno de la raíz santa, desposándolos, conjugándolo por fusión con una ley seleccionada por él para trascender en el espíritu, había sido infructuosa. Ahora, ante sus ojos, ante su capacidad de entendimiento, esa ley había sido utilizada y engendrada por conceptos desconocidos e impropios. Ahora la solución era, de acuerdo con su criterio, someterla al fuego o tribulación probatoria hasta eliminar los conceptos impuros que la sostenían. Esto es similar a comer del árbol del bien y del mal. Toda prueba de una fe que se efectúa por medio de tribulaciones y anulaciones de los logros anhelados, toda confrontación o negación de una forma de producir logros, es una prueba de fuego, es un medio de depuración devastador.

Es la condición en que por muchos recursos que se pongan en práctica para obtener resultados no se logra el propósito buscado, sino que por el contrario sólo se consigue hacer más estéril el esfuerzo. En este relato Tamar, símbolo de los mandamientos encargados de traer al pueblo judío al camino de la raíz santa, debía ser depurada, purificada hasta su base de acuerdo con lo expresado por Judá, uno de los componentes del pueblo de Israel, que son los componentes del hombre que busca a Dios. NOTA: estamos insistiendo en la separación de Judá e Israel, como definiendo la diferencia existente entre ambos de acuerdo con la interpretación simbólica de cada uno de ellos. Mostramos a Judá como el pueblo judío, que es uno de los integrantes del pueblo de Israel, que es el conglomerado de intenciones de los que buscan a Dios.

25.- ELLA PUES FUE SACADA: MAS ENVIÓ A DECIR A SU SUEGRO: DEL VARÓN CUYAS SON ESTAS COSAS YO ESTOY PREÑADA. DIJO MÁS: TE RUEGO RECONOZCAS Y VEAS DE QUIÉN SON ESTAS COSAS, EL SELLO, EL CORDONCILLO Y EL BASTÓN.-

Los mandamientos fueron sacados de su medio original estableciéndose un repudio de la nueva forma que estaba gestándose en el seno de ello. Se le colocó en un ámbito diferente donde debía ser purificado. Pero se produce una manifestación de la comunicación de que los principios recibidos proceden directamente de Dios, definitivamente de la raíz santa que se halla en el pueblo judío. El semen divino (la Torah) ahora se hallaba en su vientre preparando el camino para la llegada del Mesías y la promulgación de los mandamientos al otro lado del muro. Se produce una aclaración de que la procedencia de su engendro es una continuidad de la vigencia del Israel de arriba. En estos mandamientos se encuentra la identidad del pueblo judío.
  1. El pacto de la ley de la promesa que es El sello.
  2. La fe que mantiene firme las almas atadas a su principio que es El cordoncillo
  3. El símbolo más significativo de la palabra de Dios entregada al pueblo de Israel que es El báculo, La Torah.
Esta parábola señala al cachorro de león, Judá, el pueblo judío, como el único señalado para cumplir el levirato, ya que sus hijos, nacidos de Canaán, no pudieron efectuarlo. Por ello es necesario que pase por las confrontaciones de la ley (Tamar) vestida de ramera, exigiéndole sus señales de identidad como trueque por la conducta rebelde que éste le ofreciera (el cabrito)

Este es un simbolismo para señalar que habrá un retorno a la fe verdadera a través de lo que parece ser un camino fácil y prostituido pero que en el fondo encierra los poderes de la raíz santa enmascarada. Aquí se manifiesta como un hecho sin verdadera importancia para las generaciones venideras, pareciendo no tener más trascendencia que una de carácter tradicional y genealógico. Tamar es la prueba de la fe y la paciencia que se desprende de la raíz santa para aguardar su momento propicio para manifestarse como tal. Ella está siendo mostrada como capaz de producir los hechos del levirato, aún en contra de la voluntad del mundo, o a pesar de los temores de perdida de vigencia que mostrara el pueblo judío con relación a su tradición, que son los hijos de Súa, la cananita, las leyes del mundo. En este relato, el pueblo judío busca la satisfacción de los placeres carnales, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida al entablar relación con "la ramera" simbolizando una ley fácil, una norma de conducta de placer y disfrute justificado que en realidad lleva oculta de una forma velada la consolidación del pueblo de Dios.

De esta unión saldrá genealógicamente la raíz de Isaí y de allí "el Pacificador". Todo muy elaborado y enmascarado, presentando en este relato de una forma que parece muy baladí y sin importancia, pero que en la lectura del fondo simbólico de las cosas muestra el hecho de la prédica de los conceptos de alabanza a Dios se manifestará hacia todas las naciones de la tierra. Al mostrar el sello, el cordoncillo y el báculo, hace notorio simbólicamente el hecho de que llegará el momento de identificación de que hay una procedencia común entre la corriente que mueve a las naciones de la tierra, el pueblo gentil, con la base principal u original que aquí sustenta Judá, símbolo del pueblo judío. Esto es como una declaración de que todo lo transmitido al pueblo gentil, a las religiones que surgieron de este principio, están contenidas y vienen directamente de Judá, el pueblo judío. Aquí se anuncia la reconciliación de la fe de todas las tendencias en una sola y original ya que la semilla que engendró a Tamar, era la de la raíz santa de Judá. Esta es la esperanza de la unidad de la fe cuando llegue el momento del reconocimiento de las prendas originales de ambas.
  1. El sello que es el pacto de la promesa.
  2. El cordoncillo que es la fe que mantiene firme las almas atadas a su principio.
  3. El báculo, LA TORAH, la Biblia, que es el símbolo más significativo de la palabra de Dios entregada al pueblo de Israel, teniendo a Judá como conexión o alabanza de esto.


26.- Y LAS RECONOCIÓ JUDÁ, Y DIJO: MÁS JUSTA ES ELLA QUE YO; POR CUANTO NO LA HE DADO A SELA MI HIJO. Y NO LA VOLVIÓ A CONOCER MÁS.-

Al reconocer las prendas de su identidad, el pueblo judío (representado por Judá) hace una ejemplarización de la ley de los mandamientos (Tamar) como más de acuerdo con el ideal de perfección que lo que él es. Con esto se quiere dar a entender que este intento de retorno a la fe por medio de la ley presentada en esta oportunidad, tiene mayor altura espiritual que el propio pueblo judío que a su vez forma parte del pueblo de Israel.

Esto se comprobó al mostrar la negación del pueblo judío a la unidad de la fe con los integrantes del pueblo gentil, simbolizado en este hecho por Súa la cananita de la cual había tenido hijos que resultaron estériles e incapaces de cumplir el levirato. Este es el simbolismo de que por medo del desvío hacia las hijas de Canaán, representantes de las cosas del mundo, no se alcanzaría el grado de HIJO DE DIOS, dada la esterilidad de Er y Onán, hijos de Súa.

Por esto, con la unión velada, los acontecimientos enmascarados del encuentro con Tamar, presentada como "ramera", surgiría el hijo que sería el primogénito del Espíritu Santo. Es menester que surja una búsqueda sin objetivo determinado y que se presente un contacto sin identificación definida de fácil acceso (prostituta a los ojos del pueblo judío) de cuyo contacto surgiría el grado mesiánico.

Esta será una filosofía que no estará identificada con ninguna tendencia establecida; de manera que el pueblo judío sea despertado como leona arrebatadora (Gen 49:9} estableciéndose la lucha entre las ideologías que componen el pueblo de Israel, que representa las distintas tendencias del hombre que lucha con Dios buscando sus caminos. Estos son los pasajes más controversiales de la Biblia y los menos entendidos de la Biblia. Ellos están colocados en este libro del Génesis, como una evidencia de que pertenecen a los cánones de formación del espíritu del hombre.

Está aceptado como uno de los libros que componen el Pentateuco (la Torah, como lo llaman los judíos) los cinco primeros libros considerados como los más importantes y verdaderamente inspirados por Dios. Ellos contienen todos los elementos simbólicos de las etapas evolutivas del hombre a través de todos los niveles del espíritu. Parte desde el día de la creación, símbolo del inicio de del alma MESIÁNICA, hasta el día del reposo, simbolizado por la llegada a la tierra santa, Jerusalén la de arriba. En este día de reposo que aún no puede ver el hombre, descansarán todas las fuerzas divergentes. Terminarán las luchas al converger todas en un mismo punto: ISRAEL, el padre espiritual de las naciones, la altura universal del Espíritu del hombre, la ciudad santa.

En este transcurso de los procesos históricos, desde la ocurrencia de estos hechos hasta el día de hoy, vemos como la descendencia del pueblo judío no ha alcanzado a producir SU HIJO en el Espíritu, quedando aún pendiente el levirato por medio de ellos. Esto lo vemos por medio del hecho de que las religiones surgidas de la entrega de la ley santa a los pueblos gentiles, esta no ha dado el fruto ansiado. TAMAR: la ley de los mandamientos, no ha sido engendrada. Ella permanece esperando en el camino con el velo de lo desconocido, a que Judá pase y la engendre veladamente (Parábola profética de la resurrección del HIJO DE DIOS).

Israel sigue en espera del amado que trae la llave que destila miel y mirra e incienso. Como paloma en celo espera la voz del amado (Cantar de los cantares)

27.- Y ACONTECIÓ QUE AL TIEMPO DE PARIR, HE AQUÍ QUE HABÍA MELLIZOS EN SU SENO.-

Llegó la etapa de la concepción de la nueva característica del hombre. El momento en que se verían los resultados de poner en práctica un nuevo concepto por medio de su ley. Tiempo de demostrar la descendencia de aquella unión irregular.

Este es el momento en que se ha de manifestar lo que surgiría de esta unión velada. Se anticipa la formación de dos tendencias o corrientes filosóficas. Se repite el mismo suceso que Esaú y Jacob. Esta es la eterna lucha de las dos tendencias, la carne contra el espíritu. Aquí se muestra el advenimiento de la confrontación del deseo contra la razón. El enfrentamiento del sentimiento contra el entendimiento.

Los mellizos siempre simbolizan dualidad dentro de un mismo estado de cosas. Son Caín y Abel, el Seol y el Cielo, lo Satánico y lo Mesiánico.

28.- Y SUCEDIÓ QUE CUANDO PARÍA, EL UNO SACÓ LA MANO; Y TOMÁNDOLA LA PARTERA, LE ATÓ UN HILO DE GRANA, DICIENDO: ESTE SALIÓ PRIMERO.-

Al llegar el momento de hacer aparición en el ámbito de las formas, una de las dos tendencias mostró su condición anticipadamente haciendo manifiesta sus probabilidades de conducta, simbolizado por el sacar la mano anticipadamente. El medio reinante que da paso a los hechos de acuerdo con sus características, simbolizado por la partera que son las leyes que ayudan a que se consume un hecho, le señaló una interpretación de acuerdo con las características paganas de aquella época atándole un hilo de grana. Se estableció de esta forma que la adoración a Dios por medio de rituales, sería la primicia a ofrecer.

Todo este relato, de no ser interpretado por medios simbólicos, no cabe en la mente del hombre de hoy debido a sus conocimientos de los procesos biológicos, a mas de resultarle un tanto legendario. Para la mente del buscador de los misterios de las cosas de Dios ocultas detrás de los símbolos, no cabe duda que esto resultaría como demasiada coincidencia ya que siempre presentan los hechos de una forma similar aunque bajo diferentes circunstancias, manifestando que la ley es anterior a la gracia, y la asociación de esta con el rojo como marca de las cosas de la carne.

Por esto es menester hurgar todos los rincones de la Biblia e hilvanar uno tras otro los hilos de la trama oculta entre líneas hasta hacer luz de las tinieblas. Resolvemos de este hecho que el concepto que surgiría de la unión de la raíz santa (Judá) con el retorno hacia los caminos del espíritu (Tamar) fue distorsionado por la intervención de la partera que simboliza el medio colaborador al advenimiento de nuevos conceptos y leyes. Así, las condiciones reinantes no marcarían la naturaleza de estos conceptos de acuerdo con su entender a las cosas de Dios en este nivel.

29.- MAS ACONTECIÓ COMO ÉL RETIRASE LA MANO, QUE SALIÓ SU HERMANO. Y ELLA DIJO: ¿CÓMO TE ROMPISTE ESTE PASO? ¡SOBRE TI ESTA ROTURA! FUE LLAMADO PUES FARES.-

La promesa mesiánica no manifestó su presencia como primicia del encuentro con Dios, sino que se retiró hacia las tinieblas haciendo aparición la otra tendencia que venía junto con ésta.

El medio propiciador de los acontecimientos que produce el nuevo orden de las cosas ayudando en la introducción de los principios que están por manifestarse en el hombre (la partera) hizo una diversificación de los hechos. Se estableció que debía verse las cosas de una manera diferente a como se presentaron. Se pensó que LO MESIÁNICO sería una cosa, pero ocurrió otra. Se creyó que la ley lograría la primogenitura en la raíz santa y se le marcó como tal atándole un hilo de grana como símbolo de relación con la carne. Pero surgió una rotura, una liberación de fuerzas desconocidas. Esto se estableció como una rotura en el orden aparición.

La tendencia esperada por Israel, símbolo de las tendencias de los que buscan a Dios (las religiones en general) era la de manifestarse por medio de la ley (hilo de grana) símbolo del primer pacto.
La huella de la sangre, la descendencia carnal que estableció la partera, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida, fue símbolo de las condiciones del hombre en ese nivel espiritual.

De esta forma se estableció la continuidad de Israel como producto de la carne. Pero al igual que en Jacob contra Esaú, se produjo un cambio. Esto se infiere en la acción de meter la mano, salirse del camino produciendo la rotura. Esta fue la grieta que abrió los caminos de Judá, el pueblo judío, hacia el otro lado del muro donde reinaría José, (El faraón le puso a José el nombre egipcio de Safenat-panéah, y lo casó con Asenat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On)

Con esto, la tendencia hacia la unidad de la fe que es otra de las características del hombre que busca a Dios como el que lucha con Dios, señala la injerencia de la naturaleza mágica dentro de la raíz santa.

Farés, significa rotura. Marca la huella del rompimiento con lo convencional hasta la llegada del pacificador o legislador (Gen 49:10) La ley de la carne no sería la que predominaría ni reinaría, aun cuando su mano, simbolizando su tradición, su forma de conducta, fuera la que reinaría en ese nivel prevaleciente de las cosas del espíritu.

Hizo irrupción la rotura establecida por el Espíritu Santo para que de esta forma se rompiese las barreras convencionales y tomase su lugar esta "rotura" que daría la prioridad a José como bendito del padre, al Nazareo, o dedicado a Dios de acuerdo con (Gen 49:25-26) De esta forma, este suceso viene a ser la parábola de la rotura de Israel con lo MESÍAS, para que se produjese la rotura. Abrirá Farés (rotura) la puerta de contacto que sustituirá la ley abriendo los caminos que eran anticipados a la gracia manifestada por primera vez. Después de producirse el entrenamiento de la ley ZARA, el anatema que trataremos a su debido tiempo.

30.- Y DESPUÉS SALIÓ SU HERMANO, EL QUE TENÍA EN LA MANO EL HILO DE GRANA, Y FUE LLAMADO ZARA.-

Zara simboliza el concepto social legal nacido después de las escrituras. Cuando la Torah sale del pueblo judío hacia las naciones gentiles, se forma una corriente o estado de cosas que se enfrenta a la gracia con sus características legales, señalado por el hilo de grana que significa la ley del mundo, su sangre filosófica. Farés antecede a David como base característica del establecimiento del pueblo judío en comparación con los pueblos que le rodean durante la manifestación de todas las formas religiosas que componen el Israel espiritual.

Aquí hacemos una confrontación entre todas las interpretaciones sociales que surgen de la "rotura" o exportación de la ley a las naciones del mundo y la interpretación del pueblo judío como uno de los componentes de la manifestación Israel, o el hombre que lucha con Dios. Zara simboliza la apostasía o anatema. Él tomó el manto babilónico durante la conquista de la tierra santa y eso nos da pie para esta interpretación.

Esto ocurrió a través de Acán, hijo de Zara representando la contraparte de Farés en la conquista de la tierra prometida por Dios al pueblo de Israel. NOTA: Estamos haciendo la comparación de las características del hombre en su lucha por alcanzar los grados más elevados del espíritu. Lo estamos haciendo de forma tal que comprendemos resultad difícil entender la ruta de los símbolos en la forma en que lo llevamos. Vemos nuestro análisis enfrentarse a las ideas convencionales y literales de las interpretaciones que ven a los integrantes de los sucesos bíblicos como meras figuras históricas y no como representaciones simbólicas de los distintos niveles del espíritu del hombre eh su evolución, repitiéndose posteriormente en los pueblos que tomaron esta característica.

Cada personaje bíblico tiene una forma de manifestarse que sirve de influencia a millones de seres que adoptan esa misma formación aunque bajo diferentes circunstancias y épocas aunque con el mismo resultado, positivo o negativo, de acuerdo con el patrón que los originó. Por eso, al presentar al pueblo judío como un integrante del símbolo Israel, comprendemos que esto resulta difícil de entender ya que choca con el concepto que tiene cada uno de los integrantes de este símbolo. Esto hace que Israel sea visto sólo desde un punto de vista físico como el pueblo judío, cuando en realidad éste es sólo una de la expresiones del Israel espiritual, aunque tal vez la más destacada como tal hasta el momento.

Insistimos en llamar a Israel símbolo, ya que ese es el nombre que alcanzó Jacob, después de su lucha con el ángel, dando a entender que esta es una condición del hombre que cambia su actitud carnal, los afanes, las riquezas y los placeres de la vida y empieza a vislumbrar las cosas del espíritu (ve a Dios cara a cara en Peniel) En estas condiciones podemos entender que son hijos de Israel todos aquellos que nacen de este principio evolutivo que vence las pasiones carnales y logra ver los grados ascendentes y descendentes del espíritu, en la visión de la escala que recibiera el hombre en Betel, donde vislumbra ángeles subiendo y bajando del cielo a la tierra.'

Es necesario colocar todos los símbolos en su verdadera posición y conjugarlos así en su forma más efectiva. Entendiendo los grados más elevados en la medida en que se avanza en la interpretación de las escrituras acompañándolo del intento más ferviente y firme por mejorar el estado interno de quien está interpretando. Cada vez que se logra "matar" (por llamarlo de algún modo) un pedazo de hombre carnal que vive latente en la entrañas, se abre un velo del entendimiento de las cosas del espíritu entrando en los caminos del Israel espiritual y la promesa de alcanzar la tierra prometida, donde el alma ha de reposar.

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