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"Esta es una interpretación simbólica del libro del       "Génesis" 
Con ello no pretendemos crear discusiones. Solo buscamos mostrar el mensaje encerrado detrás de la letra en las escrituras, vista desde un punto de vista espiritual y simbólico...

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" G É N E S I S    X X I "

1.- Y EL SEÑOR DIOS VISITÓ A SARA SEGÚN HABÍA DICHO, E HIZO EL SEÑOR DIOS PARA CON SARA CONFORME HABÍA PROMETIDO.-

La visita de Dios simboliza la introducción de cambios dentro de la ruta normal de los acontecimientos. Cada vez que vemos que la Biblia dice: El Señor Dios visitó a... podemos interpretar que esto es la intervención de nuevos conceptos ideales que van a introducirse dentro del mundo representado. Es una donación de la dimensión ideal como vía rectificadora del mundo representado. Cada una de las intervenciones de Dios con "dones" del espíritu, dadas de acuerdo con la necesidad y la facultad de asimilación de cada grado ya establecido. De manera que lo señalado con anterioridad que debía ocurrir, se manifestó ahora en Sara.

2.- PUES CONCIBIÓ Y PARIÓ SARA UN HIJO A ABRAHAM EN SU VEJEZ, AL PLAZO FIJO QUE LE HABÍA DICHO DIOS.-

Llegó el momento esperado ansiosamente por Abram; su continuidad ejemplarizante que había de señalarle como padre de muchedumbres. Su medio (Sara) después de agotar casi toda la vigencia señalada en los últimos grados de su etapa, recibe la visita del Señor Dios en ella.
Surge la intervención de lo inesperado, el elemento renovante que surge como sin razón.
Cada instante de lo que conocemos como la vida, está sujeto a cambios inesperados que alteran el curso normal del acontecer cotidiano.
Todo lo establecido en una forma determinada, repentinamente, cambia drásticamente un segundo después motivado por la intervención inesperada de un hecho al parecer fortuito.
A veces una palabra mal dicha cambia totalmente la historia de la humanidad. O una palabra acertada es la clave que abre una nueva dimensión.
Isaac, trae la esperanza de vida a Abraham. Es el "don" de Dios como respuesta a su larga fe. En este debía esperar Abraham su descendencia de la raíz santa.
Toda la historia cambió en ese instante, al parecer, insignificante.
Ahí se marcó la huella definitiva de la ruta hacia la promesa mesiánica. Ese hecho podríamos llamarlo: El "Don de Dios" para el hombre, ya que a través de ello, tuvo lugar la formación del pueblo de Israel, que propició el conocimiento de la Biblia y los mandamientos que cambiarían el pensamiento del hombre, elevándole de su condición animal, a la de "Hijo de Dios".
Este hecho cambió radicalmente el curso de la historia.
En este punto se inició la predicación del camino de la raíz santa que estaba, al parecer, señalada solo para Israel, y que posteriormente, se volcó en el mundo gentil. Así ellos estudiaron y conocieron los hechos de los padres y los profetas con el mismo fervor y devoción que los judíos que le precedieron.

3.- Y ABRAHAM LLAMÓ A SU HIJO QUE LE HABÍA NACIDO, A QUIEN SARA LE PARIÓ, ISAAC.-

El hijo de la promesa señalaba el nuevo grado que prometía la vida a Abraham. En éste estaba puramente la raíz santa.
Tanto Abraham como Sara procedían de Sem, el elegido por su fe (él cubrió la desnudez del padre) Además estaba la intervención de Dios en el símbolo de la circuncisión que abría el camino de limpieza al engendrar la raíz santa proveniente de sus elegidos por este medio.
Abraham, pues, señaló su esperanza e identificó a su descendencia como Isaac (traducido quiere decir risa) disfrute de su vida.
En éste estaba depositada toda su esperanza y el júbilo de la promesa manifestada.

4.- Y CIRCUNCIDÓ ABRAHAM A ISAAC SU HIJO A LOS OCHO DÍAS COMO LE HABÍA MANDADO DIOS.-

Y marcó a Isaac con la señal del pacto. El símbolo de la circuncisión que significa eliminar los impedimentos y el velo que cubre la comprensión y el entendimiento de las cosas.
La circuncisión en la carne simboliza la primera etapa hacia la circuncisión en el espíritu. Circuncidad pues vuestros corazones y no endurezcáis más vuestra cerviz (Dt 10:16) En ella se abren los caminos del conocimiento del pecado.
La circuncisión del corazón simboliza la limpieza del sentimiento y la eliminación de los velos emocionales que impiden la manifestación del amor.
Los rituales son imágenes reflejadas de los valores reales de las cosas; sin valor alguno con relación al alma que no sufre ningún cambio, se realice o no alguno de esos ritos.
Es solo un recordatorio de las cosas verdaderas que sí tienen el poder del espíritu.
El octavo día marca la continuidad de una semana en la próxima etapa, como marcando una pertenencia o prolongación de la misma, haciéndola parte de la anterior.
Isaac tiene en sí la raíz santa de la promesa divina, que por medio de la circuncisión, se acopla a la continuidad de la fe representada por Abraham.
Este pacto de la circuncisión abre el camino de la misma fe, pero, esta vez, más evolucionada, ya que trae implícito el conocimiento del pecado al echar fuera a Agar (la ley del monte Sinaí, como veremos posteriormente) la cual mostró su hijo al mundo, Ismael (la ley)

5.- Y ABRAHAM ERA DE CIEN AÑOS CUANDO NACIÓ ISAAC SU HIJO.-

El cien, en la vida del hombre, significa el tope de su escala.
Es el último eslabón en su cadena ascendente. El cien es la ampliación del uno. Denota plenitud. Marca el inicio de una nueva magnitud.
Ya Abraham había cumplido su ciclo cuando surgió la descendencia en Isaac.
Esta es la manifestación de un grado excepcional, ya que después de lograr la plenitud de su grado, tiene el privilegio de trascender a un nuevo nivel por medio de la concepción del Espíritu Santo.
Esto simboliza que Sara fue engendrada por el Espíritu Santo al romper su esterilidad y tener a Isaac, "don de Dios".
En este caso no fue la fuerza de la carne la que transmitió la continuidad de las cosas del alma a nuevos niveles, sino la intervención divina al otorgarle fruto a su vientre en Isaac.
Este simbolismo, manifiesta que los logros de vigencia del hombre, no son un estado natural de su condición, sino que sólo por medio de la inherencia de Dios, otorgando su "don" de poder, logra el hombre trascender de su nivel natural de la carne.
La capacidad del hombre no tiene la suficiente condición espiritual como para trascender y alcanzar niveles por encima de su posibilidad.
La carne, engendra carne. El engendro del Espíritu proviene de Dios.
Esto es, que los pasos que lograron sacar al hombre de su estado animal neto, no son el producto de su evolución natural, sino la aportación de los valores que llegaron al hombre por medio de los precursores de la fe (entre los cuales sobresale Abraham) que con sus visiones dentro de los terrenos del alma, abrió nuevos caminos más allá de los sentimientos naturales del hombre en su condición animal instintiva.
Israel, símbolo de la virgen que no había sido engendrada aún, a pesar de su relación con el hombre. Esto es, que la capacidad y el alcance espiritual del pueblo de Israel, estaba aún virgen de la condición espiritual para producir un "hijo de Dios", ya que éste profesaba los atributos de la carne.
Era menester que ocurrieran todos los hechos tribulatorios que dieron lugar a las profecías y a los ejemplos maravillosos de los exponentes de las partículas de "Lo Mesías" esparcidos por la Biblia, para que se formara este estado espiritual que se halla en suspensión dentro de las palabras de las escrituras bíblicas.
Esto quiere significar lo que se produjo en Abraham en el ámbito simbólico; que el hombre, en su condición natural, no tiene el alcance supremo de las cosas del espíritu y que es necesaria la intervención del factor "fe" para poder establecer los contactos que producen estos fenómenos que confundimos a veces con procesos mágicos al no verlos en su verdadero sentido, tomándolos como imágenes figuradas de los hechos verdaderos.
Cada símbolo oculta un valor profundo dentro de las esferas del espíritu. Es necesario descartar los valores superficiales de la forma para llegar al fondo verdadero de las cosas que yacen profundas y veladas detrás de las imágenes simples.
Es necesario ver en el agua el fondo de limpieza que ésta encierra.
Es preciso comprender en el pan el simbolismo del alimento espiritual para nuestras almas hambrientas del conocimiento del espíritu. Debemos aprender a analizar los símbolos en su verdadera esencia. Así: La sangre: simboliza la ley o principios que dan vida a un concepto.
El fuego: Representa la purificación evolucionante de las cosas.
El cordero: Símbolo del sacrificio y la obediencia del pastor espiritual.
La luz: Es el conocimiento de las cosas con claridad absoluta.
El engendro: Es el resultado de algo procedente a su vez de alguna causa que lo creó.
Así, siguiendo el curso de los valores ocultos tras la palabra simple, veremos una nueva senda que nos conduce a nuevas alturas solo accesibles a los que mantienen su fe por sobre lo común de la carne y se elevan a las alturas del espíritu; que, repetimos, no es el producto de la evolución natural del hombre, sino que es la capacidad de entendimiento que yace oculta detrás de cada sufrimiento, de cada alegría, de cada acción inconcebible a nuestros aconteceres.
Esto es el simbolismo de la trascendencia de los cien años de Abraham. Cuando su vigor natural ya estaba descartado, se produjo la llegada de la continuidad por los caminos del espíritu, simbolizado por la raíz santa, que no nos cansamos de repetir hasta que se grabe en las conciencias de los hombres, que, "incircuncisos", no tienen conciencia de Dios en su verdadera magnitud.

6.- Y DIJO SARA: REÍR ME HA HECHO DIOS; Y CUALQUIERA QUE LO OYERE SE REIRÁ CONMIGO.-
La manifestación de Sara estableció que este nuevo nivel (Isaac) era para gozo.
Y era a la vez una esperanza dubitativa ya que este es el simbolismo de la risa.
Pero en todos los casos simboliza el disfrute de un hecho.
Siempre está asociado con la obtención de un gozo. En el caso de Sara tenía un ribete de duda, como mostrando que el alcanzar estos niveles de forma inesperada siempre está acompañado de la duda.
Isaac, que simboliza el reencuentro con la promesa, tiene la característica de producir gozo y a la vez dudas. Como dando a entender que aun cuando el hombre pueda alcanzar a comprender los primeros niveles de la fe y vislumbrar el camino de la promesa, seguirá sintiendo dudas mezcladas con el gozo de la visión de alcanzar la nueva vida, ya que esta parece imposible por su magnitud ante nuestra pequeñez.

7.- DIJO TAMBIÉN: ¿QUIÉN HUBIERA DICHO A ABRAHAM QUE SARA AMAMANTARÍA HIJOS? PUES QUE LE HA PARIDO UN HIJO EN SU VEJEZ.

Hizo manifiesta también la fuerza de la fe sobre la incredulidad. Lo que parecía imposible se manifestó posible.
Se cumplió la promesa de continuidad hasta el fin de la primera parte de la profecía. Por supuesto, queda pendiente la continuidad de la raíz santa en los paso siguientes, hasta que se manifieste completamente "LO MESIÁNICO" quedando plasmado todo el contexto de la Biblia.
Isaac es el paso de esperanza y gozo para la humanidad, pero con dudas de su final debido a lo excelso de la promesa.
  • "Y se les llamará pueblo santo, los redimidos del Señor Dios, y serás tú llamada: la buscada, la ciudad no desamparada. (Is 62:12)
  • Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones como ofrenda al Señor Dios, a mi santo monte de Jerusalén dice el Señor Dios. (Is 66:20)
  • Y también de ellos tomaré para sacerdotes y levitas, dice el Señor Dios. (Is 66:21)
Esto ocurrirá cuando el hombre tenga ¿cien? Años, esto es, cuando se piense que esto resulta ya imposible.
Los cien años del hombre, simbólicamente, representan su senectud. Cuando se considera que ya no sirve para nada y que pasó su oportunidad de trascendencia. Cuando se piense que no hay tal promesa.
Por supuesto, que para que esto ocurra deberá manifestarse plenamente el hombre de pecado. Antes deberá recorrerse todos los caminos del error; incluso hasta a llegar a aceptar el mal como única solución de subsistencia y engañar aun a los elegidos,
Entonces, y no antes, el hombre entenderá la necesidad de nacer de nuevo a la vida Mesías. NO en una forma individual y egoísta, sino que:
  • Y los sordos oirán en aquel día las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán de en medio de oscuridad y de tinieblas. (Is 29:18)
  • Los mansos aumentarán su gozo en el Señor Dios, y los más desdichados de los hombres se regocijarán en el Santo de Israel. (Is 29:19)
  • Los hombres verán la gloria del Señor Dios, y la hermosura de nuestro Dios (Is 35:2)
Todas las naciones de la tierra verán su grandeza.
Todos estos símbolos descifrados de una manera imparcial, sin inclinar la balanza de los significados hacia las ventajas que personalmente esperamos obtener como individuos o como creyentes o seguidores de una forma de doctrina cualquiera, arrojarían una interpretación muy distinta de la que hasta ahora nos han legado nuestros interpretes tradicionales; los cuales, acordes con nuestra religión, de acuerdo con el grado que lograron alcanzar en sus etapas, creyeron eran las más acertadas. Debemos recordar que cada cosa tiene su tiempo.
  • Para todo hay una sazón oportuna; y hay un tiempo determinado para cada asunto debajo del cielo. (Ecl 3:1)
Esto implica que lo que hoy parece de una forma, mañana puede ser de otra.
Y así como el ritual del cordero sobre el altar de piedra era lo recomendado en Moisés como bueno para una época como redención del pecado, luego fue sustituida por una conciencia arrepentida y contrita, donde debemos aceptar que cada etapa tiene sus cambios. Esto, sin pensar que lo anterior era incorrecto, ya que era necesario para esa conciencia elemental.
Debemos estar conscientes de que estamos puestos para cambios. Que las interpretaciones de ayer llegan a sus "cien" años y que deben dar paso a las nuevas.
Isaac está presto a manifestarse en el hombre con gozo y dudas a la vez.
Lo imposible o dudoso depende de la voluntad de Dios para abrirse paso hacia la luz y manifestarse ampliamente.

8.- Y CRECIÓ EL NIÑO Y FUE DESTETADO; E HIZO ABRAHAM UN GRAN BANQUETE EL DÍA QUE FUE DESTETADO ISAAC.-

Comenzó el crecimiento de esta nueva forma de vida que se nutrió de los primeros rudimentos. Tomó el alimento de la tradición o de los caminos andados por Sara.
Llegó hasta su crecimiento y formación por medio de la comunicación con el mundo visto a través de Sara; sus leyes, sus costumbres, sus posibilidades e interpretaciones.
Llegó al "destete". El destete simboliza la liberación de una forma de aprendizaje (alimentación) para entrar en una nueva e independiente de la anterior.
El aprendizaje (alimentación) comienza a hacerse independientemente de formas antiguas. No se hace por teorías transmitidas, sino por experiencias nuevas, propias y acordes con el tamaño y las necesidades de la nueva criatura espiritual. Se empieza a hacer necesario el "manjar sólido", el discernimiento entre el bien y el mal.
El gran banquete que se celebró el día del destete, simboliza la gran cantidad de vivencias, experiencias nuevas y hechos ya comprobados como favorables al crecimiento de la nueva criatura que sirven de alimento espiritual para el crecimiento y desarrollo del dictado ideal que cada cual tiene asignado.
Es como una orden preprogramada en el núcleo de los sentimientos, dictando sus comandos de necesidad evolutiva hacia formas, cada vez más perfectas como cumplimiento del comando divino hacia todas las especies.
Este simbolismo del banquete de Abraham y el destete de Isaac, abren el camino hacia la nueva vida que Isaac traía consigo.
Dejando la tutela del camino anterior, abriría la nueva senda, o la nueva ruta, si así queremos llamarla, hacia la plena manifestación del hombre como 'Hijo de Dios", Siloé, Mesías o como quiera llamársele al estado de perfección o grado supremo del hombre.
Isaac, al igual que Abraham, así como los anteriores y los posteriores a él, eran fragmentos de la profecía. Eran pasos preliminares de un concepto tomando forma. Eran, si así queremos llamarlos, los primeros pasos del hombre perfecto. El que se manifestaría como nacido de Dios, no por medio de la carne, o evolución espontánea, sino a impulsos de la nueva corriente de pensamiento que se introduciría, paso a paso, en el hombre por medio de los ejemplos vivificantes y preseleccionados por Dios para ese fin.
Esto es comprobable al observar que ejemplos semejantes no han vuelto a ser manifestados en forma original, ya que solo copias de lo ejemplarizado es lo que podemos ver.
El hijo de Dios ya existía antes que el hombre fuera creado con la ordenanza de alcanzar ese estado. Esta era la idea de perfección establecida para el hombre y en ellos se estaba manifestando por pasos fragmentados; como peldaños de una escala que Jacob vislumbró posteriormente en sus visiones para su tiempo.
Abraham, Isaac, así como Noé, Sem, Seth, Abel... desde Adán I fueron solo pasos iniciales de un gran concepto que los comprendía a ellos como elementos de tránsito ineludible, para manifestarse en la posteridad en todo su esplendor.
Cada uno de ellos mostraría un pequeño aspecto del hombre en extensa gama de posibilidades.
Eran estrellas en el firmamento que marcaban la ruta hacia lo perfecto señalado por Dios, y que tuvo su primera representación en Adán I y que será manifestada a plenitud en Adán II, cuando el hombre alcance el punto supremo de la escala y obtenga el "destete" de la ley de mandamientos y ordenanzas nacidos de su condición anterior, sino que se revele con la plenitud de su conciencia espiritual como Mesías, o Siloé, o "Hijo de Dios", o como quiera llamársele en cualquiera de las religiones existentes. El hombre alcanzará este estado cuando llegue a los "cien" años de su edad en Dios.
Cuando piense que esto es imposible, entonces se manifestará "Lo Hijo de Dios" en él.

9.- MAS SARA VIO AL HIJO DE AGAR LA EGIPCIA, EL CUAL ESTA HABÍA PARIDO A ABRAHAM, QUE SE BURLABA.-

Esto se interpreta como que la promesa (Sara) tuvo conocimiento de que los conceptos que la ley había obtenido de la fe (Abraham) consideraba sin importancia y falto de capacidad, cosa que interpretamos de la burla que se manifiesta en Ismael representante de la religión por medio de leyes.
En la promesa (Sara) se manifiesta que solo entrará dentro de lo establecido por Dios la formación del hombre en su naturaleza espiritual.
Solo será acepto lo movido por el espíritu, lo manifiesto sin influencias ni reclamos de la carne.
El hijo de Agar, nacido de la carne por el solo deseo de alcanzar posteridad ante la esterilidad de su relación con Sara, simboliza el resultado del hombre natural. El hombre que no entiende las cosas del espíritu y las desprecia, y las persigue movido por su ignorancia.
Para el hombre natural el desprecio de las cosas de la carne es locura y motivo de burla. Este no puede concebir las cosas del espíritu y llama locos a los que las persiguen.
Por esto las persigue y las desacredita como algo inútil y sin fundamento.
Esto lo manifestó Sara claramente por medio de la gracia que en ella se desenvolvía.
Este pasaje representa, simbólicamente, la comprensión de que para el hombre que sustenta una conciencia ritual, no concibe que haya otro medio para lograr resultados positivos sin establecer de antemano un ritual, que en la mayoría de los casos suplanta la acción real, sin resultado alguno.
Para este hombre de formación ritual no se concibe que ningún tipo de ritual carezca de valor; para él todos son imprescindibles. Su necesidad de ver las cosas a través de sus sentidos materiales (ojos, nariz, oído, etc.) le lleva a establecer cultos que produzcan resultados de acuerdo con su interpretación de qué es la vida.
Establece signos y señas o ceremonias y pases que él espera brinde los resultados que anda buscando.
No concibe que el lenguaje del espíritu solo entiende lo que se piensa y no lo que se dice. Pero en Sara la única forma de fertilidad es a través del Espíritu Santo; esto es, por medio de la obra de fe, manifestada en las escrituras como el medio para alcanzar la promesa de ser: "Hijo de Dios". Esto sólo por medio de Su Espíritu.

10.- POR TANTO ELLA DIJO A ABRAHAM: ECHA FUERA A ESTA SIERVA Y A SU HIJO; PORQUE NO HEREDARÁ EL HIJO DE ESTA SIERVA CON MI HIJO, ISAAC.-

Así, queda claramente establecido que la promesa no era para el hombre natural, o sea para el movido y manifestado según la carne.
La sucesión del hombre en su ruta hacia la promesa de ser "Hijo de Dios" no permanecería en ese estado. No tendría participación de las cosas señaladas para la vida en el espíritu. El hijo de la sierva deberá permanecer fuera de la promesa divina.
El hijo de Agar simboliza el hombre buscando la razón de la vida por medio de la carne.
Toma como base de interpretación la ley de la carne para llegar a alcanzar el reino y el control anhelado por medio de leyes y no por convicciones verdaderas. Espera hallar la razón de la vida por medio de métodos y descubrimientos que eternicen el cuerpo, cuya naturaleza limitada tiende a la desintegración.
No así el hijo de la promesa, cuyo fin es alcanzar las cosas de Dios, la comprensión de las causas eternas como base espiritual de todas las fuerzas.
La comprensión de estos pasajes, son el fundamento de toda la doctrina "mesiánica" en su verdadero sentido. No como una forma de obtener ventajas que eternicen nuestra existencia material, sino como captadores de las manifestaciones espirituales que nos liberan de las ataduras de un cuerpo corruptible que solo existe con el temor de su desintegración. Para entender como poder lograr que las fuerzas que reinen en nuestra conciencia provengan, efectivamente, de la pureza de los espíritus depurados, que por su alcance y luminosidad logran vivir en el alma de los que le imiten y a su vez mueve las almas de sus seguidores por la misma senda de luz que ellos alcanzaron de los otros.
La labor es buscar la continuidad de sus espíritus fertilizantes hasta que el error sea señalado como tal y echado fuera. "Porque no heredará el hijo de esta sierva con mi hijo Isaac".
Si se comprende esto claramente, veremos que ello no quiere decir que se va a producir un milagro y se abrirán los cielos materialmente (que hoy entendemos que no son tales) y luces y trompetas van a manifestarse. Sino que desde ese instante en que nazca la criatura en el espíritu evolucionado comenzará la eliminación verdadera del hijo de la sierva, del hombre natural e instintivo, producto de la carne.
Abriremos una puerta de entrada al hijo de Sara en nuestros corazones para ir eliminando, paso tras paso, en la vigilancia de nuestra conducta inicialmente, hasta que se produzca el hábito de la continencia, los efectos del error en nuestra mente traumatizada por los reclamos de la necesidad de supervivencia dentro del cuerpo material al cual nos aferramos arduamente como única forma de vida. Así se irá manifestando en el cuerpo espiritual, sin casi percatarnos, un nuevo camino de luz que cada vez se hará más luminoso y perceptible.
Y ¿A dónde conduce este camino? ¿Cómo saberlo si no lo andamos?
Es necesario echar fuera al hijo de la sierva, (nuestra conciencia carnal sierva de la carne)
Hacer que reine Isaac, la raíz santa en nuestro corazón. Aguardar con "fe", con la mira puesta en las cosas de arriba hasta que caiga el velo de nuestro entendimiento y podamos ver con claridad la luz sublime del Omnipotente reflejada en nuestra conciencia, que son los ojos del espíritu.
Pero para esto, repetimos, debemos arrojar al hijo de la sierva que es nuestro cuerpo lleno de apetitos de servidumbre hacia las ataduras de la carne.

11.- Y ESTE DICHO PARECIÓ MUY GRAVOSO A ABRAHAM CON MOTIVO DE SU HIJO.-

El conocimiento de este resultado parecía un error.
El hombre natural parecía formar parte de la raíz santa. La condición de Abraham, salido de Abram, era también de la misma condición que su hijo en Agar.
Mientras que el hombre esté manifestando su formación en la carne, el reclamo de la carne estará satisfecho. Existirá su lugar como parte de lo creado:
El pecado está a la puerta; y a ti estará sujeta su voluntad y tú serás su señor. (Gen 4:7) La condición de Abram, lo eslabona al hijo de la esclava, la ley de la carne y sus reclamos. Esta es la dualidad que distingue al hombre animal; su condición doble: Es Caín o Abel, Abram o Abraham, Jacob o Israel, animal o humano.
La naturaleza animal, presente en el cuerpo materialmente, pugna contra la acción depuradora que la amenaza. El instinto carnal y sus pasiones viven plenamente en su ambiente natural. Es esta fuerza del Espíritu Santo la que debe desalojarle.
Hay una barrera invisible entre las dos condiciones que debe ser salvada, que debe ser vencida.
No es posible eliminar esta barrera por medios al alcance de nuestros sentidos, ya que estos son los atributos naturales de la carne, y como tal, están inclinados a su favor.
Unos nuevos sentidos deben tomar cuerpo en nuestra conciencia, que como dijimos, son los ojos del espíritu.
Hay que alimentar esta nueva criatura con los alimentos propios de su condición. Darle el pan de vida de las enseñanzas de la Biblia, una vez aceptada como "la palabra de Dios" para el hombre.
Calmar su sed con el agua viva de esta palabra manifestada en las acciones y los ejemplos de los que nos precedieron por esos caminos, que con sus aciertos y sus errores, mostraron esta nueva senda donde no podemos andar con nuestros pies materiales, sino con nuestras acciones que son los pies que nos conducen hacia esta nueva y maravillosa meta.
Tocar las obras del espíritu, no con nuestros miembros carnales, vendidos al pecado y al error, sino con nuestras fibras más sensibles ya concientizadas con el Espíritu Santo señalado para vida del alma en Dios.

12.- PERO DIJO DIOS A ABRAHAM: NO TE PAREZCA ESTO GRAVOSO A CAUSA DEL MUCHACHO Y A CAUSA DE TU SIERVA; EN TODO LO QUE DIJERE SARA, OYE SU VOZ, PORQUE EN ISAAC SERÁ LLAMADA TU SIMIENTE.-

La manifestación del ideal es clara y precisa. La voz de la conciencia, la gracia, simbolizada por Sara, es la única salida.
Isaac, la nueva criatura otorgada como don Divino, es la promesa de un nuevo cielo y una tierra nueva. Distintos a lo anterior. Donde todo se vislumbra bajo una nueva luz; la luz del Señor Dios de los ejércitos.
Este Isaac, otorgado por Dios, es la esperanza del Espíritu Santo para echar fuera las ataduras de la carne.
Y esto no debe ser gravoso y pesado o lamentablemente de efectuar, puesto que Dios quita el gravamen de la carne una vez establecido Su Espíritu.
Es necesario escuchar la voz de la conciencia, la voz de la gracia, simbolizada en este pasaje por Sara, para no sufrir lamentaciones por lo que dejamos atrás. Es menester siempre recordar a la mujer de Lot convertida en estatua de sal por mirar atrás.
La única forma de lograr vencer las exigencias de la carne y tener una actitud confiada y segura, es cuando se alcanza la fe y la confianza en un ideal tan maravilloso como el que aquí se vislumbra.
Isaac simboliza, en estos pasajes, ese ideal y la continuidad del alcance de todo lo anhelado en esa promesa.

13.- Y TAMBIÉN DEL HIJO DE LA SIERVA HARÉ UNA NACIÓN, POR CUANTO ES SIMIENTE TUYA.-

La descendencia de Abraham por medio de la ley, de la cual es Agar la figura simbólica, crecerá notablemente de acuerdo con los planes de Dios. El hijo de pecado será manifestado en toda su plenitud. Ambas manifestaciones del hombre serán representadas en la travesía hasta el momento de la manifestación de los "hijos de Dios".
Todas las formas del hombre deberán ser plenamente manifestadas. El hombre deberá conocer totalmente todas sus características, agotar todos sus recursos antes de adoptar la forma definitiva señalada para él. El hombre de pecado deberá poner en práctica todos sus recursos antes de aceptar el verdadero y final camino.
Por esto, el hijo de la sierva, el hijo de ritual, el producto de las religiosidades y los sistemas que tienden a sectorizar al hombre encerrándole en sus dogmas legales, promete la vida eterna de una forma individualizada, condenando al resto de los que no pertenecen a su sector.
Hace énfasis en tal o cual dogma, tal o cual iniciación, sistema, filosofía personalizada, culto, etc., etc., con la condición de que deben ser imitados o perecer.
Este tipo d hombre crecerá hasta formar una gran nación, una gran filosofía, una manifestación que señalará el sentir del hombre natural que reclamará ser "la verdad" y arrastrará aun a muchos de los elegidos.
Es menester aclarar que las interpretaciones bíblicas con relación al fin del mundo por medio de destrucciones y cataclismos, deben ser tomadas alegóricamente como una parábola, similar al diluvio donde pereció el hombre Caín, para nacer nuevamente en Cam, padre de Canaán.
Esta será la confrontación definitiva de las dos tendencias ideológicas en pugna, simbolizadas por los grandes reyes que entrarán en la guerra ideológica empuñando las espadas simbólicas de sus fuerzas de convicción, capaces de atravesar el espíritu hasta llegar a la coyuntura del alma, el tendón del muslo que Jacob sintiera herido en su batalla con el ángel u hombre. Toda pura alegoría.
"Si siete veces será vengado Caín, Lamec lo será setenta veces siete". (Gen 4:24)
Todos los intentos del hombre serán combatidos por Lamec, símbolo de los refinamientos del hombre cuya representación tiene dos aspectos: Ada y Zilla, las dos mujeres que tomó Lamec para alcanzar su posteridad.
Ada: Representa la belleza, lo atractivo, lo engañoso, lo que irradia sueños, fantasía placeres inimaginables. Promesas de un paraíso inexistente, en cuyos reclamos jamás se llenan las aspiraciones verdaderas del hombre por más que alcance la gloria vana e insaciable.
Zilla: Representa las sombras. El odio, las frustraciones nacidas de la inconformidad con la participación de lo que se obtiene de la vida. Esto lo lleva a luchar, guerrear, o a cualquier medio oscuro, con tal de obtener lo que cree le pertenece y que debe arrebatarle a Seth, sustituto de Abel, símbolo de la paz en la conciencia.
Como vemos, todos los símbolos al conjugarse de esta manera empiezan a tener sentido en el rompecabezas bíblico, suyo resumen simple se aclara en: "Mas del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás; porque el día que comieres de él seguro morirás". (Gen 2:17)
Este árbol es la incredulidad, la duda, la falta de fe que acarrea la muerte del espíritu.

14.- A LA MAÑANA, PUES, MADRUGÓ ABRAHAM, Y TOMÓ PAN Y UN ODRE DE AGUA, Y LOS DIO A AGAR, PONIÉNDOLO SOBRE SU HOMBRO; DIOLE TAMBIÉN EL NIÑO, Y LA DESPIDIÓ; Y ELLA ANDUVO VAGANDO EN EL DESIERTO DE BEER-SEBA.-

Al comenzar la nueva etapa se estableció la separación de las dos tendencias.
El hijo de la sierva quedaba fuera en el desierto. El desierto simboliza la ausencia de recursos, carencia de posibilidades gratificantes.
La falta de gratificaciones obliga al análisis de las circunstancias o al escape de lo incomprensible. De repente se presenta la vanidad de la tierra y nada parece producir satisfacción a las necesidades del espíritu.
Este no es un estado de índole material, ya que la necesidad es con relación al espíritu.
Este es un momento altamente rectificador pues no existe ningún subterfugio compensatorio capaz de llenar la escasez de gratificaciones que da la existencia en sus variantes transitorias. Es el descubrimiento de la vanidad de la carne.
El desierto emocional ante la realidad cruda. La pérdida de vigencia de todos los valores tenidos como positivos hasta ese punto.
Aquí comienza la misión de la ley; prohibir todos los reclamos de la carne que mantiene vivo al animal o naturaleza instintiva pecaminosa del hombre.
Esta es la salida de Agar hacia el desierto para recibir la ley. Es el anuncio del pueblo de Israel al salir de Egipto. Salir de la servidumbre y vagar en el desierto para recibir la ley de depuraciones del pecado antes de entrar en la tierra prometida.
Es el símbolo de arrojar a Abram de Abraham, a Jacob de Israel, al pecado del hombre. Es también el momento en que LO MESÍAS manifiesta lo vano del mundo y se despoja del hijo de Agar para vestirse del hijo de la promesa, ofrecido a Dios en el monte Orbe para sacrificio de fe eterna. Toda pura simbología que hace cada vez más profundos los escritos de la Biblia y sus ejemplarizaciones.
De Abraham recibió Agar una provisión de alimento espiritual y una ración de conceptos ideales (pan y un odre de agua) para que emprendiese la ruta de la confrontación en el desierto de Beer-Seba, punto de separación de las dos tendencias, la humana y la divina.
Este es el momento en que el hijo de la sierva es echado fuera al desierto de las gratificaciones espirituales. Este es el momento para el hombre en que siente la falta de conceptos renovantes y la escasez de alimentos fortificantes para el espíritu. Es el desierto de la vida en su más cruda manifestación. Es la prueba de la fe ante la pérdida de los valores tenidos como indispensables y que en este punto pierden su valor.

15.- Y ACABÓSE EL AGUA DEL ODRE, Y ELLA ECHÓ AL NIÑO DEBAJO DE UNO DE LOS ARBUSTOS.-

La tradición, los ejemplos del pasado, los valores acumulados, los bienes adquiridos, toda seguridad transitoria del diario vivir, se evaporó al enfrentarse al desierto crudo de la existencia con su vanidad sin disfraz promisorio.
Se acabó el agua del odre. La provisión de recursos, de respuestas, los ideales que, uno a uno, van dejando de tener valores que alimenten el alma del hombre, se esfuman y solo queda la esperanza de una muerte irremediable; igual a la de los que nos precedieron y que dudamos haya un reencuentro, cuando no hay la fe de un sustento ideal.
Y ella, Agar, la ley transitoria que albergaba un sustento ideal limitado (que Abraham le había engendrado) dejó su esperanza, su vigencia, al amparo de la sombra de una doctrina azarosa (debajo de un árbol) en el desierto de la existencia temporal y efímera.
Esto simboliza el momento en que el hombre se desespera y pone su confianza en lo primero que se le presenta como salvación o esperanza de reposo.
Este pasaje es sumamente explícito y a la vez brinda un sendero de esperanza ante los momentos terribles de la vida. Es el momento en que todos los caminos se encuentran en una encrucijada y no se sabe cuál camino emprender.
Se seca el odre de las posibilidades que nuestras capacidades y conocimientos son capaces de entender y resolver. No sabemos verdaderamente cual es la solución de nuestros problemas, pues todos los medios resultan insuficientes para abrirnos la vía ante el encierro en que las circunstancias de la vida nos coloca.
El hombre pone sus esperanzas al amparo de cualquier doctrina o filosofía, o solución que brinde sombra y amparo momentáneo. Al garete en medio de la tormenta. Asido a cualquier tabla de salvación. Es el momento en que se cierran las puertas del entendimiento, y nada parece tener una salida de la situación en que se ha caído.
Es sorprendente ver entonces las decisiones que toma el hombre. Emprende caminos descabellados y fuera de lógica.

16.- Y FUE Y SENTÓSE ENFRENTE, A DISTANCIA DE UN TIRO DE ARCO; PORQUE DECÍA; NO VEA YO LA MUERTE DEL NIÑO. ASÍ, PUES, SE SENTÓ EN FRENTE, Y ALZÓ SU VOZ Y LLORÓ.-

La ley dejó de tener efectos y reflejos evolutivos. Se sentó.
Sucumbió su fundamento ante al pérdida irremediable de su vigencia. Languidecía y rememoraba dolorosamente su pasada gloria buscando una solución que impidiera la pérdida de su continuidad en su descendencia (Ismael)
La prédica que se desprende de este estado de derrota es la de una necesidad desesperada de rectificación, de cambio de circunstancias.
El lloro simboliza precisamente eso: La pérdida de algo que se añora y se desea recuperar o cambiar la situación anterior por errática.
Es la manifestación de nuestro espíritu buscando depuración o cambio.
El reclamo era una necesidad de salida que impidiera comprobar el fracaso irremediable de la esperanza de continuidad eliminada. El sentarse en frente, es un elemento de contemplación o meditación de las cosas. Es la observación minuciosa de los acontecimientos.
Alzar la voz simboliza una ejemplarización de los hechos más notables de una situación específica. De manera que lo más notable de su prédica era el hecho de la pérdida de su continuidad.

17.- MAS DIOS OYÓ LA VOZ DEL MUCHACHO; Y EL ÁNGEL DE DIOS LLAMÓ A AGAR, DESDE LOS CIELOS Y LE DIJO: ¿QUÉ TIENES AGAR? NO TEMAS, PORQUE DIOS HA OÍDO LA VOZ DEL MUCHACHO EN DONDE ESTÁ.-

Estos pasajes, que a veces son considerados por los desconocedores de las grandezas de la Biblia como legendarios y hasta infantiles, tienen tal fuerza interpretativa que cientos de libros no podrían definir con tanta amplitud. He aquí, que ellos encierran en unas imágenes tan elementales ilimitados ríos de símbolos. Aquí vemos que el ideal de perfección manifestó como positiva o acorde con lo deseado esta prédica o reclamo.
Oír, simboliza aceptar, aprobar. De esta forma se manifiesta como aceptable la manifestación de la ley que ha de ser promulgada en el desierto, en el monte Sinaí. Se confirma que la ley es aceptable como recurso en la estancia en el desierto o ausencia de comprensiones mayores.
El ángel de Dios simboliza una manifestación ideal; una entrada de conciencia ideal dentro de la dimensión material. De esa forma podemos aducir que los estados de conciencia, desconocidos aún por el hombre, y que a su vez habrán de formar parte del saber humano, son emisarios del mundo ideal materializándose; y podemos llamarlos "Ángeles de Dios".
Agar, parabólicamente el monte Sinaí, recibe una toma de conciencia proveniente del máximo ideal de perfección por manifestarse. Certifica como positiva la voz del muchacho, la predicación que ha de surgir de este descendiente de Abram y de Agar la sierva.
Éste, veremos que se llamará Ismael, que traducido significa: Oirá Dios. Es la ley de los mandamientos, que será cazador de "animales".Este es el elemento ideal que ayudará a eliminar o mejor dicho a señalar el pecado como tal.
Tendrá a su cargo la encomienda de mostrar la animalidad del hombre prohibiéndola. Éste oirá a Dios, que es la traducción de la palabra Ismael del hebreo; es la respuesta de Dios al clamor del hombre atado a su cuerpo de pecado. Es la forma de frenar los estados salvajes de la naturaleza animal que vive en los estados salvajes del hombre natural.

18.- LEVÁNTATE; ALZA AL NIÑO Y SOSTENLE CON TU MANO, PORQUE YO HARÉ DE ÉL UNA GRAN NACIÓN.-

Toma altura, recibe un nuevo grado de elevación, transmítelo a la ejemplarización que ha de surgir de esta forma de doctrina o filosofía. Muestra tu forma de actuación (mano) de acuerdo con tu ley; el soporte necesario para que llegue a ser una gran nación o actitud de vida.
Para que éste sea un gran núcleo de seguidores, una altura espiritual definida, pues eso es el simbolismo de una gran nación. Aquí vemos el anuncio del establecimiento de la ley proveniente del monte Sinaí, que tendrá una participación definitiva en la formación del pueblo de Israel, la de abajo, que asociará a sí a todos los seguidores de la idea de Dios en el segundo nivel, el del temor.
Es la característica surgida del miedo a Dios y por ende, al establecimiento de los ritos y liturgias destinadas a intentar aplacar la ira de Dios Este es el antiguo pacto, el de la letra. y a matar al hombre de pecado, para que nazca la nueva criatura que será acepto a Él.
Simbólicamente es el camino del hombre que lucha con Dios.
Esto proviene de la palabra Israel que significa: "Ishra" = lucha, combate, etc. y la palabra "El" = Dios, señor.
Toda forma de religiosidad que transmite al hombre la creencia de que siguiendo tal o cual fórmula, cumpliendo tal o cual rito, rezo, circuncisión, bautismo, lavatorio, etc., salvará su alma "individualmente", condenando al resto de la creación que no sigue en su dogma o fe, está regido por la ley, es hijo de la sierva, es el producto del Sinaí. Porque Dios no hace acepción de personas y hace llover sobre justos e injustos por igual, pues todos son hechura suya para cumplimiento de su obra (Dt 10:17) (Dt 16:19) (2 Cr 19:7)
En esto podemos afirmar que en Dios no hay judíos, ni cristianos, católicos, ateos, negros, blancos, ni ninguna otra división formada por las leyes nacidas de los sentidos materiales del hombre. Solo los conceptos, nacidos del alma liberada, comprenden la igualdad de todas las criaturas en el concierto de la creación donde, cada una de las partes es tan importante como la otra, así como todos los ladrillos de una fabricación sostienen la integridad del edificio.
Mientras haya un alma que sufra, el dolor será transmitido al cuerpo entero por medios ocultos y delicados.
Porque hay un solo Dios, un solo padre, un solo cuerpo, del cual todos somos miembros. Cada uno parte del hombre, pero todos un solo espíritu, creación de Dios, acorde con Su voluntad, sin distingos ni privilegios. Donde Su justicia ha de ser manifestada y lo es en tal forma, que escapando de nuestro entendimiento, toma su verdadera expresión cuando nos percatamos de la grandeza de Su poder y sabiduría desconocida a nuestra mente limitada y finita.

19.- Y ABRIÓ LOS OJOS DE ELLA DE MANERA QUE VIO UN POZO DE AGUA, Y DIO DE BEBER AL NIÑO.-

Abrir los ojos significa entender, comprender, asimilar conocimientos. Cada paso de avance del hombre se debe a la comprensión de un error.
El conocimiento del pecado no es abrir los ojos a la comprensión del mal proceder, sino al conocimiento de la prueba del mismo.
Es menester crear un estado de conciencia. Esto es, atravesar por los resultados del error.
Una vez vivida la experiencia producto del error surge la comprensión del mismo. Entonces es que se abren los ojos del entendimiento.
Esta es una visión en el espíritu. El primer paso hacia el bien es la comprensión del mal y sus efectos.
Después viene la necesidad de la rectificación que es la ley. Esta ley está encaminada a la eliminación del mal con el fin de que posteriormente pueda manifestarse el bien.
Esta ley que Dios proveyó fue la ley del monte Sinaí. Son los conceptos que van a mitigar la sed mortal de conocimiento y una renovación del espíritu. Esta es la ley que pretende encerrar al mal para darle paso al bien que deberá manifestarse en Isaac el cual lleva encerrado en sí los caminos de la promesa. Aunque parezca paradójico, Ismael es la esperanza de Isaac, ya que lleva en sí las presiones de Ismael, representado posteriormente por Esaú (Edom) Lo que fuerza a Isaac a bendecir, por ceguera, a Jacob, el cual se convertirá en Israel finalmente.
Un poco confuso visto de repente. Pero si vamos paso a paso veremos que Israel no alcanzó el reino por estar sujeto a las presiones del pecado, de manera que Ismael no muriera, manifestándose en él el pueblo gentil.
Dios sujetó en desobediencia a Israel dándole ojos que no ven y oídos que no oyen para tener misericordia de todos los pueblos de la tierra.
Es necesario primero que se abran los ojos de ella (Agar) y se pueda ver con claridad el pozo de las aguas que mitigan la sed del espíritu ya que de otra manera la muerte del alma del hombre es inevitable. Esta es la confirmación de la misericordia de Dios brindándole al pueblo gentil la misma esperanza que a Israel por medio de los padres y de los profetas encerrados en las escrituras, que ahora son del conocimiento de todos los pueblos de la tierra como criaturas de Dios.
Aunque el proceso sea largo y por raros caminos, al final, todos los pueblos de la tierra se congregarán en el monte de Zión, el monte de las naciones de la tierra en el orden espiritual, ya que este monte simboliza la altura espiritual máxima del entendimiento humano.
Dios dará a beber a los hijos de la desamparada.
Solo falta la ayuda del Espíritu Santo para que se produzca el hecho.
  • "Y naciones vendrán a tu luz, y reyes a tu naciente resplandor." (Is 60:3)
  • "Anda y di a este pueblo: Oyendo oiréis mas no entenderéis, y viendo veréis, mas no percibiréis." (Is 6:9)

20.- Y FUE DIOS CON EL NIÑO; Y ÉSTE SE HIZO HOMBRE, Y HABITÓ EN EL DESIERTO, Y VINO A SER TIRADOR DE ARCO.-

Así surgió la comunicación del Espíritu Santo en el nuevo concepto que comenzaba a manifestarse y tomó el nivel del hombre como concepto establecido. Y vino a ser este concepto base de una gran nación, una gran fuerza filosófica.
Su lugar de subsistencia será el desierto. No tendrá inclinación a los principios del mundo; se mantendrá en la abstinencia del mal. Esta es la base de la ley de los mandamientos.
Combatirá toda forma de error (será tirador de arco)
No será el bien, ya que éste estará representado por Isaac, el hijo de la promesa.
En cambio, éste mantendrá al hombre en esperanza y continencia en el desierto de su conciencia estéril, hasta que ya pueda dar el paso hacia la nueva criatura. Éste surgirá al pasar el Jordán de sus rectificaciones (lavatorio de las aguas) eliminando el error simbólicamente, que la ley en su aplicación le ayudará a conocer.
Esto establece el hecho que veremos al fin de lo manifestado.
Primero: La ley de los mandamientos, después la gracia con la ley escrita en el corazón de los fieles formando una conciencia pura.
Sin la primera, no aparecería la segunda.
Primero debe concluir la manifestación de lo natural para que después se manifieste lo espiritual. Porque el espíritu necesita de un cuerpo para manifestarse. Así como el cuerpo sin espíritu nada es, la fe está muerta sin la muestra de la obra de la misma manifestada.
El mundo, como tal, existe, pues hay un espíritu que lo anima, una razón que lo mueve. No existe un efecto sin una causa. Es necesario formar el cuerpo donde habite el Espíritu Santo, por una razón o causa aún desconocida por el hombre.
Las condiciones de subsistencia estaban en el hombre del desierto.
Debemos entender que todas las formas religiosas son: "el hijo de Agar", pues están concebidas para subsistir en el desierto simbólico de la existencia en evolución.
Al decir todas, enfatizamos que todas, pues bien, todas tienen como base la eliminación del pecado, la abstinencia de las cosas del mundo, la vida en el desierto de una existencia sin las gratificaciones de los placeres de la carne.
Son tiradores de arco. Hasta se combaten unas a otras por la supremacía de algo que aún no tienen bien definido. Aún no se ha manifestado la gracia en ellas, ya que en estas no hay acepción de personas, ni credos, ni razas, ni nada que establezca una diferencia por la cual combatir.

21.- HABITÓ PUES EN EL DESIERTO DE PARÁN; Y SU MADRE LE TOMÓ MUJER DE LA TIERRA DE EGIPTO.-

El desierto de Parán es el escenario donde el hombre recibe los mandamientos de Dios. Estos son los engranes de la Biblia que van arrojando luz cuando se asocian y se entrelazan unos hechos con otros. Parán da inicio al camino del Espíritu Santo. "Viene Dios desde Temán y el santo del monte de Parán. (Hab 3:3)
Aquí vemos como el hijo de la sierva simboliza al hombre que se formará por medio de la ley del Sinaí. Éste tendrá tendencias idolátricas. Su actitud regida por la ley estará sujeta a su condición carnal. Su madre, el medio de actuación de donde provino, lo comprometió a la ley de Egipto, símbolo de esclavitud y vasallaje, (idolatría) seguidor de seguridades para la conservación del cuerpo (el embalsamamiento es su símbolo estereotipador)
Haciendo un recuento de todos estos símbolos sacamos a conclusión que todas las formas religiosas, provenientes de la interpretación bíblica, son hijos de la sierva, toda vez que combaten unas con otras (son tiradores de arco)
Tienen en común el hecho de que parten de Abram, pero pugnan entre sí en lucha por ser el único heredero.
Afirman que su ritual, su interpretación de la ofrenda es la "verdadera". Que solo los miembros de su orden serán salvos tras la destrucción de todos los demás que no pertenecen a su sector. No toman en cuerpo que "todos" son miembros del cuerpo del "hombre" que Dios creó para la manifestación de Su justicia. Que unos y otros provienen del mismo padre de las luces, que sirven al Señor, cada uno en su posición asignada.
Todas las religiones tienen el ascetismo y la continencia que comúnmente señala la ley contra los mandatos de la carne; pero adolecen de la comprensión y la bondad provenientes del espíritu de la promesa, de la cual surgirá la gracia para salvación de todos los miembros que componen el cuerpo del hombre en el Espíritu Santo.
Toda forma religiosa sectaria es una manifestación más de los de los hijos de la sierva. Tiene su morada en el desierto emocional y tiende su arco combativo contra todo lo que se opone a permitirle conquistar lo que pretende asegurar para sí. "El temor es su ley".

22.- Y ACONTECIÓ EN AQUEL TIEMPO QUE ABIMELEC CON PICOL CAPITÁN DE SU EJÉRCITO HABLÓ A ABRAHAM, DICIENDO: DIOS ES CONTIGO EN TODO LO QUE HACES.-

Abimelec, dijimos, simboliza el exponente natural en esta etapa de la manifestación de Abraham.
En él se hace patente los logros y aspiraciones del hombre en su representación del mundo a ese nivel y que intentó vivir a través del medio establecido para Abraham (Sara) Con ello solo logró una esterilidad total en sus aspiraciones inocentes, ya que dicha actitud había sido motivada por la falta de conocimientos.
Una vez reconocido esto, rectifica su actitud de querer subyugar un medio que estaba por encima de sus posibilidades y que estaba comprometido para empresas mayores.
En esta ocasión hace reconocimiento de la posición de Abraham. Lo considera como ejemplo de Dios en todas sus manifestaciones y como una imagen imitable para alcanzar grados superiores. (Dios es contigo en todo lo que haces)

23.- AHORA PUES JÚRAME POR DIOS, AQUÍ MISMO, QUE NO TE PORTARÁS FALSAMENTE CONMIGO, NI CON MI HIJO, NI CON MI POSTERIDAD; SINO QUE CONFORME A LA BONDAD QUE YO HE USADO CONTIGO, ASÍ LO HARÁS TÚ CONMIGO, Y CON LA TIERRA EN DONDE HAS HABITADO.-

El juramento simboliza el establecimiento definitivo de un hecho irrefutable, sin cambio.
Cuando esto se asocia con el máximo exponente de la perfección de todas las cosas (Dios) se confirma plenamente. Este juramento establecía que la manifestación de Abraham era genuina.
Que tenía validez para todas las etapas siguientes.
Que, ante el deseo del bien que se manifestaba en él al reconocer la superioridad espiritual de Abraham a quien había rendido tributo (mil siclos de plata) reconocía su asociación con Dios como senda para alcanzar el camino perfecto.
En este juramento se estaba reconfirmando la asociación entre el mundo y Dios a través de Abraham. Esto quiere decir que la condición natural del hombre, a pesar de su inclinación hacia la carne, lleva en sí un deseo de asociación con Dios, y este deseo tiene intenciones de eternidad.
Por esto en el lazo del hijo de la sierva con Abram, está encerrado el propósito de alcanzar los caminos hacia los pueblos de la tierra, al igual que los hijos de la raíz santa, ya que en ambos se sustenta el reconocimiento de la fe de Abraham, y ambos proceden del mismo padre espiritual (Dios)

24 Y RESPONDIÓ ABRAHAM: SÍ, JURARÉ.-

Así quedó establecido en Abraham que este sería el ejemplo a seguir para el hombre de ese nivel y también para la posteridad que sustente dicho grado espiritual. De esta manera queda sustentado por Abraham, que la fe mostrada por él, sería el máximo exponente de actuación para el hombre en todas sus etapas. "Sería pues, la fe, la llave que abriría todos los caminos". Este es el juramento que Abraham confirmó a Abimelec.

25.- ENTONCES ABRAHAM REPRENDIÓ A ABIMELEC CON MOTIVO DE SU POZO DE AGUA QUE A VIVA FUERZA LE HABÍAN QUITADO LOS SIERVOS DE ABIMELEC.-

Entonces se hizo manifiesto un error de parte de Abimelec. El tratar de acreditarse las enseñanzas y conceptos renovantes provenientes de las experiencias de Abraham (un pozo de aguas) acreditándolo como producto de las experiencias de Abimelec.
Este pozo era producto de la búsqueda de Abraham. Simbolizaba la fuente de conceptos y elementos espirituales que le mantenía suplido de concepciones ideológicas a él y a todos sus seguidores.
Los mozos (los seguidores del concepto Abimelec, el hombre natural de aquella etapa) no daban crédito a Abraham, por los adelantos en el espíritu que las aguas de este pozo representaban.
Aquí vemos claramente, una vez más, como el ejemplo de las filosofías del mundo no quiere acreditar a los ejemplos de la Biblia como los factores que han hecho evolucionar al hombre hacia la manifestación de la condición humana en él, alejándolo del animal.
Los adelantos tecnológicos y los logros materiales son el producto de las experiencias de los hombres movidos por el espíritu del mundo en su afán de confort y placeres del cuerpo sin ocuparse del espíritu. Pero los logros espirituales que han logrado humanizar al mismo, son el producto de la búsqueda de hombres de Dios y de los conceptos surgidos de esta idea manifestada en la ejemplarización de estos exponentes de la raíz santa.
Toda manifestación del hombre "humanizándole", es contra naturaleza, pues su condición animal le empuja hacia los instintos bestiales y egoístas de la carne. Sin estos ejemplos del Espíritu Santo, el hombre aún estaría totalmente salvaje como todavía hoy lo está donde no se siguen los mismos.
Esta es la reprensión de Abraham, la queja de la usurpación de estos pozos de aguas, que como enseñanza literal, no tiene ningún valor, ya que se desconoce la existencia física de ellos, si la hubo como interpretación simbólica teniendo un profundo sentido moral, abriendo el camino hacia el conocimiento de las cosas profundas de Dios encerradas en las escrituras.

26.- Y RESPONDIÓ ABIMELEC: NO SÉ QUIÉN HAYA HECHO ESTO, NI TÚ ME LO HICISTE PRESENTE, NI SIQUIERA HE OÍDO HABLAR DE ELLO HASTA AHORA.-

La manifestación de Abimelec es la misma de siempre hasta el día de hoy, es el desconocimiento de reconocer de donde provienen los logros de la condición humana, No se da crédito a la ejemplarización proveniente de los hombres que buscan a Dios. Todo adelanto espiritual del hombre viene por una vía: "La raíz santa".
En cambio, el ser humano no acredita estos logros a la fuente espiritual de estos hombres de Dios alimentados y suplidos por el agua viva de Su palabra. Por el contrario, pretenden, inconscientemente, adjudicarlo a tal o cual sistema social de la conducta humana.
Lo toman como efecto natural, sin destacar la causa, olvidando el hecho de que la actitud natural del hombre es animal, conflictiva, ambiciosa, individualista, sin consideración del resto de la creación. Si por el mundo fuera, su ideal sería someter a vasallaje al resto del mundo para que le sirviera de instrumento de disfrute de los placeres carnales que siempre ansía. Demos gracias a que Dios existe e intercede para que esto no ocurra. El hombre natural solo reconoce al hombre animal y como tal lo expresa en todas sus acciones.

22.- TOMÓ PUES ABRAHAM OVEJAS Y VACAS, Y SE LAS DIO A ABIMELEC E HICIERON LOS DOS UN PACTO.-
Manifestó Abraham el reflejo de su actitud y obediencia a las cosas de Dios, e hizo notoria su fe y mansedumbre simbolizadas en las ovejas que siguen a su pastor. Manifestó también el esfuerzo del trabajo como fuente de aprendizaje en la lucha de cada día, simbolizado por las vacas, que son fuente de conocimiento elemental (representado por la leche) el alimento cotidiano de donde toma el hombre su habilidad y fuerzas para enfrentar sus empresas.
Con estos elementos certificados como provenientes de Abraham éste estableció una norma invariable (un pacto) y transmitió este pacto a Abimelec; dejando establecido este pozo como producto del esfuerzo de Abraham y no como un logro fortuito del cual tomar ventajas la representación del hombre natural, simbolizado por Abimelec y sus siervos.
Cada vez en entramos en interpretaciones más profundas destacando estos hechos simbólicos que más adelante veremos conjugados con más liberalidad. Todo con el fin de hacer más clara y comprensible la interpretación de la parábola bíblica.
Abraham, la raíz santa, le transmitió a Abimelec, el nivel tierra común, elementos de progreso para una posición balanceada donde ambos estuvieran equilibrados equitativamente (pacto)

28.- Y ABRAHAM PUSO APARTE SIETE CORDERAS DEL REBAÑO.-

El siete es el número de la perfección. Establece la plenitud de un estado.
Con este número se hace referencia a todo lo que alcanza la perfección o grado de equidad, es el número del reposo. Las corderas son leyes afines de obediencia incuestionable.
Esta es una ejemplarización destinada a evolucionar mejorando una característica errada. Este es un camino de acercamiento entre el hombre del mundo y el hombre de Dios. Con estas siete corderas Abraham representa una actitud definitiva que establece su verdadera identidad como hombre de fe (cordero)

29.- DIJO ENTONCES ABIMELEC A ABRAHAM: ¿QUÉ SIGNIFICAN ESTAS SIETE CORDERAS QUE HAS APARTADO?

Abimelec no tenía conciencia de esta evolución que Abraham estaba manifestando y se manifestó un deseo de aprendizaje o toma de conciencia. La conciencia del hombre natural, generalmente, no entiende las cosas del espíritu. Los ojos naturales no alcanzan a visualizar la obra de Dios y sus misterios. Se cuestiona lo que sucede de manera desconocida para su visión en todos los sentidos.

30.- Y ÉL RESPONDIÓ: QUE ESTAS CORDERAS QUE HAS DE TOMAR DE MIS MANOS, PARA QUE ME SIRVAN DE TESTIMONIO DE QUE YO CAVÉ ESTE POZO.-

La respuesta de Abraham señaló como visibles sus enseñanzas pidiendo crédito por ello. Abraham ponía de manifiesto que los conceptos, las enseñanzas evolutivas que habían alcanzado en ese nivel, eran producto de la actuación de Abraham inspirado por Dios.
El pozo es el símbolo de una fuente de aprendizaje (de allí se toman las aguas) Todo lo relacionado con agua, simboliza evolución, limpieza, cambios, etc. La actuación de Abraham, al apartar las siete corderas, dejaba bien claro el hecho de que el pozo era la base de su actuación positiva, sus ejemplos como siervo de Dios y no un accidente que Abimelec podría reclamar.
Este pozo era el esfuerzo de Abraham por encontrar las aguas del conocimiento. En él estaba representada su búsqueda del asentamiento que Dios le había prometido.
Es menester hacer bien claro al mundo que los logros obtenidos en el conocimiento de las cosas de Dios, no son el producto de una coincidencial sino el resultado de un deseo ferviente por encontrar las aguas vivas que calmen la sed de paz y amor del hombre.
Abraham quiso patentizar bien claramente este hecho.
Las siete corderas simbolizan un ciclo de obediencia hasta llegar a la perfección de esta etapa como conclusión de una búsqueda.
El pozo no fue un encuentro ocasional, sino el producto del trabajo y la dedicación de Abraham para asentarse en aquella tierra que le había sido asignada para posesión futura y para crecimiento de muchedumbre de pueblos y naciones.
Liguemos una interpretación con la otra, unamos las piezas del rompecabezas e iremos viendo poco a poco la imagen de lo mesiánico, reflejada en todos los hechos que ocurrieron, o no, realmente pero que son un misterio de sabiduría y una fuente de interpretación de símbolos y parábolas que no pueden hallarse en otra parte o ningún trabajo, histórico o legendario, con la nitidez que vemos aquí.
Aquí se hace bien claro el testimonio de Abraham al reclamar la posesión del pozo como obra de su esfuerzo ante la encomienda de Dios.
Estas siete corderas son los pasos a seguir, el esfuerzo representativo de reclamar una posesión del camino de Dios y dejarlo asentado bien claramente.
Son los esfuerzos encaminados a demostrar que nuestro deseo es alcanzar la posesión del pozo de aguas vivas que Dios provee a todo aquel que le busca, y que, una vez encontrado, hace patente este hecho por medio de acciones, demostrando haber alcanzado esta preciosa pertenencia.
Estas siete corderas tienen un valor simbólico insustituible.
Son una marca de actuación inconfundible que debemos colocar en nuestras mentes. Que no se permita que se interprete nuestra voluntad de buscar las cosas de Dios como el deseo mezquino de alcanzar un propósito sin importarnos que se pierda la evidencia de cual es el camino que tomamos, y de donde provienen los resultados que obtenemos por ese camino. La luz debe ser manifestada como tal para claridad de las tinieblas.

31.- POR LO CUAL SE LLAMÓ AQUEL LUGAR BEER-SEBA, PORQUE ALLÍ JURARON LOS DOS.-

Beer Seba significa la frontera que separa al hombre del mundo, del hombre de Dios.
Es el punto de manifestación de la diferencia de una actitud a la otra.
Este pozo del juramento distingue a Abraham como poseedor de una fuente de aprendizaje producto de su ejemplarización de fe.
Esta se manifiesta en la entrega de siete corderas de su rebaño como símbolo de obediencia y como aportación de un alimento de crecimiento espiritual para Abimelec.
Este desierto es donde anduvo errante Agar cuando tuvo su encuentro con Dios; donde, a su vez, recibió el anuncio del crecimiento de su hijo Ismael como engendro de una multitud de naciones también.

32.- HICIERON PUES UN PACTO EN BEER SEBA; Y LEVANTÓSE ABIMELEC CON PICOL CAPITÁN DE SU EJÉRCITO, Y SE VOLVIERON A LA TIERRA DE LOS FILISTEOS.-

Después de establecido el hecho invariable (pacto) que separaba las características definidas de cada uno de ellos, al decir: se levantó; quiere decir que se mejoró su condición espiritual, "elevándose" Abimelec y su forma de manifestación o fuerza, simbolizada por Picol, capitán de su ejército, y se incorporaron al mundo, a la tierra de los filisteos, símbolo de las luchas y búsquedas del hombre por los caminos de Caín, padre de los hombres sin fe. Aquí se vuelve a producir el traslado del hombre a la tierra de Nod.
Recordamos que Nod es la tierra donde fue Caín en sus peregrinaciones después de dar muerte a su hermano Abel. Simboliza el estado del hombre en su posición de apartamiento de la obra de Dios, como "peregrino" no como residente fijo, sino una estancia transitoria, producto del pecado. Este Nod es el grado de subsistencia del hombre durante su inconsciencia y no el grado definitivo señalado para el mismo por Dios.
Este es, simbólicamente, el trono del hombre como Dios y centro de ese miserable Universo del individualismo egoísta. Donde el YO SOY, que simboliza lo infinito de Dios, no importa que se hunda, toda vez que no se puede ver o recibir a través de los sentidos naturales del hombre, único medio de comunicación con el medio hostil que le rodea.

33.- Y PLANTÓ ABRAHAM UN BOSQUE EN BEER SEBA; E INVOCÓ EL NOMBRE DEL SEÑOR DIOS, DEL ETERNO DIOS.-

Y dejó manifiesto Abraham un grupo de conceptos elevados, de alturas ideológicas (símbolo del bosque) en este punto del juramento.
Así se mostraban las cualidades que caracterizaban a Dios como la forma eterna de vida. Este bosque simboliza la prédica de Abraham como aporte de la obra de Dios. Este bosque son los elevados principios de madera dura para construcción de la casa de Dios en el orden simbólico.
Cada vez que se logra sembrar la semilla de la palabra en alguien, se ha plantado el árbol de vida en él.
De esta forma la labor prolifera de plantación de árboles, que es el convencimiento de aquellos que toman el camino de Dios inspirados por el ejemplo de este sembrador, formarán un bosque espiritual para edificación de la ciudad de Dios en el espíritu.
Esta forma parabólica de expresión es la usada, sin lugar a dudas, por todos los profetas en sus escrituras de alto contenido metafórico. Esta forma de interpretación hace comprensible todo lo que al parecer luce legendario y fantasioso, ya que es la expresión metafórica de la poesía bíblica de profunda expresión.
La invocación del Dios eterno es la manifestación de fe que demostró en todos sus ejemplos que siempre mostraron su esperanza en la promesa divina.
Porque la llamada de Dios es el traer a conducta lo que Él representa.
Esto es semejante al que al fabricar una casa, invoca el nombre del arquitecto, cuando sigue sus planos fielmente; ya que de no hacerlo así, no hay similitud a lo planeado y no se invoca su destreza como tal.

34.- Y HABITÓ ABRAHAM COMO EXTRANJERO EN LA TIERRA DE LOS FILISTEOS MUCHOS DÍAS.-

Este ejemplo de conducta identificado con Abraham, se manifiesta en el mundo como partícipe del mismo (simbólicamente como extranjero) Esto debe ocurrir durante varias etapas de evolución (muchos días)
Esta conducta de Abraham lo coloca en el plano firme de no dejarse asimilar por las conductas y normas de vida que le rodean durante su estancia en la tierra de los filisteos que, como dijimos, representa simbólicamente el nivel de conducta de los hombres que luchan y buscan sin tener fe en la idea de Dios. Su extranjería era símbolo de no pertenecer a aquel medio, que aunque le rodeaba, no podía influenciarlo manteniéndose firme en la fe de sus principios.
En esto vemos como el pueblo de Israel no era asimilado materialmente por los pueblos de los alrededores, aunque sí lo era espiritualmente ya que tomaba sus costumbres y acciones convirtiéndose en uno mas de ellos.
Este pasaje es muy inspirador pues habla de la fortaleza de espíritu necesaria para mantenerse extranjero de las tentaciones que constantemente están asediando para captar y hacer partícipe de las "supuestas ventajas" de lo que ofrece ganancias y deleites para conducir a la pérdida de la fe.
Esta extranjería no permite que se oscurezca la visión extra-sensorial más allá de lo que puede nublar el entendimiento. No permite ser captado; por lo que el mundo ha dado en llamar lo real, que es solo una ilusión de los reclamos del cuerpo; que solo puede ser renovado analizándose con los ojos de Abraham (la fe) como único medio de control.
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