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" G É N E S I S X X "
1.- Y DE ALLÍ PARTIÓ ABRAHAM PARA LA TIERRA DEL MEDIODÍA, Y HABITÓ ENTRE CADES Y SUR, MORANDO TEMPORALMENTE EN GERAR.-
La tierra de promisión, el punto medio de su etapa, el momento más luminoso de Abraham.
Estos son los estados simbólicos por los cuales pasará Israel en su salida de Egipto; de la esclavitud del mundo a la tierra prometida. Una y otra vez se repite la peregrinación. En todos los niveles ocurre lo mismo.
La tierra prometida aguarda el momento glorioso en que se va a establecer el reino gozoso y eterno de Israel, que será el pueblo de sacerdotes y gente santa.
Esa tierra es el simbolismo de la perfección del hombre como especie. Es el momento más elevado de su escala, donde va a alcanzar el grado supremo de la medida de la plenitud del grado mesiánico; a ser llamado Hijo de Dios por haber alcanzado la imagen perfecta que el creador concibió como exponente de Su nombre.
El "Mesías", "Siloé", el "Ungido"; todos son sinónimos del estado de perfección establecido por Dios para que el hombre lo alcance.
Mientras tanto, las regresiones del mundo son las salidas de la tierra Santa al cautiverio del mundo: La diáspora.
Unas veces hacia Egipto, otras hacia Babilonia, etc., hasta la diáspora, símbolo de esclavitud a toda pasión y desenfreno que pueda ejemplarizar el hombre en su naturaleza carnal, animal, instintiva. Abraham, como padre de la fe, alcanza este nivel en su forma primaria, sentando plantas por primera vez en la tierra prometida por fe.
David, como exponente de la ley, alcanza el reinado de la tierra prometida por la luz de un ideal producto de la ley de los mandamientos, alcanzando el segundo paso de la evolución, experimentando.
El tercer paso, y el definitivo es el "mesiánico", donde el ejemplo de amor queda plasmado en el hombre que muestra "el hijo de Dios".
Este es Emmanuel, como lo llama Isaías. El perfecto, el pendón de los pueblos que marchan hacia la tierra prometida, la luz de las naciones.
En Abraham se concibe, se vislumbra por fe.
En David se experimenta, se lucha contra el pecado, representado por Goliat, al que derroca con una piedra (cuya piedra es el Espíritu santo) hiriéndole en la frente, en la mente abyecta del pecado.
En el Mesías, Siloé, "el ungido" se realiza mostrándose perfecto, enseñando la verdadera imagen del hombre en su plenitud, el estado señalado por Dios y que aguarda ansioso la manifestación sublime de "Los hijos de Dios".
Abraham en este capítulo hace el primer intento ideal alcanzando a GERAR, a la entrada de Canaán, que será la tierra prometida.
2.- Y DECÍA ABRAHAM DE SARA SU MUJER: MI HERMANA ES; POR LO CUAL ABIMELEC, REY DE GERAR, ENVIÓ Y TOMÓ A SARA.-
En este punto no estaba definida la relación entre Abraham, como concepto ideal, y Sara como ley o normas para realizar este ideal.
Sara se manifestaba como posibilidad disponible, no comprometida.
Abimelec simbolizaba el máximo ideal representativo del exponente de hombre en ese nivel donde Abraham iba a ejemplarizarse al igual que en el futuro lo haría David en otras circunstancias.
Por este motivo Abimelec trató de realizarse con Sara que parecía ser un medio grato de conocer.
Todos estos sucesos nos muestran los sucesos ocultos tras los hechos reales, la letra oculta tras la letra vista.
Sara resultaba, a los ojos de Abimelec, la condición ideal para mostrar descendencia suya.
Es el ejemplo de la fe que se pone en cualquier ideal, sin tener en cuenta si es el señalado para alcanzar la paz anhelada.
La esposa simboliza la oportunidad de realizar una idea y concebir trascendencia de la misma.
Cuando vemos a Israel como la virgen, comprendemos esta idea mejor, ya que Israel representa el medio, la ley, la ejemplarización de una idea.
Dios es el esposo que engendra esta idea en la virgen de donde no había nacido 'el hombre"; y comienza la gestación que los profetas anuncian hablando de los dolores del parto como algo visible, cuando en realidad señalan metafóricamente la evolución gradual que está ocurriendo en la virgen para mostrar el hijo de Dios.
Por eso dice que Israel es la virgen y el niño será Emmanuel; o sea, Dios será manifiesto entre nosotros. Se verá su obra. Contemplaremos la imagen de su creación, la perfección del hombre en toda su gloria.
Pura terminología simbólica que de no comprenderse nos lleva la magia y a las interpretaciones milagreras que las religiones, como grados interpretativos de los niveles de fe transitoria en el hombre, han ido mostrando al Espíritu Santo como si fuera una fuerza misteriosa que se puede manifestar por la fuerza de un ritual, o un rezo, y no por la práctica y el tremendo esfuerzo que representa el tratar de escenificar ese grado manifestado por Dios en las escrituras y que yace pendiendo como espada revoloteante a la puerta del paraíso espiritual de las almas que buscan la entrada al mismo.
En estos pasos preliminares debemos aprender los valores de los símbolos, para, más tarde, poder entenderlos y aplicarlos en las interpretaciones futuras de mayor alcance.
El tomar Abimelec a Sara, simboliza el deseo de los sistemas sociales de manifestarse como el estado perfecto, sin reconocer que las leyes que intentan adoptar, sólo están manifestadas para los ascetas seguidores de la idea de Dios como máximo esfuerzo a alcanzar.
Por eso podemos ver el fracaso de todos los sistemas e intentos sociales que el hombre pretende imponerse a fin de alcanzar la paz, ya que las leyes están manejadas por los Abimelec, y no por los Abraham. Siempre el que reparte se adjudica la mejor parte si no está motivado por el deseo de establecer la justicia de Dios siguiendo la equidad de sus principios.
Abimelec envió por Sara. Intentó utilizar la forma de seguir un ideal (representado por Sara) sin tener una fe (representada por Abraham),
3.- MAS VINO DIOS A ABIMELEC, EN SUEÑOS DE LA NOCHE, Y LE DIJO: ¡HE AQUÍ MUERTO ERES, POR CAUSA DE LA MUJER QUE HAS TOMADO, PORQUE ES CASADA CON MARIDO!-
Abimelec, como máximo exponente de aquel nivel, tiene de repente conocimiento de que Sara es un medio comprometido a otro concepto. El intento de realizarse en ella para lograr continuidad estaba condenado a la desaparición o perdida de su propia vigencia toda vez que Sara tenía su acople perfecto en Abraham.
Esto nos aclara los resultados que se obtienen por cada medio definido. Cada concepto tiene sus leyes definidas, su manera de ponerse en práctica. Las cosas de Dios no pueden alcanzarse por los mismos caminos que se adquieren las cosas del mundo y viceversa.
El hombre que pretende seguir las cosas de Dios debe estar dispuesto a entregar todo su haber material, si fuera necesario, con el fin de no perder ni una sola oportunidad de recibir un conocimiento de Sus cosas.
La preocupación por las cosas materiales imposibilita la contemplación pura de las cosas del espíritu. Esto es bien difícil y duro de aceptar, pero es una realidad irrebatible.
De la misma manera el que desea adquirir los bienes materiales que el mundo brinda en toda su plenitud, tiene que dejar a un lado las contemplaciones y reparos que piden las cosas de Dios. El que está preocupado por adquirir poder y riquezas; disfrutar de los placeres de la vida, no puede detenerse en contemplaciones tales como no mentir, no usufructuar, no hacer nada que vaya en detrimento del prójimo aunque éste sea su enemigo.
Por eso en este pasaje en que Dios le comunica a Abimelec que está muerto por haber tomado a Sara, (no utilizamos el sentido literal de la letra, analizando o dudando si Dios habló o no a Abimelec; sino que utilizamos el pasaje como una enseñanza positiva de a qué atenernos cuando estamos buscando hacia donde dirigir nuestros pasos en el camino de la vida.
4.- PERO ABIMELEC NO SE HABÍA LLEGADO A ELLA; DIJO PUES: SEÑOR ¿TAMBIÉN A UNA NACIÓN JUSTA MATARÁS?
Pero Abimelec no había puesto en práctica su ideal dentro de las posibilidades establecidas para Abraham. NO se había adjudicado como propios los logros que se derivaban de la conducta proveniente de la raíz santa.
Se manifestó la incógnita de si a pesar de no tomar los caminos que no tenían acople con su conducta iba a perder su vigencia a pesar de la abstinencia y la negativa que le hacían puro, sin adulterio en su principio.
En este caso no había adulterio, la conducta Abimelec era una conducta definida y no se prestaba a confusión con la raíz santa, sino que era un exponente puro y definitivo de su nivel.
Este es el caso que nos muestra los ejemplos determinados de cada conducta.
El que dice que sigue los caminos de Dios y utiliza los medios del mundo y los pone en práctica para obtener sus resultados, está adulterando. De la misma manera que el que anda en las cosas del mundo y dice que eso es lo que sirve a las cosas de Dios.
El que desea poder, riquezas, placeres, etc., no puede sentir remordimiento por las cosas de Dios, ni siquiera pensar en ello, pues eso acabaría aniquilándole, creando cargos de conciencia que no le permitirían disfrutar de los beneficios materiales derivados de estos componentes.
En la misma medida, el que busca las cosas de Dios, no puede sentir añoranza por las cosas materiales que otros poseen y él no las alcanza. No podrá disfrutar del deleite de los logros alcanzados al compararlos con los que ha perdido, pues en algún lugar de la ruta se pierde el camino. Por eso se plantea la pregunta: Si una actitud definitivamente acorde con una manera de ver las cosas, debe ser eliminada de entre los hombres perdiéndose la enseñanza que se deriva de ella al no manifestarse.
En otras palabras, esta es la respuesta a la eterna pregunta que hace el que juzga las cosas de Dios: ¿Por qué Dios permite que estas cosas pasen? Esto, refiriéndose al triunfo de los malvados en algunos casos.
Esto es así, porque esa conducta y sus resultados, son el ejemplo del final de del inicuo, que aunque no veamos su destrucción y sí su prosperidad, no descansa su alma en paz y todos sus sueños son pesadillas.
Esta es la respuesta a la pregunta de Abimelec, refiriéndose a ser una nació justa y ser eliminada.
5.- ¿NO ME DIJO ÉL MISMO: MI HERMANA ES; Y ELLA, PUES, TAMBIÉN ELLA DIJO: ES MI HERMANO? CON SENCILLEZ DE MI CORAZÓN, Y CON INOCENCIA DE MIS MANOS HE HECHO ESTO.
Esa forma de conducta, esa forma de hacer las cosas que Sara representaba no parecía estar identificada con Abraham pues aún no había concebido de éste. La manifestación que se desprendía de ella no parecía formar parte del concepto Abraham. Parecía como proveniente de medios comunes y no de la raíz santa.
De manera que el intento de Abimelec, hecho sin conciencia del pecado, y sin realización por tanto del mismo, abogaba por su inocencia en el análisis comparativo ante su ideal. Su conciencia no le condenaba.
Dios, el ideal supremo, le advertía ahora que aquella conducta no era la establecida para él. Que no debía tomar ese camino que estaba señalado para Abraham.
El que ejemplariza el mundo, debe hacerlo abiertamente y sin disfraces de manera que no se preste a confusión mostrando su negación a las cosas del espíritu de forma tal que se vea bien claro los resultados que se obtiene por esos caminos.
Y esto era lo que había hecho Abimelec, había tomado a Sara como un placer más; de la misma forma que los que acuden a una religión para socializar, sin estar conscientes de ello y obrando por confort de su cuerpo, y buscando los beneficios que se derivarán de esta relación.
6.- Y DÍJOLE DIOS EN SUEÑOS: SÍ, YO SÉ QUE CON SENCILLEZ DE TU CORAZÓN HAS HECHO ESTO; Y TAMBIÉN TE DETUVE YO DE PECAR CONTRA MÍ; POR ESO NO TE PERMITÍ TOCARLA.-
El sueño, simbólicamente visto, es una representación de la dimensión ideal no realizada o no irradiada aún en la materia, sino que ha sido sugerida por unos reflejos relacionados con la manifestación futura que transmiten otras causas no efectuada aún.
La visión de un plan determinado en el futuro son secuencias que, aunque no realizadas, tienen una condición, inanimada aún, pero existente en potencia. Factible de manifestarse de acuerdo con su importancia y posibilidades.
Cuando estos reflejos están relacionados con la depuración del espíritu, son, simbólicamente, sueños de Dios.
El artista planea su obra, la ve clara o confusamente en su mente, tiene una visión ideal del fin que persigue. Esta visión ideal existe en potencia; no se ha realizado aún. Solo aguarda el momento apropiado y el instrumento adecuado para tomar cuerpo en la dimensión de lo conocido por el hombre para manifestarse materialmente. Entonces, lo que era espíritu, idea, toma cuerpo. Se materializa en el mundo de los sentidos de esta dimensión.
Este ejemplo trata de mostrar una interpretación de lo que es el sueño equiparándolo con una visión. El sueño de Abraham, hoy, es visible en todas las naciones que siguen su fe. Así mismo el sueño de Abimelec se hace advertencia para el mundo en que éste se analiza.
Toda meditación es un intento de establecer contacto con la dimensión ideal. Es tratar de captar reflejos de la dimensión invisible, mundo inanimado en nuestro modo de ver las cosas, a través de nuestros sentidos limitados. Por este medio tratamos de convertirlos a lo que llamamos "realidad"; y que viene a ser sólo una imagen reflejada en un espejo que se advierte sólo de acuerdo con las limitaciones de nuestros sentidos, incapaces de ver más allá de la barrera de lo sugerido.
Esta imagen, en el caso de Abimelec, le llevaba a realizar un hecho que implicaría "pecado" solo si tuviera conciencia de que esto era incorrecto y aun así realizara el hecho. Él no había tenido conocimiento de los detalles del hecho verdaderamente. Esta visión ideal se le manifestó para no dejarle tocar o tomar contacto con Sara.
7.- AHORA PUES DEVUELVE LA MUJER DE ESTE HOMBRE; PORQUE ES PROFETA, Y ORARÁ POR TI, PARA QUE VIVAS; MAS SI NO LA DEVOLVIERES, SABE QUE DE SEGURO MORIRÁS TÚ, Y TODO LO TUYO.-
El mandato ideal proveniente de Dios, le indicaba al concepto Abimelec, que no interviniera en el medio señalado para Abraham, el cual era la ley o posibilidades que Sara representaba. Este medio ya estaba comprometido o preestablecido para realizarse con su fin ya premeditado.
Abraham representaría un tipo de hombre y Abimelec sería otro.
Toda la representación de "LO MESÍAS", el grado establecido por Dios como la medida perfecta del hombre, sería el significado de toda la profecía. Toda otra manifestación del hombre en su etapa de formación está llamada a desaparecer, ya que esto es la forma de lo que "NO ES".
La representación del hombre en su plenitud, esto es, el Mesías, el ungido, Siloé, o mejor, "LO MESÍAS" "SI ES". Esta forma de "SER" y que es el patrón ideal a manifestarse en "EL HOMBRE", el molde perfecto, es "Siloé"
Esto es toda la profecía: Lo que se profesa como fin de la especie humana, la meta del hombre divino en sus posibilidades más elevadas, donde Dios ha de residir en el hombre como nueva criatura o especie celestial, concepto que no ha alcanzado el hombre a practicar dada su naturaleza carnal ahora en proceso de vivificación.
Ahora bien, todas las partes fragmentadas de esta profecía, son los profetas y los hombres escogidos por Dios para ir representando la figura de lo celestial que yace en "Siloé".
Es como si tomáramos una figura dibujada en un cartón y la cortáramos en piezas para hacer un rompecabezas. Las partes sueltas, una vez juntadas nuevamente mostrarían la imagen total, esto sería la profecía con relación al proceso bíblico.
Lo que se busca al intentar armarlo después de fragmentadas y dispersas las piezas, serán los profetas como piezas de este rompe-cabezas, que mostrarán el final desconocido después de armado.
Este ejemplo, aunque simple, trata de aclarar el concepto simbólico de lo que es ser profeta, término que comúnmente se confunde con adivino, que vendría a ser como piezas de otro rompe-cabezas.
Abraham, al igual que Isaac, Jacob, Moisés, Elías y todos los ejemplos bíblicos que manifiestan los grados progresivos hacia "Lo Mesías" (que es la profecía) son "profetas" o piezas integrantes del rompe-cabezas de "ÉL HOMBRE", el cual coordinarlo, armarlo, sería alcanzar a ver la imagen de "LO MESÍAS", no unas partes sueltas, sino la plenitud del grado de perfección del hombre "Siloé".
Es muy importante establecer la diferencia existente entre "el Mesías" y "LO MESÍAS", pues aunque puede interpretarse como lo mismo, no lo es. El "Mesías" establecería que se trata de un solo hombre, perdiéndose de esta forma el sentido general de la creación de Dios.
"LO MESÍAS" establece que se trata del "HOMBRE", estableciendo este grado de conciencia como la meta general de toda la especie que está siendo moldeada gradualmente de manera inefable e incomprensible hasta el presente.
De esta forma se puede entender el concepto "HIJOS DE DIOS", comprendiendo así, que el engendro divino, la simiente de Dios, está "engendrando" al hombre por medio del Espíritu Santo, que son los conceptos, que en forma fragmentada, están diseminados en la Biblia, y que, inhalados", extraídos y asimilados, engendrarán "hálito de vida" en el hombre produciendo "HIJOS DE DIOS". Estos no nacerían según la carne, ya que esto no es una condición hereditaria genética, sino una característica espiritual que se obtiene por medio de ese Espíritu Santo de Dios.
La actitud de cada hombre, en su existencia como tal, es la pieza de cambio que Dios estableció para cada cual de acuerdo con su misión. Esto es, que de acuerdo con lo que se da, así se recibe. Si mal, mal, si bien, bien.
No es posible cambiar lo que Dios estableció para cada cual de acuerdo con su misión.
Cada actitud tiene su resultado establecido de acuerdo con la voluntad divina.
"No es posible obtener peras del olmo".
La oración del hombre no está determinada por lo que éste dice, sino por lo que hace. El hombre no obtiene lo que pide con su boca, sino lo que produce con su conducta.
Abraham, con su conducta y actitud, estaba pidiendo el camino futuro del hombre.
El resultado de su conducta era su oración en el espíritu, no en su boca.
"La oración de los santos intercede por el hombre".
Esto significa que el camino de los hombres conduce a perdición por causa de su naturaleza animal de la carne, forma espiritual de lo no reflejado de Dios.
Las actitudes copiadas de los seguidores de los ejemplos de la carne, de la indiferencia bestial del hombre natural, concebido para destrucción, conducen a la violencia y a la destrucción.
En cambio, los ejemplos de bondad y preocupación por el bienestar del HOMBRE, escenificado por los hombres santos o perfectos de acuerdo con su misión, proveen "copias", producen ejemplos que atraen al hombre hacia su verdadera identidad reflejada de la imagen divina.
Esta es la petición: La oración, el culto verdadero del hombre a través de su conducta.
Así es como éste le pide a Dios. No con su boca, sino con sus acciones.
No es posible cambiar lo establecido por Dios, volvemos a repetirlo cuantas veces sea necesario hasta que se grabe en la conciencia del HOMBRE.
Cualquier resultado que parezca ser una excepción, no es tal; sino que así estará establecido como necesario para ese momento específico.
Estas son las piezas del intrincado rompe-cabezas de la existencia perceptible al hombre de acuerdo con sus sentidos finitos.
Abraham era, es y será profeta y "orará" por que viva el hombre.
Sin su oración, esto es, sin su ejemplo de fe, sin su conducta ejemplar, el hombre volvería atrás y perecería como ente humano. Cualquiera de estos profetas que hubiere faltado, lo obra no llegaría hasta el hombre de hoy y éste no sería lo que hoy es. Faltaría una de las piezas del rompe-cabezas y la imagen definitiva no sería divulgada rompiéndose la promesa que ello encierra.
Su eslabón fue un paso en la escala que hizo posible que el hombre alcanzara la altura que hoy posee y que, a su tiempo, le hará llegar a "Mesías", a ser "HIJO DE DIOS", nacido del Espíritu Santo que hoy se encuentra yacente en las escrituras.
El resultado simbólico de este pasaje nos aclara el hecho de que cualquier cambio en los hechos ocurridos en el suceso bíblico, resultaría en un "aborto" de los "hijos de Dios".
Sin la unión de Abraham y Sara no habría Isaac, sin Isaac, no habría Jacob, y sin Jacob no existiría Israel. Y sin Israel no habría habido todos los profetas que culminaron en la llegada de la Biblia que representa el Espíritu Santo, Su palabra para "EL HOMBRE".
Por eso, si Abimelec, que era el hombre natural, no devuelve a Sara, que simboliza la gracia del Espíritu Santo (ya dijimos que el Espíritu Santo son todos estos hechos) Abraham no hubiera logrado descendencia de ella manteniendo la raíz santa de la promesa. Sin esto, nada de lo ocurrido hubiera tenido efecto. El hombre, manifestado como el "HIJO DE DIOS" hubiera muerto en la esterilidad de Sara, que preciso de la ayuda de Dios para lograr su gestación, la cual vive hasta el día de hoy y por los siglos de los siglos por venir, gracias al espíritu de la promesa que Dios suministró al hombre por medio de ella.
8.- Y POR LA MAÑANA, MADRUGANDO ABIMELEC, LLAMÓ A TODOS SUS SIERVOS, Y REFIRIÓ EN SUS OÍDOS TODAS ESTAS PALABRAS.-
La mañana es el conocimiento de una nueva etapa, en la cual se manifestó en el hombre del grado Abimelec, el conocimiento del pecado de sustitución, y los resultados que se obtendría de ello. De manera que se produjo una toma de conciencia por referencia o sea por oír.
El oír simboliza poner en práctica algo. El oído simboliza la facultad de captar conocimientos por referencia, o sea aprendido de otro. Así como el ver simboliza experimentar y captar directamente el conocimiento.
De manera que la captación de ese pecado por referencia produjo un temor, una ley, una tradición o forma de dejar establecido un hecho como definitivo.
Este detalle de referir en sus oídos nos da la llave para comprender el valor simbólico del hecho.
9.- ENTONCES LLAMÓ ABIMELEC A ABRAHAM Y LE DIJO: ¿QUÉ HAS HECHO CON NOSOTROS? ¿Y EN QUÉ HE PECADO CONTRA TI, PARA QUE HAYAS TRAÍDO SOBRE MÍ Y SOBRE MI REINO UN TAN GRAN PECADO? ACCIONES QUE NO DEBIERON HACERSE HAS HECHO CONMIGO.-
Hubo una confrontación entre las dos tendencias. Simbolizando: Una, el mundo; la otra la promesa de la profecía. No había en el hombre natural el por qué no había tenido un conocimiento claro de lo que resultaría al tratar de sustituir la raíz santa (Abraham) por las leyes del mundo Abimelec.
¿Qué razón existía para que por el desconocimiento de lo que estaba señalado o establecido para el camino de la promesa, el hombre fuera señalado como ejemplo de lo que ocurre al sustituir la filosofía del espíritu con los deseos de la carne?
Esto representaría la misma actitud que tuvo Caín al ofrecer a Dios los frutos de la tierra.
Toda actitud del hombre, movido por su inconciencia, está encaminada a asegurar su independencia, su seguridad, su individualidad o deseo de no depender de nada o de nadie para su subsistencia.
Esto simboliza la conducta de Caín y posteriormente la de Cam, y la veremos en mil formas más, una y otra vez durante el proceso bíblico.
Asimismo la podremos identificar en cada uno de los sucesos diarios de nuestras vidas donde inconscientemente, intentamos cambiar las circunstancias reinantes para dominarlas y ponerlas a nuestro favor.
Esto es lo que comúnmente conocemos con el nombre de "egoísmo", amor a nosotros mismos.
El hombre trata de colocarse en la posición de Dios queriendo que el mundo gire a su alrededor, siendo él el centro del Universo.
No alcanza a comprender el por qué no logra su propósito. E insiste, una y otra vez, proclamando su inocencia y frustración ante las consecuencias.
10.- DIJO ADEMÁS ABIMELEC A ABRAHAM: ¿QUÉ HAS VISTO PARA QUE HICIERAS ESTO?
Manifestó nuevamente Abimelec (el hombre natural) su inconformidad a Abraham (el hombre espiritual) ¿Qué conocimiento, qué necesidad existe para que Abraham resulte un pecado para él y le ocasiones la muerte o pérdida de vigencia a este ejemplo y a todos sus seguidores o imitadores? ¿Qué enseñanza puede derivarse de esto para que se haya hecho manifiesta de esta forma tan dramática y drástica? Esta es una confrontación que se manifiesta constantemente en la mente del hombre natural debido a todo lo que ocurre cuando la forma religiosa se presenta como parte con la conducta social. Todo lo que acontece cuando se toma la conciencia moral religiosa y se quiere señalar como producto de la sociedad. Lejos de producir beneficios arroja decepciones y combates ideológicos que terminan por lo general en guerras o revoluciones, señalándose la forma religiosa como causante de las distorsiones sociales, acusándoselas de faltas de base y de realidad histórica.
11.- Y RESPONDIÓ ABRAHAM: PORQUE DIJE ENTRE MÍ: SEGURAMENTE NO HAY TEMOR DE DIOS EN ESTE LUGAR, Y ME MATARÁN POR CAUSA DE MI MUJER.-
El exponente de la fe (Abraham) mostró su actitud ante el hombre natural (Abimelec) como una etapa de su conducta. El temor es la resultante de una ley. En Abraham se manifestó una ley ya que la ley es la resultante de un temor. Temió que el hombre natural, al igual que él, no estuviera establecido por leyes o planes de Dios, máximo ideal de perfección, como parte de Su obra también.
De ser así temió él no tendría oportunidad de captación en ese nivel y perdería su vigencia debido a que él pertenecía a la raíz santa del espíritu y Abimelec era producto de la raíz de la carne.
Es el eterno temor del que teme predicar en ciertos niveles, por que piensa que no será oído y será excluido del núcleo de las posibilidades de supervivencia en que se desenvuelve. Olvida que el hombre natural está dirigido, igual que él, por la voluntad y los planes de Dios. Teme que no solo no escuchará su prédica, sino que le marginará del medio de sus posibilidades por esta causa.
12.- MAS TAMBIÉN ES VERDAD ELLA ES MI HERMANA; HIJA DE MI PADRE, AUNQUE NO HIJA DE MI MADRE; Y VINO A SER MI MUJER.-
El fondo real de la cuestión vino a ser que su oportunidad de actuación (Sara) era también producto del mismo ideal o padre celestial, o igual fe que él y tenía la misma procedencia espiritual que Abraham. Ella no era producto del mismo medio (la misma madre espiritual) pero sí de la misma intención (la raíz santa)
En ambos se manifestaba el mismo principio, aunque la oportunidad de formación no había sido la misma.
De esta forma vino a ser, también, su medio de actuaciones para manifestarse (su mujer)
13.- Y SUCEDIÓ QUE COMO ME HICIESE DIOS VAGAR DE LA CASA DE MI PADRE, LE DIJE A ELLA: ESTA ES LA MERCED QUE ME HAS DE HACER. EN TODO LUGAR A DONDE LLEGAREMOS DIRÁS DE MÍ: MI HERMANO ES.-
De acuerdo con los planes de Dios, cada etapa, cada nuevo grado o nivel espiritual, debe dejar el anterior y avanzar hacia uno nuevo y más elevado concepto de las cosas, dejando el anterior de donde proviene.
Abraham marcó una nueva etapa en el hombre. Dejó atrás la casa o nivel espiritual de donde procedía (la casa de su padre) Su medio ambiente o norma de actuación (Sara) debía manifestar las mismas características de procedencia que él. Manifestarse como hermanos, según él.
Esto, con el fin de no ser combatidos, asimilados y tragados por otro sistema en evolución descendente.
Mientras un concepto o sistema ideológico estime que un medio determinado es asimilable y tiene probabilidades de captar aquel otro concepto, anexándoselo, convivirá y pasará por alto esa manifestación sin combatirla.
Ejemplo de esto es la rivalidad existente entre las religiones. Estas soportan mejor un hombre sin fe o tendencia religiosa que a uno de otra fe que pueda resultar en una lucha ideológica.
Abraham no quería hacer patente que tenía un medio donde crecer y engendrar descendencia, sino que debía pasa inadvertido al hombre de ese nivel que representaba Abimelec.
Quiso mostrar su medio de actuación (Sara) como no comprometido a una nueva forma ideológica, sino como proveniente de su mismo nivel. Sin compromisos o unión para evoluciones futuras. Sencillamente, no casados, sino hermanos. Con una hermana factible de ser conquistada.
14.- POR LO CUAL ABIMELEC TOMÓ OVEJAS Y VACAS, Y SIERVOS, Y SIERVAS, Y SE LOS DIO A ABRAHAM; Y LE DEVOLVIÓ A SARA SU MUJER.-
Y aquel concepto proveyó seguidores y ejemplarizaciones favorables a la ideología de Abraham. El medio Abraham fue liberado para actuar. Las ataduras y las presiones que pudieran comprometerle con el medio reinantes fueron rotas y eliminadas.
Triunfó la influencia de las características Abraham sobre las características Abimelec gracias a la intervención de Dios por medio de su revelación a éste.
Cuando todo parece perdido, cuando no parece haber solución a un problema, ocurre un hecho que cambia todo lo establecido de una manera inesperada, y lo que parecía difícil en una forma, se torna extremadamente fácil con la intervención de Dios.
Abraham obtuvo siervos y siervas (simbólicamente conceptos y leyes pertenecientes a la otra ideología) Ovejas y vacas (simbólicamente seguidores y propagadores de estos principios alimentándolos) y volvió a tomar Abraham sus condiciones de actuación anteriores sin intervención por parte de la influencias Abimelec.
Abimelec también era parte del plan de Dios y obró de acuerdo con el mismo proveyendo a Abraham las condiciones necesarias establecidas de antemano por Dios para este efecto.
15.- Y LE DIJO ABIMELEC: HE AQUÍ MI TIERRA ESTÁ DELANTE DE TI; EN DONDE TUVIERES A BIEN, HABITA.-
Y otorgó Abimelec su nivel espiritual, su oportunidad de vigencia como receptiva y práctica para el crecimiento y propagación de la tendencia ideológica Abraham, la raíz santa.
Todas las actitudes provenientes del medio Abimelec fueron factibles a ser habitados, experimentado en la ideología Abraham,
Éste iba a estar presente en todo cambio que se efectuase en el hombre. Esto quiere decir que cualquier fórmula ideológica que manifieste un cambio estará influenciada por la misma fuerza que movió a Abraham: la fe.
Este impulso estará presente en todas las manifestaciones del hombre en su deseo de alcanzar cualquier objetivo.
16.- Y A SARA DIJO: HE AQUÍ, HE DADO MIL SICLOS DE PLATA A TU HERMANO; CONSIDERA QUE ESTO TE SERVIRÁ DE REPARACIÓN POR TODO LO ACONTECIDO, Y PARA CON TODOS LOS HOMBRES; ASÍ QUEDÓ ELLA VINDICADA.-
La plata simboliza sentimientos preciados. Experiencias consideradas como positivas para alcanzar un fin determinado.
Es el tesoro de las experiencias adquiridas, los valores deseables. El elemento vocacional de una ideología.
Para el científico sus descubrimientos son su plata y si son depurados y comprobados, son su oro. Para el artista su repertorio, sus logros, su actuación son su plata. Para el místico su plata son los conocimientos que lo acercan a su fe. En fin es el reconocimiento vocacional, su fe, su confianza admitida como positiva.
Abimelec manifestó a Sara haber entregado mil siclos de plata. Una cantidad abundante en términos cuantitativos de su haber más preciado, de sus experiencias, como la forma de compensar su falta de visión al intentar captar a Sara como medio de expresión de él que no era lo establecido por Dios para él.
Esto demuestra las correcciones que surgen de los hechos históricos cuando se emprenden caminos erróneos. Todos los sucesos terribles por los que ha pasado la humanidad en su busca de ideales erróneos han arrojado una plata vigorosa y firme que va formando las barreras de peligro que no deben traspasarse so pena de sufrir las consecuencias que otras generaciones afrontaron. Por eso Abimelec dedicó parte de su caudal como ofrenda compensatoria de su pecado. Este es el precio del error.
Esto colocaba a Sara nuevamente como limpia y agraciada con el reconocimiento de Abimelec al poner al servicio de Abraham parte de su caudal devocionario.
Esto establece un reconocimiento del valor de las cosas y los principios de Abraham.
17.- ENTONCES ORÓ ABRAHAM A DIOS, Y SANÓ A ABIMELEC, Y A SU MUJER, Y A SUS CRIADAS, DE MANERA QUE TUVIESEN HIJOS.-
La manifestación de Abraham, su ejemplarización ideológica dirigida a representar las cosas de Dios, era el camino de salvación. Era la luz para los que copiaran su ejemplo.
La oración de Abraham era su conducta de fe que él dedicaba al ideal motivo de su proceder.
Esto simboliza su orar a Dios para el restablecimiento de Abimelec y su casa. No con palabras, sino con los hechos. Siempre ha sido así en la historia de la humanidad. La conducta de los hombres santos teniendo que sufrir el desprecio y la humillación de los hombres del mundo ha sido la puerta de salida de los hombres erráticos del encierro en que éstos se hallan pagando caro el precio de sus rebeldías.
Este pueblo se me acerca con su boca y con sus labios me honran, pero alejan de mí su corazón (Is 20:13)
La oración de Abraham por el alma de Abimelec era el ejemplo de conducta vivificante que le transmitía. De esta forma Abimelec y su medio rectificaban sus errores de conducta logrando recuperar la vigencia que habían estado a punto de perder.
Esto, alegóricamente, representa las etapas de recuperación de vigencia que logra alcanzar el hombre por medio de la conducta de los hombres santos que entregan sus vidas a favor de la humanidad, siendo esta una oración física movida por una forma espiritual, lo cual es lo opuesto a lo que ocurrió en aquel episodio, donde la oración espiritual, fue movida por la forma material de Abraham.
18.- PORQUE EL SEÑOR DIOS HABÍA CERRADO TODA MATRIZ DE LA CASA DE ABIMELEC, POR MOTIVO DE SARA, MUJER DE ABRAHAM.-
La norma de conducta escenificada por Abimelec, sustituyendo simbólicamente al hombre en lugar de Dios, ya que había tomado el lugar señalado para Abraham en Sara, le había hecho estéril. No podía tener continuidad.
Al reconocer a Abraham como profeta o exhibidor de una porción de la profecía y rendirle tributo (mil siclos de plata) simbolizó con esto la entrega o dedicación del tesoro de su corazón rompiendo la esterilidad que sustentaba. Alcanzó posteridad al hacer factible el curso bíblico que desembocaría en Israel y no ser alterado por él, sino que le ganó vida en Abraham al facilitarle su permanencia y enriquecer su formación para la continuidad en Isaac, Jacob, etc.; para llevar la luz a todas las naciones de la tierra.
De haber continuado su relación con Sara surgiría una corriente que no tendría las características de pureza necesarias para producir posteriormente la cadena de hombres y hechos que desembocarían en el advenimiento de lo mesiánico. Esto eliminaría la formación de los libros que componen la Biblia como puerta de entrada a esta promesa.
La relación de unos hechos con otros generalmente no muestra toda su importancia hasta ver realizados una serie de acontecimientos encadenados a través de los años o de los siglos.
Un simple suceso puede cambiar la historia de la humanidad totalmente.
A veces no reparamos en un ínfimo detalle que cambia definitivamente el curso de una vida.
Este suceso nos muestra los acontecimientos que podían haber cambiado la historia de la humanidad por medio de un hecho, al parecer, sin importancia.
El Señor Dios había cerrado la matriz de la casa de Abimelec. El hombre del mundo en la carne, no seguiría produciéndose. La conciencia del mal no se manifestaría. Esa zona del ser humano quedaría sin ser representada. No se conocería el pecado en toda su trascendencia. Y, de ser así, la gracia no podría ser manifestada ¿Cómo? La representación de un conocimiento no está completa hasta tanto no se conozca todos los factores que lo componen.
Es imposible saber correctamente como hacer algo, hasta tanto no estemos seguros de lo que no se debe hacer. Siempre existirá la duda y la tentación de intentar hacerlo a través de lo desconocido para ver si mejoramos lo existente.
Un error puede destruir toda una obra. Es por eso que el conocimiento del pecado es tan necesario como el conocimiento de la virtud.
Por esto el Señor Dios lo permite a fin de mostrar la grandeza de su obra comparando la luz con las tinieblas.
Por eso, en este relato bíblico, al parecer sin trascendencia, podemos tomar el conocimiento de lo que el hombre acumula siglo tras siglo. Tal fue el precio de Abimelec, mil siclos de plata.
Dios abrió la matriz del pecado, así como las puertas de la gracia. Ambos deber ser manifestados a plenitud para el día de la gran batalla del Señor Dios contra todos los pueblos de la tierra. Esto es necesario para la confrontación plena del alcance de ambas conductas.
Es necesario, que así como muestra Lo mesiánico como el ejemplo máximo de la conducta perfecta para ser tomada como la del HOMBRE; también muestra Lo satánico, Lucifer, Belial o como quiera llamársele a la actitud más baja y despreciable del hombre y que debe ser repudiada por éste con la convicción de su error.
De una parte, el ejemplo de amor y entrega total de los de la fe de Abraham; de otra parte el odio y el egoísmo rufián del hombre inconsciente de las cosas de Dios en sus acciones.
Ambas corrientes deberán ser mostradas y entendidas a plenitud.
Abimelec prosiguió su fecundidad, así como Abraham recuperó su oportunidad de alcanzar la promesa de la raíz santa.
Ante el género humano está presente la oportunidad de militancia de ambos ejércitos.
O se sigue la ruta de Abraham, su fe, hasta que se manifieste la fuerza de la gracia de Sara en nosotros, o por el contrario formamos parte del mundo y pasamos a ser un ejemplo más de los llamados a desaparecer al rechazar la escenificación del error en el hombre.
Ser Caín o Seth (sustituto de Abel) Ser Cam (padre de Canaán) o Sem (padre del pueblo de Israel a través de Abraham) Ser Abram (igual que Abimelec) o Abraham (padre de la fe) Ser Jacob (que era igual que Esaú) o Israel (la raíz santa de Dios) Ser Faraón (Dios del poder del mundo) o Moisés (mensajero de Dios para libertad del hombre esclavo de la carne)
Los dos lados del hombre están gráficamente representados en la Biblia. El Seol (lo más bajo u obsoleto del hombre) o el paraíso (lo más cercano a Dios en las alturas del Espíritu)
Y en medio de todo, como cerca o división de ambas conductas, la espada revoloteadora de las filosofías y sistemas sociales que pretenden mostrar el camino hacia lo perfecto a través de senderos ocultos y siniestros, de posiciones esotéricas y faltos de conciencia divina, viviendo en las cavernas infames en que habita el genero humano ajeno a la luz del nuevo día.
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