"G É N E S I S       X X V"

1.- PERO ABRAHAM HABÍA TOMADO OTRA MUJER, LLAMADA CETURA.-

El concepto de la fe (Abraham) había adquirido una nueva característica de actuación. Otros conceptos habían surgido de esta nueva oportunidad que también tuvo influjos de la raíz santa. Al seguir las genealogías, nos toparemos con influencias que cada personaje caracteriza. Esta otra mujer que Abraham tomó como concubina, tuvo trascendencia posteriormente en las confrontaciones de Israel con la línea de la carne. El más importante de todos será el de Zipora, la mujer que tomó Moisés en el desierto, que también tenía la corriente genealógica de Abraham, a través de Madian, su hijo con Cetura; esta concubina que aquí entra en funciones. Los estudios genealógicos, al tratarlos retrospectivamente ayudan a descifrar simbolismos encerrados en intervenciones anteriores o posteriores, al parecer, sin importancia.

Los capítulos 2, 3 y 4 son datos genealógicos que eludiremos para futuros estudios con relación a las genealogías posteriores.

5.- Y DIO ABRAHAM TODO CUANTO TENÍA A ISAAC.-</b>

Todos los logros alcanzados por Abraham, se reflejaron en Isaac que representó desde ese momento la altura espiritual máxima de la raíz santa, el Espíritu Santo, de la parte Mesiánica que se escenificó en esa etapa.

6.- MAS A LOS HIJOS DE LAS CONCUBINAS QUE TENÍA ABRAHAM, LES DIO ABRAHAM DONATIVOS; Y VIVIENDO AÚN ÉL, LOS ENVIÓ LEJOS DE ISAAC HACIA EL ORIENTE, A TIERRA DEL ORIENTE.-

Los conceptos nacidos de la experiencia de Abraham fuera de la línea genealógica de la raíz santa (SARA) no tuvieron toda la herencia espiritual que Isaac había asimilado. Aunque sí tuvieron sus intervenciones en el proceso espiritual evolutivo del Espíritu Santo, mientras se manifestaba en el pueblo de Israel. Fueron instrumentos de orientación y formación de los descendientes de Isaac, durante sus confrontaciones en el Oriente. El oriente simboliza la búsqueda del concepto, la salida de la luz, orientarse, buscar referencia por la luz. Estos donativos representan conceptos y experiencias que evolucionaron en los pueblos que salieron de estos hijos de Abraham. Estos son filosofías con influencias y afinidades de la corriente de la raíz Santa. búsqueda del Espiritu Santo.

7.- Y ESTOS FUERON LOS DÍAS DE LOS AÑOS DE LA VIDA QUE VIVIÓ ABRAHAM; CIENTO SETENTA Y CINCO AÑOS.-

La numerología puede conducir a estudios cabalísticos especulativos; por lo cual el intento de profundizar en esto puede ser negativo, ya que puede abrir puertas a especulaciones mágicas e intentos de adivinación. Pero intentaremos dar una pequeña base simple como punto de partida a esta interpretación de las edades que tanta contienda ocasiona. Dios. Principio. Unidad. Armonía. Amor. Ideal supremo. División. Separación. Diferenciación. (Gen 1:6 2º día de la creación) Tríada. Evolución. Creación. Trinidad. Plenitud sectorizada. Definición, Inicio del conocimiento. Rutas (Gen 1:14-19) Vigencia. Conducta. Actuación. Posibilidad. Vida. (Gen 1:21-25) Imitación. Imperfección. Copia. Representación incompleta. Hombre imperfecto. Concepto inconcluso. Etapa animal./ Reposo. Plenitud. Perfección. Fin de una etapa. Develación. Purificación. Limpieza. Pacto. Membresía. Iniciación. Ritualismos. Nacimiento. Entrada. Fecundidad. Gestación. Misterios. Velo. Obediencia. Fe. Conjugaciones infinitas evolutivas. Los demás números son conjugaciones de los números básicos. Ejemplo: El 175 de los años de Abraham, podemos interpretarlos así: Ideal armónico de Dios. Principio de algo. Plenitud. Perfección de su etapa al llegar al reposo. Actuación con vigencia positiva. Vida pasional de la raíz santa. No cabe duda de que la vida de Abraham se define claramente con los años de su edad al terminar su etapa.

8.- Y EXPIRÓ ABRAHAM Y MURIÓ EN BUENA VEJEZ, ANCIANO Y SACIADO DE DÍAS; Y FUE AGREGADO A SU PUEBLO.-

Llegó al final de su representación dentro de la manifestación de la dimensión de este lado del velo. Cumplió su ciclo a plenitud y todas sus etapas satisfechas a cabalidad/ Se sumó a la manifestación del Espíritu Santo representado hasta ese punto. La raíz santa se va manifestando paso a paso, grado a grado dentro de esta dimensión hasta manifestar plenamente a LO MESIÁNICO, el ejemplo de lo perfecto, del cual Abraham es uno de sus componentes importantísimos, ya que él representa la fe, que es la base de toda escala; la piedra sobre la que descansa la ciudad de los hijos de Dios: Jerusalén, la de arriba, la celestial; la perfección del hombre en su plenitud, en el grado MESÍAS.

9.- Y SEPULTÁRONLE ISAAC E ISMAEL SUS HIJOS EN LA CUEVA DE MACPELA, EN EL CAMPO DE EFRÓN, QUE ESTÁ EN EL FRENTE DE MAMRE.-

La cueva de Macpela, como ya vimos con anterioridad a la muerte de Sara, simboliza la primera porción de tierra redimida. Es la Jerusalén detrás del velo. Es la tierra comprada por Abraham como prueba de separación de los hijos de Canaán. Es como una avanzada de la Jerusalén de arriba. Marca una vigencia espiritual a través de la dimensión del tiempo y del ideal santo en su manifestación. Es como si estuviera formando una altura espiritual dentro de las otras, pero sin estar mezcladas y sin perder la vigencia a pesar del paso del tiempo. Es la antesala de lo que se conoce como el Reino de los Cielos, ya que representa lo niveles más elevados de la condición humana en su etapa pasional. Isaac e Ismael iniciaron la nueva etapa del ideal añadiendo a Abraham a la porción del Espíritu Santo ya manifestado.

10.- CAMPO QUE HABÍA COMPRADO ABRAHAM A LOS HIJOS DE HET. ALLÍ FUE SEPULTADO ABRAHAM CON SARA SU MUJER.-

El sepulcro simboliza la salida de la manifestación de la forma, así como el nacimiento es la entrada. El sepulcro marca la desintegración y desaparición de la forma en su representación inicial y la enmascara en la manera de ver las cosas el hombre. Es el silencio sin expresión que el hombre llama la muerte de acuerdo con sus sentidos finitos. En cambio los factores ideales, los logros, las inclinaciones y esperanzas que movían el "polvo" componente del cuerpo que servía de escenario a estas aspiraciones manifestándose, permanecen vigentes en el medio.. Aguardando otros cuerpos o vasos de actuación donde volver a manifestarse. No estamos refiriéndonos a la reencarnación en la forma individual de las filosofías kármicas, sino a una reescenificación de lo esencial en el ámbito social, donde el espíritu colectivo de la sociedad vigente, se mantiene escenificándose en los cuerpos que constantemente van presentándose a través de las leyes de la forma. Estas son las huestes espirituales, las potestades del aire, sean estas buenas o malas de acuerdo con su origen y finalidad. Es necesario abandonar todo principio tradicional con el fin de entender los principios novedosos, ya que de lo contrario se caería en el vicio de la repetición de lo mismo en otro ámbito. Para entender este principio es menester abandonar el concepto de individualidad que arrastramos de interpretaciones anteriores basadas en la salvación personal donde se olvida que Dios es UNO, y el hombre como tal es UNO y no muchos, lo cual sería una división del amor. Los factores componentes del ideal de Abraham vistos en escena a través de sus leyes (Sara) quedaron pues en suspensión espiritual en el campo de Macpela, aguardando por el momento de la resurrección, donde la potestad espiritual que movía la promesa, tome cuerpo nuevamente en el HOMBRE nacido del mismo espíritu que los integro a ellos como ejemplos de la promesa. En esa posición ideal no habrían de tomar cuerpo no habrían de tomar cuerpo nuevamente hasta la llegada de LO MESÍAS en el HOMBRE, donde tomaría cuerpo nuevamente esta potestad espiritual de fe que movió a Abraham y a todos sus seguidores después de él para legarnos a nosotros el dictado de sus ejemplos maravillosos como exponentes de la raíz santa en toda su fuerza de vida. Abraham es la fe que escenifican y anhelan todos los seguidores ideales que son movidos por el Espíritu Santo que le dio vida en su afán para llegar a ser Hijos de Dios. Todos los que le siguieron, hasta la formación del pueblo de Israel, fueron enterrados en el campo de Macpela; quedando guardados en el espíritu para los que buscándoles encuentren el camino hacia la ciudad santa Jerusalén la de arriba, la ruta hacia la perfección.

11.- Y SUCEDIÓ DESPUÉS DE LA MUERTE DE ABRAHAM, QUE BENDIJO DIOS A ISAAC SU HIJO Y HABITABA JUNTO AL POZO DEL VIVIENTE-QUE-ME-VE.-

Después de corroborada la manifestación de la ejemplarización de Abraham, el idea máximo de perfección marcó como bien ejemplarizada (bendita) la manifestación de Isaac. Éste tomaba sustento del pozo o fuente de enseñanzas espirituales necesarias para rectificaciones antes de entrar a la tierra prometida. El pozo del viviente que me ve, como dijimos, simboliza el cúmulo de conceptos aclaratorios encargados de definir los cambios y rectificaciones que deben hacerse para encontrar el fin buscado. Este pozo simboliza los mandamientos del Sinaí, la ley que se manifestó en Agar el día que fue arrojada de junto a Sara. Esto símbolos toman forma de una manera curiosa y sorpresiva en los integrantes del relato bíblico. Aquí vemos como Isaac toma del mismo pozo que Agar bebió cuando estaba en el desierto y se le apareció el ángel que le dijo que muchedumbres de pueblos nacerían de su hijo Ismael. ¿Coincidencias? ¿Profecías? ¿Elucubraciones? Los factores están ahí plasmados para las generaciones pasadas y aún para las venideras. El crecimiento de Ismael ha sido muy grande. Ahora lo vemos en todos los pueblos de la tierra, para quienes podemos apreciar que la ley de los mandamientos, dada en aquel desierto, ha sido la base de la formación de todos. Así como la de Israel, la de abajo, la descendencia carnal que recibió la promesa, ahora vemos a todos bebiendo de las mismas aguas que Agar bebiera, por medio de Isaac, la raíz santa de vida, que nos transmitió la esencia mesiánica que Dios le insuflara el día de su sacrificio en el monte de la tierra de Moriah. (Gen 22:2) donde se edificó la casa de Dios (2 Cr 6:9)

12... 13... ESTOS PUES SON LOS NOMBRES DE LOS HIJOS DE ISMAEL POR SUS NOMBRES, SEGÚN SUS GENERACIONES: EL PRIMOGÉNITO DE ISMAEL, NEBAYOT: CEDAR TAMBIÉN, Y ABDEL, Y MISBAM.-

Ismael es una forma ritual de ver las cosas, es la aplicación de la ley. La aplicación de un concepto, según sus características, tiene dos tendencias. Por temor: Donde se aplica un castigo por incumplimiento de las leyes que conforman el concepto. Por amor: Donde se tiene la convicción de hacer lo correcto que señala dicho concepto y que recibe una gratificación por la aplicación de los predicados del concepto. Al señalar a Agar como el monte Sinaí, el pacto de la ley; y a Sara como la Jerusalén espiritual o celestial, se establece la diferencia entre la ley y la gracia. Toda genealogía que parte de Agar, la egipcia, conecta la descendencia de ésta con la forma transitoria de los ritos, con la actitud de inseguridad y falta de fe verdadera, donde se teme al castigo. Se asocia la tendencia que busca la protección de lo divino con el fin de subsistir y trascender sin perder la identidad individualista y personalista. La descendencia de Agar implica ley, viejo pacto, ritual, fórmulas mágicas, lavatorios, ofrendas, culto externo de las cosas. La descendencia de Sara establece conocimiento del bien, confianza en la promesa de la unidad de la fe, nuevo pacto, culto íntimo e interno de las cosas. Es la ley escrita en el corazón ya circuncidado. Por medio de las genealogías conoceremos el origen y la orientación de los personajes bíblicos, que son las figuras simbólicas que marcan el camino del Espíritu Santo y todos los elementos concomitantes. Ismael proviene de Agar, el rito, la ley, las religiones individualistas que predican salvación para ellos por medio de las aguas de su pozo; aparte de la promesa de fe que hay en Sara, donde la promesa es para todos sin acepción de personas. Ya no se llamará Saraí, sino Sara, heredera de las naciones de la tierra.

Los capítulos 14 y 15, establecen un grupo de genealogías que más tarde serán discutidas en un capítulo aparte, si Dios lo permite.

16.- ESTOS SON LOS HIJOS DE ISMAEL Y ESTOS SUS NOMBRES POR SUS VILLAS Y POR SUS ADUARES; DOCE PRÍNCIPES CONFORME A SUS PUEBLOS.-

Ismael simboliza los conceptos nacidos del monte Sinaí. Él representa la forma de la ley en su forma literal. Es el hijo de la sierva, y como tal representa la ley de los mandamientos en el orden simbólico. Los cultos y la liturgia que se manifiesta en los mandamientos son el resultado de la servidumbre de Egipto. Siendo el hijo de Agar, recae en él todo el bagaje de la ley. Todas las formas religiosas nacidas de interpretaciones del viejo pacto, así como las interpretaciones religiosas del nuevo pacto, interpretadas, a su vez literalmente, ritualizando a la vez los símbolos que ello trae, forma la condición Ismaelita. Tomar la circuncisión como el mero hecho de cortar el prepucio como ritual obligatorio para ser considerado judío, es una forma de Ismaelismo. La circuncisión que verdaderamente cuenta es la del corazón como veremos posteriormente aclarado por los profetas en sus escritos inspirados. Sacrificar carneros siguiendo el ritual al pie de la letra sin comprender su alto valor simbólico de entrega total a Dios como carnero de fe igual a la de Abraham, es Ismaelismo. Pensar que un bautismo como lavatorio obligatorio para pertenecer a tal o cual religión, es Ismaelismo también. En fin toda actitud que toma la letra como base y no mira el espíritu simbólico encerrado en ello, es Ismaelismo. Porque la verdad es la del corazón y no la de la boca.

17.- Y ESTOS FUERON LOS AÑOS DE VIDA DE ISMAEL, CIENTO TREINTA Y SIETE AÑOS; Y EXPIRÓ Y MURIÓ Y FUE AGREGADO A SU PUEBLO.-

Ismael tiene su etapa de evolución bien definida. Intervino activamente en la formación del pueblo de Jacob. Decimos Jacob, porque esta es la forma del hombre sin alcanzar la gracia del Espíritu Santo. Los años de su vida lo simbolizan como oído de Dios; como fue la promesa hecha a Agar en el desierto. Ser agregado a su pueblo simboliza lo que se constituyó en Gen 16:10 "Un pueblo cuya descendencia no podrá ser contada a causa de su muchedumbre." Los años de la vida de Ismael demuestran su carácter. UNO: Es un principio nacido de Dios y como tal su fin es la unidad. TRES: Es una plenitud sectorizada. Un paso de etapa supeditada. SIETE: Marca el fin de una etapa, reposo de otra. Todas las religiones cuyos fundamentos son dogmáticos y tienen una liturgia o servicio definido establecido son Ismael. La base de estas es la ley. El temor a Dios por miedo a ser castigados. La salvación individualista del alma. Condenación del prójimo que no interprete la ley en la forma en que éste lo hace aceptando SU VERDAD es una característica de la conducta servil y como tal nacidos de Agar, la ley de la carne. Isaac será la promesa perseguida por Israel. UNA SOLA FE. Amor, comprensión. Instauración del UNO, símbolo de Dios. Cuando el hombre actúa persiguiendo un fin personal, está obrando de una manera servil a la carne y pro tanto es considerado Ismaelita, hijo de la servidumbre de una ley que le domina. Cuando, en cambio, obra movido por un sentimiento de fe hacia una obra encaminada al mejoramiento de la condición espiritual, esta actitud es considerada Israelita, en el orden alegórico de las cosas.

18.- Y HABITABAN SUS DESCENDIENTES DE HAVILA HASTA SUR, QUE HACE FRENTE A EGIPTO, COMO QUIEN VA HACIA LA ASIRIA EN PRESENCIA DE TODOS SUS HERMANOS HABITÓ ISMAEL.-

La locación de estos términos los colocan dentro de la línea de descendencia de Cam, que simboliza la rebeldía, la inclinación hacia Caín. Egipto simboliza magia, ciencias misteriosas, espiritismos, valores mágicos del mundo, religiones rituales. Todo esto simboliza el entronizamiento del hombre queriendo sustituir a Dios, representado en la Biblia como la figura del Faraón. La interpretación de las figuras de la Biblia muestra el esfuerzo del hombre por sustituir a Dios. Esto es el anatema, el esfuerzo del hombre por reinar en el cielo, simbolizado por la torre de Babel desde el principio de la Biblia. Hay que retener bien clara la visión para detectar las huellas del anatema y separarlas de la huella de la fe. Cada actitud del hombre, aun la más insignificante, obedece a una de estas dos tendencias. Obramos para Dios u obramos para el hombre. Israel simboliza la desviación del hombre luchando contra sí mismo. Es el representante de la ley, el hijo de Agar la egipcia, es la Jerusalén de abajo. Más tarde Esaú tomará su puesto en los simbolismos posteriores que veremos al llegar a esa parte de nuestra interpretación. Él se convertirá en Edom, ROJO, pero ya veremos.

19.- Y ESTAS SON LAS GENERACIONES DE ISAAC, HIJO DE ABRAHAM, ABRAHAM ENGENDRÓ A ISAAC.-

Aquí se hace la aclaración de las diferencias genealógicas de Isaac como línea directa de la raíz santa en toda su fuerza. Siempre se estará haciendo mención de este hecho, como para que tengamos certeza de que existen dos actitudes en el hombre y su conducta. Se actúa para servir al error para hacerlo más visible con todas sus consecuencias, con todos sus dolores y amarguras, o se actúa para servir a la verdad, con sus goces y gratificaciones espirituales. Es imposible servir a dos ideales o señores.

20.- Y CUANDO ERA ISAAC DE EDAD DE CUARENTA AÑOS, TOMÓ POR MUJER A REBECA, HIJA DE BETUEL, SIRO, DE PADAN-ARAM, HERMANA DE LABÁN SIRO.

El cuarenta simboliza un período evolutivo completo, una generación. Yo haré llover cuarenta días y cuarenta noches. (gen 7:4) Y cuando Esaú era de cuarenta años tomó por mujer a... (Gen 26:34) Moisés estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta noches... (Ex 24:13) Llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años en el desierto... (Num 14:34) El cuarenta simboliza definición simboliza definición definitiva de las incógnitas. CUATRO: Definición, inicio del conocimiento, ruta a seguir. CERO: Misterios, incógnitas, fe. Isaac había completado su ciclo de concepción y formación. Tomó su oportunidad de actuación (la mano) se unió a ella. Inició su etapa de creatividad de nuevos conceptos, trató de engendrar, fecundar sus leyes, (REBECA) que sustentaba el principio de la raíz santa, como él. De su misma parentela, haciéndose bien notable este hecho. Una y otra vez se hace alusión al camino de la descendencia. Constantemente se nos aclara la diferencia que existe en obrar para Dios y obrar para otros dioses, Canaán la carne. Hay que analizar la raíz de cada situación para seleccionar las que pertenecen a la raíz santa y eliminar las actuaciones que persiguen la búsqueda del poder material. La diferencia entre la confianza en dios y la confianza en las cosas del mundo, se manifiesta en estas divisiones. Con ello se señala al hombre la necesidad de observar cada una de sus actuaciones para diferenciar cuándo está motivado pro su interés pasional o cuándo lo mueve su deseo de alcanzar la promesa de vida que se espera alcanzar por medio de la fe en la conducta que nos muestra el Espíritu Santo a través de los hombres de Israel.

21.- E ISAAC ROGÓ AL SEÑOR DIOS POR SU MUJER, PORQUE ERA ESTÉRIL; Y FUELE PROPICIO EL SEÑOR DIOS, DE MODO QUE REBECA SU MUJER CONCIBIÓ.-

El ruego simboliza búsqueda, actuación encaminada hacia un propósito. Las leyes y oportunidad de actuación de Isaac, no tenían fruto pues estaban faltas de fuerza ideal vigente. No tenían la capacidad de trascender. También se hace patente este hecho de que los cambios en la raíz santa, son motivados por Dios, como para dar a entender que las evoluciones espirituales del hombre, no son el producto de su devenir natural, sino que ocurren por medio de la intervención de los fenómenos sobrenaturales. En todos los casos de engendro, se hace alusión a la esterilidad de las leyes o mujeres señaladas como madres de Israel: Sara, Rebeca, Raquel. Y los profetas hablan de Israel como la novia estéril de Dios, que espera ser engendrada por Éste para dar sus hijos. Isaac buscó respuesta en el máximo ideal de perfección. Oró a Dios por su mujer. Al analizar los resultados de: ¿Qué está obteniendo un hombre de la vida? Llega a conclusiones que le obligan a determinar la necesidad de encontrar una razón de vivir, ya que todo análisis frío de lo que llamamos la vida, muestra la vanidad de la misma, mostrando que no es mas que un estado transitorio existencial, donde todo está llamado a desaparecer, resultando estéril todo logro material. Es entonces cuando lo único que parece trascendente al hombre, son sus logros y conceptos ideales, ya que estos trascienden a generaciones venideras. Isaac tenía la huella de la raíz santa, y su búsqueda la hizo por este camino que conduce al ideal de perfección, al Señor Dios. De donde Abraham y su ascendencia le habían legados sus fuerzas ideológicas y las tradiciones y leyes que Sara le diera para transmitirles su formación. Todo esto le mostraba ahora el camino a seguir. De esta forma, su oportunidad de actuación (Rebeca) su ejemplarización, con la influencia del Señor Dios, dieron sus frutos de trascendencia.

22.- Y LUCHABAN DOS HIJOS DENTRO DE ELLA; POR LO CUAL DECÍA: SI ASÍ HABÍA DE SER, ¿POR QUÉ DESEABA YO ESTO? Y FUE A CONSULTAR AL SEÑOR DIOS.-

Esta descendencia que habría de surgir de Isaac, tenía dos tendencias, que ya desde su concepción estaban en pugna. En ella se debatían la ley y la gracia. Esta dualidad inquietó a Rebeca, cuya continuidad estaba destinada a ser dividida. Esto lo hizo ir a buscar respuestas en el ideal máximo de la perfección que era su guía y su fortaleza.

23.- Y LE RESPONDIÓ EL SEÑOR DIOS: DOS NACIONES HAY EN TU SENO, Y DOS PUEBLOS SERÁN SEPARADOS DESDE TUS ENTRAÑAS; Y EL UN PUEBLO SERÁ MÁS FUERTE QUE EL OTRO PUEBLO; Y EL MAYOR SERVIRÁ AL MENOR.-

No fue ocasional el hecho de las divisiones de las tendencias religiosas. Se hace manifiesta la decisión de Dios creando dividir, desde su inicio, (para que no haya duda sobre cual era Su voluntad) dos naciones, dos tendencias: la ley y la gracia. Este logro no es producto de la evolución del hombre. El simbolismo los coloca en vientre de Rebeca desde antes de nacer, Como dos tendencias en pugna para manifestar los designios de Dios en cuanto a la promesa que vendría por la fe antes de ser concebida. La determinación de Dios de ensalzar al menor sobre el mayor. Esto es como la demostración del poder de Dios, de dar preponderancia a los más humildes sobre los mas ensalzados. Demostrar el poder del bien, que por muy pequeño que sea o parezca ser, persistirá sobre el error destruyendo su imperio por medio del tormento de la vanidad de sus logros, de las exigencias de la carne, y el poder definitivo de la muerte sobre ellas. Solo el bien, con sus logros en el espíritu del hombre logra trascender las fronteras, insalvables para los incrédulos, pero claramente visibles para los creyentes de fe verdadera. Por esto se anuncia que la tendencia de la ley será mayor que la de la gracia, pero ésta servirá finalmente para reafirmación de los principios de la gracia que nacerá precisamente con la ayuda de esta ley, ya que esta servirá para hacer manifiesto el pecado. Esto nos deja entender que hay muchas maneras de hacer mal una cosa, ya que solo hay una forma de hacer las cosas bien y esto es, del modo perfecto y sin errores. Pero, el error debe ser manifestado en su plenitud a fin de no incurrir más en él, sirviendo esto para la demostración plena de lo perfecto. Primeramente debe conocerse el pecado en su plenitud, para que después se manifieste la gracia de Dios, que es el bien o lo perfecto. Por eso el mayor deberá servir al menor.

24.- Y SE LE CUMPLIERON LOS DÍAS EN QUE HABÍA DE PARIR; Y HE AQUÍ MELLIZOS EN SU SENO.-

La etapa de concepción se había completado. Dos tendencias similares en apariencias externas estaban listas a hacer su aparición en esta dimensión. Ambas conductas estaban en gestación a través de la raíz santa, listas a manifestarse en el hombre; de ahí la confusión existente. Desde el inicio de todos los sucesos que la Biblia presenta siempre se manifiesta la división en todo momento. Vemos a Caín y Abel, luego vemos a Abram y Abraham, a Saraí y Sara, y ahora estamos viendo otra división, aunque no de la misma condición, ya que en las otras divisiones había una dualidad en lo que se refería a la ley y la gracia, pero aquí vemos una división que separa la ley en dos tendencias como veremos posteriormente.

25.- Y SALIÓ EL PRIMERO, ROJO, TODO EL COMO MANTA DE PELO; Y LE LLAMARON ESAÚ.-

El rojo simboliza la ley, lo prohibido, el alto a las cosas, el detente. Es la ejemplarización de los hechos con la manifestación de lo negativo, lo prohibido que vela por el cumplimiento de la ley. Es un alto a lo prohibido. La asociación del rojo con el peligro, con el alto de cualquier movimiento, no es ocasional, sino un hecho preconcebido por Dios como señal de lo que su palabra señala como Edom. El rojo es la sangre. Es la asociación directa que marca los simbolismos más discutidos de todas las interpretaciones por la complejidad con que esto se presenta en la Biblia. La sangre es la vida de la carne. Es el sustento de todos los órganos que controlan y dirigen el cuerpo. Esta misma función la hace alegóricamente en lo ideal con relación al espíritu. La sangre espiritual, son los elementos de fe, las aspiraciones y anhelos que mueven al hombre en su conducta espiritual. Por esto decimos que su sangre es su vida. Es la manifestación de las luchas y los tormentos por alcanzar una meta. El rojo tiene la función de guardar los caminos mostrando los peligros de su error. Ver los versículos de (Is 63:1-3) El vello significa la continencia, la fuerza de voluntad para repeler las tentaciones, las protecciones del cuerpo en su roce contra el mundo. Es la melena del nazareo, la fuerza de Sansón, el manto de Elías, etc. Es la protección contra las inclemencias. Así como el vello cumple su función en el cuerpo material, protegiendo las partes débiles del mismo, el vello espiritual simboliza el cuidado, la continencia de lo prohibido. La ordenanza de no raer el cabello es uno de los mandamientos que los "Sadikim" judíos ultra-ortodoxos, mantienen literalmente en su tradición hasta el día de hoy, como símbolo de santidad y pureza, manteniendo las guedejas de sus cabellos a plena longitud, así como algunas tendencias de las llamadas cristianas,, conservan el cabello largo en las mujeres mostrando de esta forma el culto de la ley, lo externo, en lugar de cumplir su simbolismo en el fondo, en lo interno de sus espíritus. En cambio, el cabello espiritual (la continencia del mal) el símbolo del sacerdocio espiritual es raído sin preocuparse de la mente y sus estados de conciencia que son el cabello del cuerpo espiritual. De esta forma el símbolo o imagen de las cosas, toma el lugar del fondo, lo real del mandato establecido para el espíritu en el corazón que sigue el elemento engendrador de las futuras generaciones en Dios. Los sacerdotes no han de hacer calva en su cabeza; no se raerán los bordes de la barba, Santos han de ser a su Dios (Lev 21:6) Esta asociación del vello con la santidad, nos muestra el simbolismo del VELLO de Edom, nombre formal de Esaú, el cual, como rareza inusual, nació todo velludo, contrario a lo natural. Señala así el simbolismo de Esaú (EDOM) a la ley con todas sus protecciones contra el pecado. Esaú significa "Velludo", Edom significa "Rojo". Esto estaba encaminado a mostrar el pecado del hombre. Llevarlo al nacimiento de una nueva criatura como señalan los profetas con la ley escrita en sus corazones, movidos únicamente por el espíritu de santidad reflejado en LO MESIÁNICO. El ideal de perfección manifestado paso a paso por el Espíritu Santo a través de los hombres santos de la Biblia. Estos son las estrellas del firmamento de Dios, para guiar al hombre hacia el nacimiento del niño Emmanuel, el cual mostrará el grado supremo de Dios en el corazón de los hombres convirtiéndose en el Hijo de Dios. Este vello rojo de Esaú, son los nacimientos de la ley, que lo hará cazador de animales, cazar la condición animal del hombre natural.

26.- Y DESPUÉS SALIÓ SU HERMANO, Y TENÍA LA MANO ASIDA AL CALCAÑAR DE ESAÚ; POR LO CUAL LE LLAMARON JACOB. E ISAAC ERA DE SESENTA AÑOS CUANDO REBECA LOS DIO A LUZ.-

Simultáneamente comenzó la formación del cambio de actitud en el genero humano que concebiría al hombre ideal. Su actitud estaba encaminada a controlar los pasos, la conducta del hombre de ritos y leyes para producir la nueva criatura que suplantaría la vieja imagen de la ley que gestara Esaú (Edom) El simbolismo de la mano en el calcañar, determina el control que ejerce la conducta Jacob sobre la conducta Esaú, la cual es finalmente suplantada por la compra de la primogenitura por un plato de guiso rojo, lo cual analizaremos más adelante a su tiempo en ( Gen 25: 29-34) El calcañar simboliza la fuerza de vigencia para andar la ruta de ejemplos trascendentales. Estos ejemplos por los caminos de la ley fueron ejemplarizados por Jacob, el menor, en vez de ejemplarizados por Esaú el mayor. Este simbolismo hace de Esaú el pueblo gentil religioso, y hace de Jacob el exponente de la ley, al comprarle la primogenitura por el guiso rojo, la ley. Después con la lucha de Jacob con el ángel de Dios, se convierte en Israel, representando la viña del Señor Dios. Manifestando de esta manera los primeros pasos de la gracia para alcanzar la tierra prometida en el espíritu. Todos estos simbolismos, al parecer fantasiosos, los conjugan los profetas con tal liberalidad y tan comúnmente que forma una red tupida y enmarañada difícil de desentrañar por parecer tan complicados estos simbolismos simples. Por ejemplo, en estos pasajes, se hace alusión simbólicamente a lo dicho en Gen 3:15 "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente, éste te quebrará la cabeza y tu le quebrarás el calcañar". En este pasaje se hace alusión a la tentación del pecado, simbolizado por la serpiente que está presta a quebrar el calcañar de la simiente de la mujer, representante de la ley. Jacob tenía la mano asida al calcañar de Esaú como marca inequívoca de similitud con lo establecido con la serpiente, mordiéndole el calcañar, solo que en este caso es asido al calcañar de Esaú, al cual haría tropezar por medio de la ley, simbolizada ahora por el guiso rojo que le preparara con la ayuda de Rebeca, su madre. Todo esto se ejemplarizó a la altura del grado 60 de Isaac, que era la marca del hombre imperfecto, ya que el seis simboliza lo incompleto o lo falto del descanso que señala el siete. Esto se diferencia del siete de la creación de Dios, que marcó el "7", Shabat (Sábado) como reposo espiritual, como símbolo de una obra perfecta y terminada.

27.- Y CRECIERON LOS MUCHACHOS; Y ESAÚ SE HIZO HOMBRE DIESTRO EN LA CAZA, HOMBRE DEL CAMPO; MAS JACOB ERA HOMBRE SENCILLO, QUE PERMANECÍA EN LAS TIENDAS.-

Y comenzó la ejemplarización de las dos conducta, creciendo el cúmulo de experiencias que los identificaría posteriormente. Esaú buscaba su conducta, (su alimento espiritual) en las fieras del campo, simbolizando a Caín que buscaba su sustento con el producto de sus manos, que simboliza la desobediencia a Dios, al no poner a Su servicio de humildad. Jacob, en cambio, era pacífico. Simbolizaba la espera de la fe dentro de la continencia, simbolizada por la protección de la tienda, la cobertura contra la tentación. Esto nos señala que aun dentro del camino de la raíz santa, hay dos tendencias, la individual que sigue la ley, y la armónica que busca la gracia. Una tiende a colocar al hombre en una ruta personalista, y aunque busca un ideal, su fin es la propia estima, ya que busca defenderse personalmente por medio de una ley protectora. La otra sigue el curso de la armonía naciente del UNO; busca la unidad de la fe por medio dela entrega al TODO. La una se aísla, la otra se integra.

28.- Y AMABA ISAAC A ESAÚ, PORQUE COMÍA DE SU CAZA; PERO REBECA AMABA A JACOB.-

Isaac tenía afinidad con Esaú en su condición de 60, ya que los logros de Esaú tenían el esplendor de la gloria del hombre de la tierra. Éste era cazador, al igual que Nimrod, hijo de Cam (Gen 10:4) Rebeca, la ley de actuaciones de la promesa, se inclinaba a la conducta pacífica de Jacob, que a su vez guardaba influencias de Jabal, hijo de Ada, mujer de Lamec, descendiente de Caín (Gen 4:20) La ley vive en tiendas, busca protección, apoyo individual, vive en Jabal. Símbolos y más símbolos, uno trae la luz del otro si se busca encontrar la luz más cercana al amor representado por Dios. Cualquier búsqueda encaminada a demostrar la protección individualista hará que todos estos símbolos coincidan para ese fin también, solo el final manifestándose, dará la verdadera luz de Dios.

29.- Y UN DÍA GUISABA JACOB UN POTAJE, CUANDO ESAÚ LLEGABA DEL CAMPO; Y ESTABA RENDIDO DE CANSANCIO.-

En esa etapa estaba gestándose un grupo de vivencias que iban a formar parte de la característica de actuación Jacob y sus logros y experiencias que compondrían los factores del inicio de la ley (potaje rojo) La conducta Esaú estaba entrando en la necesidad del reposo después de sus confrontaciones con los conceptos de la tierra (simbolizado por el campo) Su continencia y su fuerza de asimilación estaban débiles para la confrontación y selección cotidiana. Aquel potaje es la serpiente aguardando morder el calcañar de la mujer, la raíz santa de Esaú, su posibilidad de engendro del hijo de Dios.

30.- Y DIJO ESAÚ A JACOB: RUÉGOTE ME DEJES COMER DE ESTE POTAJE ROJO, PORQUE ESTOY RENDIDO DE CANSANCIO. POR ESTO FUE LLAMADO EDOM.-

La exposición de los ejemplos Esaú (la ley de las religiones) mostraba el deseo de captar los logros y experiencias de las leyes que se estaban gestando en la conducta y vivencias de Jacob (la suplantación de la ley por la gracia) en aquella etapa donde ambos coincidían. El potaje rojo simboliza una forma religiosa de mitigar el ansia de conocimientos por medio de leyes que brindaran protección y sustento ante las ansiedades y misterios de cada día, ante las debilidades de la fe expuesta contra las tentaciones del mundo. Esaú, primogénito de aún y exponente de la raíz santa por herencia con Isaac, se mostraba débil por la confrontación y búsqueda de sustento aquella jornada (el pan cotidiano) al fin de la cual, Jacob mostraba su fórmula satisfactoria a los ojos de Esaú. Es indudable que un ritual puede causar el efecto de mostrar el alivio a los tormentos de la falta de fe ante las tentaciones diarias. Esta inclinación de Esaú hacia los productos de la tierra que representa leyes de sustento temporal, le dieron la característica de sustento temporal, le dieron la ilusión de lo rojo (Edom significa rojo) inclinado al orden de la ley, a lo visible, a lo controlable por convicción visual, a lo que no deja lugar a la esperanza de la fe pues necesita ver para creer. La diferencia entre la ley y la gracia, es similar a la diferencia entre el cielo y la tierra. :La ley controla el presente y tiene definidos sus resultados, es el nivel presente, la tierra que pisamos. La gracia promete el fututo e idealiza las esperanzas de lo por venir, lo anhelado, el cielo. El simbolismo de comer, es la captación de conceptos, de conocimientos, de las experiencias de cada día, el pan cotidiano; así como la sed es el ansia de mitigar los dolores y limpiar los errores cometidos en cada jornada. Estos símbolos son aplicables al cuerpo espiritual, en la misma forma en que lo haríamos con el cuerpo material con la comida con la bebida. Si establecemos un paralelismo entre lo espiritual y lo material, y colocamos una pared invisible entre las dos dimensiones, nos será fácil la interpretación de cada hecho. Veremos entonces la forma de este lado del muro y el fondo del otro lado del mismo, donde no se ve, pero que muestra su reflejo en este lado. Ejemplo: Agua: En su fondo material es igual a limpieza, conceptos renovantes en su fondo espiritual. Comida: En su fondo material es igual a alimento espiritual, conocimientos, copia de ejemplos vivificantes o edificantes. Animal: En su forma material es igual a actitud instintiva en su fondo espiritual del otro lado del fondo. Y así, sucesivamente, haríamos con todas las formas materiales, que reflejan un fondo espiritual, que sirve para interpretar simbólicamente todas las formas siendo la imagen del fondo espiritual del otro lado del velo. Este es el principio de la metáfora de los poetas, tomar formas materiales y usarlas como expresión de imágenes ideales de mayor alcance en el intelecto, Y hablan de las flores y las espinas, no como tales, sino como imágenes metafóricas de lo bello y lo feo representado así con más alcance para la mente. Esta es la forma en que hablaban los profetas, de donde la palabra poeta ha tomado su expresión.

31.-MAS JACOB RESPONDIÓ VÉNDEME HOY TU PRIMOGENITURA.-

Jacob, como símbolo espiritual, era una segunda concepción del mismo fin, ya que el hijo simboliza la continuidad y representación del padre. La primogenitura tiene la responsabilidad del principio del vigor del padre, es el conocimiento primero de su fertilidad, el primer intento de continuidad. Esaú era el primogénito, el heredero de la promesa, el que debía responsabilizarse por la escenificación del Espíritu Santo que venía manifestándose en la raíz santa desde Abraham a Isaac y ahora a Esaú como primogénito por aparición dentro de esta dimensión. La venta de la primogenitura, lo hace vulnerable a la tentación de los bienes materiales y filosofías del mundo. Este es el potaje rojo de las debilidades carnales que Jacob, el suplantador, estaba mostrándole. Era su condición filosófica como morado de las tiendas, mercader de ilusiones y conocedor de la ley, cuando era Jacob, sin haber llegado a Israel. El simbolismo de haber nacido asido al calcañar de Esaú, le colocó como tentación de los caminos de su hermano, que al igual que la serpiente, símbolo de la tentación, quebraría el calcañar de Eva, el inicio de la ley. Jacob inicia su intento de suplantación de Esaú comprándole su primogenitura, que éste sustentaba por prioridad simbólica. El potaje rojo es la porción del árbol del bien y del mal, representado aquí de una manera diferente, ya que ambos son producto de la tierra. Es la decisión que el hombre confronta constantemente de qué hacer o qué no hacer.

32.- Y DIJO ESAÚ: HE AQUÍ, YO ME ESTOY MURIENDO, ¿PARA QUÉ PUES ME HA DE SERVIR LA PRIMOGENITURA?

La manifestación de Esaú como respuesta al intento de Jacob por ocupar su lugar en la primogenitura o descendencia directa de la promesa fue la de mostrar su indiferencia esa posesión preciosa. Esta, pensaba él, dejaría de estar vigente al allegar a la puerta de tránsito hacia la dimensión desconocida. Esta es la falta de fe. Es la característica que representa a Esaú como el hombre natural que trata de tomar ventajas del mundo que le rodea pues no concibe la existencia de lo que no puede ver a través de sus ojos materiales. Esta es la decisión de todos aquellos que ven lo que llamamos muerte como el fin de toda existencia. Los que no conciben la continuidad o existencia de lo infinito a través de sus sentidos finitos.

33.- DIJO ENTONCES JACOB: JÚRAMELO HOY. Y ÉL SE LO JURÓ, VENDIENDO LA PRIMOGENITURA A JACOB.-

La manifestación del concepto Jacob, fue la aceptación de un símbolo como confirmación de un acto espiritual. Pero Esaú no tenía valor alguno, ya que él no sustentaba la fe como valor positivo, sino lo actual como lo único que tenía un valor real. La primogenitura, para él, era un valor a largo plazo y sin sustancia material. El juramento es un acto de fe, ya que se requiere confiar en el cumplimiento de lo por venir. Jacob cambió el potaje rojo, la comida de cada día, el presente, con sus bienes y deleites temporales, por la primogenitura, una promesa de gloria a manifestarse tras la puerta de lo desconocido, en la esperanza de lo por venir. Esaú optó por tomar el fruto del árbol agradable a la vista, no escuchando la voz de la raíz santa que él sustentaba. Escuchó la voz de la tentación como serpiente asida al calcañar espiritual de sus caminos por la senda de la raíz santa. Una y otra vez se ha de repetir la misma escena, pero con diferente escenario interpretada de una manera distinta en cada paso de la escala hacia el cielo espiritual del alma. Símbolos y más símbolos, cuya interpretación nos ha de ir acercando, cada vez más y más, al mayor y más difícil de interpretar de todos los símbolos, el símbolo MESÍAS. Él es la respuesta que está en la puerta hacia la dimensión no manifestada a la carne, a lo prometido al espíritu. Desconocida al hombre natural como tal, el misterio del árbol de vida que yace en e centro del paraíso como símbolo de eternidad prometida solamente a los de la fe. Visible solo a los que no escuchan la voz de la serpiente. Los que le quiebran la cabeza a ésta, manteniéndose firmes en el cumplimiento de la fe, en las ordenanzas obtenidas por fe , a través del espíritu. Alcanzado y manifestado por los exponentes de la raíz santa, desde Adán en su condición natural, animal, pasando por Noé, Abraham, Moisés, los profetas, etc., hasta llegar al máximo interprete de la fe, hasta llegar a LO MESIÁNICO, lo cual manifiesta la verdadera forma del hombre, como lo concibiera Dios en su imagen verdadera. Esta visión está vedada para los que pretenden verlo con los ojos materiales de la carne. El Mesías, es una imagen ideal, puesta como faro de guía hacia la tierra prometida. Cada uno de los hombres de los que dice la Biblia que era un varón perfecto ante Dios, es un fragmento de este Mesías, que solo podrá ser visto por lo que le busquen con los ojos del alma, ya que no es una figura material, sino una imagen ideal de la perfección que Dios estableció para el hombre. Aquel que la escenifique entregándose plenamente a Dios, éste será un Mesías para sus hermanos, será hijo de Dios por medio de este espíritu que obre en él.

34.- ENTONCES JACOB DIO A ESAÚ PAN Y GUISADO DE LENTEJAS. Y ÉL COMIÓ, Y BEBIÓ, Y LEVANTÓSE, Y SE FUE. ASÍ DESPRECIÓ ESAÚ LA PRIMOGENITURA.-

Jacob transmitió a Esaú los bienes materiales y las experiencias necesarias para lograr la satisfacción de la carne. Este simbolismo se refleja en el guisado rojo y el pan que éste le ofreciera a cambio de su primogenitura. Esaú era el representante de la promesa. Cambió su esperanza de vida, su grado mesiánico por lo temporal del momento. Con este simbolismo se nos presenta cambiando sus valores espirituales por conceptos de naturaleza material. Esaú representa el momento en que el hombre desecha las cosas de Dios por obtener los bienes del mundo. Su sublimación está representada por las bestias que habla el profeta Daniel 7:3-8 donde nos dice de los cuernos de esas bestias que son los estados bestiales del hombre en su manifestación carnal, ya que la bestia se alimenta de carne. Estas bestias tienen múltiples cuernos y cabezas, simbolizando la forma en que cambia la seguridad de Dios por las tentaciones del mundo. Los cuernos y las cabezas son los intentos del hombre bestial por destruir la imagen del Hijo de Dios. Es la lucha de Lo Satánico por destruir Lo Mesiánico. Gracias damos a Dios que por fe nos anuncia la victoria de la promesa contra los designios de lo efímero y temporal de las promesas del mundo.