1.- EMPERO EL SEÑOR DIOS HABÍA DICHO A MOISÉS: TODAVÍA TENGO DE ENVIAR UNA PLAGA MÁS SOBRE FARAÓN Y SOBRE LOS EGIPCIOS; DESPUÉS DE LO CUAL, ÉL MISMO OS ENVIARÁ DE AQUÍ: CUANDO OS ENVIARE DEL TODO Y CON VIOLENCIA OS ARROJARÁ DE AQUÍ.-

En la reforma estaba manifestado por anticipado el resultado positivo de todos los hechos que estaban ocurriendo y que llevaban un propósito establecido de antemano.

Esto lo podemos ver en estos pasajes que establece como cosa pasada el resultado de lo que ha de manifestarse. Una nueva plaga se ha de presentar. Un nuevo resultado del error que será el que colmará la copa con el fin de hacer que la voluntad obstinada del hombre se torne factible a los planes de Dios.

Se hace advertencia que dichos cambios no serán por voluntad propia, sino que será con violencia, motivado por la ira de la frustración ante las plagas que muestran los errores de su conducta negativa.

Esta última plaga resumirá todo lo que anteriormente se ha estado preparando paso a paso.

Este va a ser el paso decisivo en el grupo de acontecimientos que se han ido desarrollando de una manera progresiva y paciente, sin omitir ninguna de las posibilidades de negatividad de la conducta de Faraón.

2.- DI EN OÍDOS DEL PUEBLO, QUE CADA HOMBRE PIDA A SU VECINO, Y CADA MUJER A SU VECINA, ALHAJAS DE PLATA Y ALHAJAS DE ORO.-

La facultad de comprensión de todos los integrantes del mundo debe sufrir una prédica que ha de ser aceptada colectivamente.

Esto lo podemos entender por medio de las palabras de Dios hacia Moisés, donde le dice que diga en oídos del pueblo, como dando a entender el punto de comprensión que se está manifestando.

El oído simboliza la facultad de comprensión o captación de las cosas. Cada concepto de los pertenecientes a la idea de Dios, tomará lo mejor de los ejemplos de los sucesos pertenecientes a la conducta mundana.

Conductas de naturaleza sólida y deslumbrante. Esto se interpreta por medio de las alhajas de oro y plata que posteriormente servirían para levantar el becerro de fundición que Aarón fabricara con estas alhajas al pueblo de Israel a petición de éste.

Vemos como los planes de Dios se preparan con anterioridad a los sucesos futuros.
Así vemos como la sociedad de hoy ha tomado las conductas que considerara luminosas y sólidas de la antigüedad en su deseo de escalar las alturas del entendimiento humano.

La religiosidad del hombre de hoy tiene en su composición los conceptos de la reforma (los mandamientos) filtrados por las interpretaciones Aarónicas o líderes de esas religiones que lleva en sus haberes las alhajas de oro y plata de la conducta filosófica mundana de la antigüedad.

Nota: No queremos causar controversias, pero la interpretación de estos pasajes no harían sentido sin llegar a la raíz de los hechos en su fundación.

Estos objetos de oro y plata que el Señor Dios demanda que la reforma tome de los egipcios, representan los objetos de perdición que tuvieron los hebreos en el monte Sinaí, durante la ausencia de Moisés en su misión de alcanzar los preceptos de Dios.

Al igual que ayer, los hechos ocurren con un motivo.
Cada etapa tiene una condición similar que repite los hechos pero elevados a una nueva potencia, como dijimos en la interpretación numeraria anterior donde los números al rebasar la medida de diez, entran en una repetición de los hechos pero en una nueva potencia o magnitud.

Hoy podemos ver fácilmente los becerros de oro que se fabrican en las distintas religiones que tienen conceptos que distraen al hombre de su verdadera función con relación a su conducta para con Dios.

Muchos son los fieles que creen que con cumplir algunos de los rituales (que sólo son símbolos de recordación) ya han cumplido con sus participaciones ante Dios.

Los ritos (con perdón de los afectados) son las alhajas de oro y plata que vemos simbolizados en estos hechos que requirieron tomar de los egipcios en su huída hacia el desierto.

Estos objetos de oro y plata que son los rituales o manifestaciones litúrgicas de cualquier clase, pueden servir a dos propósitos, y el intérprete de estos pasajes debe tomar en cuenta este hecho.

Pueden servir para fabricar los utensilios que han de colocarse en el altar de Dios siendo símbolos de recordación de la conducta del hombre, que mirando estos objetos del altar, no como piezas mágicas y de poder sobrenatural sino como recordatorio de la conducta que ellos representan.
Como por ejemplo, la Menorah del templo, debe recordar la luz que viene de los espíritus que Dios estableció para luz del mundo y que al encenderlas, debe tenerse presente el hecho de que se debe contribuir a estos ejemplos manteniéndolos encendidos en el corazón del pueblo por medio de su conducta.

Así, en todas las religiones, si se analiza sus ritos, liturgias, cultos, bautismo, etc., son sólo símbolos de una naturaleza superior al simple hecho que estos representan materialmente, ya que nada de esto por sí, puede servir para mejoramiento del alma. Esto sólo se obtiene por la comprensión y la práctica de las cosas de Dios y no por el cumplimiento formal de un acto material cualquiera.

Valga la aclaración para destacar algo tan trivial como la petición de las alhajas de oro y plata en momentos tan importantes y de tanta trascendencia como son estos, en que la humanidad va a recibir la libertad de la esclavitud de la carne para alcanzar la gloria maravillosa que proviene de los mandamientos de Dios, que son la esencia verdadera de todas las religiones y guía del espíritu del hombre hacia nuevas alturas.

3.- Y EL SEÑOR DIOS DIO AL PUEBLO GRACIA EN LOS OJOS DE LOS EGIPCIOS; Y TAMBIÉN EL VARÓN MOISÉS ERA MUY GRANDE EN LA TIERRA DE EGIPTO, A LOS OJOS DE LOS SIERVOS DE FARAÓN Y A LOS OJOS DEL PUEBLO.-

La gracia es el estado de comprensión de un hecho. Al decir que Dios le dio gracia al pueblo establece que se hizo comprensible la situación del pueblo de Israel.

En esto podemos decir que aunque en los niveles intelectuales de más capacidad no se acepte la legitimidad de la necesidad de alcanzar niveles espirituales de más altura, en el nivel común del hombre de abajo como podemos llamar al hombre de menor capacidad intelectual, estos hechos se hacen visibles con más facilidad.

Por eso vemos que no es común encontrar en las filas del ascetismo religioso a pensadores inquietos que buscan afanosamente en todos los rincones del espíritu.

Estos, en su gran mayoría, no aceptan lo simple de la idea de Dios, sino que necesitan que tenga grandes y complicadas manifestaciones, o por el contrario cierran los ojos a todo razonamiento.
De pronto los vemos militando en las filas del más absurdo oscurantismo cuando se sienten abatidos y no logran hallar respuestas con la razón pura.

Así vemos que en estos pasajes se nos deja comprender que la reforma y los principios de los que buscan a Dios, se establecían como amplios y profundos ante los ojos de los que siguen las cosas de la carne imitativamente.

Hay dos formas de aceptar un hecho:

1. Imitativamente: Sin convicción, copiando la conducta que atrae o por afinidad.
2. Teniendo convicciones iguales a lo que se está analizando para aceptarse como propio,

En este caso, los egipcios son copiadores imitativos de la conducta de Faraón, que es lo que generalmente sucede con los que habitan en una sociedad de la cual obtienen las necesidades que su espíritu reclama.

Podemos establecer como egipcio, simbólicamente, a todo aquel nacido en un medio donde todas las condiciones favorecen su mantenimiento y copia a las figuras más prominentes de ese medio con el fin de escalar las posiciones más elevadas.

Esto ocurre en todos los ámbitos, religiosos, mundanos, políticos, profesionales, etc.

Cuando una conducta se destaca dentro de un medio como portadora de una promesa de mejoramiento de las condiciones que se hayan tornado mortificantes por algunas presiones no gratas, esta resulta ser como un enviado mesiánico o prometedor de nuevos horizontes.

No es difícil considerar como si fuera un Mesías a dictadores, farsantes, políticos, rebeldes, apáticos, etc. En fin, todo lo que pueda servir de guía a cualquier grupo de hombres, que estando desajustados en el medio en que habitan, siguen los dictados de estos "mesías", yendo a veces a parar al fondo de sus desesperaciones.

Esto nos da a entender que hay dos luces, la de las tinieblas, y la del día.

Por ello vemos a Faraón como una de las luces en este relato y a Moisés como la otra luz que se le opone.
Este último estaba siendo visto con gracia a los ojos de los egipcios, como dice aquí el relato.

4.- POR LO CUAL MOISÉS DIJO A FARAÓN: ASÍ DICE EL SEÑOR DIOS: COMO A LA MEDIA NOCHE VOY A SALIR POR EN MEDIO DE EGIPTO.-

Esto hizo que la reforma se presentara ante el exponente del mundo como una manifestación del sentimiento de perfección (Dios)

Este sentimiento de reforma le anunciaba al espíritu de Faraón que en medio de la ignorancia de sus principios, simbolizado por la media noche, se iba a hacer manifiesto el principio de las cosas de Dios. No importa la dirección que el hombre pueda tomar, siempre sus caminos están controlados por el máximo sentimiento de perfección que establece las condiciones y los medios en que todo debe desencadenarse para arrojar el resultado que se tiene preestablecido.

Por eso dice que en el medio de la noche va a salir por en medio de Egipto, como dando a entender que en medio de la oscuridad del hombre la idea que Dios le establece otorgando la justa medida de las acciones, siempre orientadas al balance y equilibrio perfecto del acontecer, como perteneciente a las cosas de Dios y su perfecto orden.

No importa la conducta del hombre, mala o buena, como las llama el hombre, siempre sirven para un solo fin, "lo perfecto".

5.- Y MORIRÁ TODO PRIMOGÉNITO EN LA TIERRA DE EGIPTO, DESDE EL PRIMOGÉNITO DE FARAÓN QUE SE SIENTA SOBRE SU TRONO, HASTA EL PRIMOGÉNITO DE LA ESCLAVA QUE ESTÁ DETRÁS DEL MOLINO Y TODO PRIMOGÉNITO DE LAS BESTIAS.-

El primogénito representa el producto inicial de toda acción. La primera manifestación del porqué de un hecho, es lo primero que nace de lo que se plantea.

Esto lo podemos ver materialmente en la unión de los cuerpos para el fruto de esa cópula. También lo podemos tomar en el orden simbólico como el resultado de cualquier idea, que al ponerse en práctica, arroja el primer resultado de la misma.

No son los intentos fallidos los que cuentan para esta primogenitura espiritual o simbólica, sino el primer intento positivo de un empeño. De esta forma podemos decir que el primogénito de los hombres es el que alcanza la forma establecida en al idea original.
Todos los intentos que no muestren esta condición no pueden ser llamados hijos de Dios, ya que no son el resultado final del propósito original, que es el de ser a imagen y semejanza de Dios.

Aquí podemos caer en la controversia con relación a si los hombres son hijos de Dios.
No podemos llamar con el nombre de una cosa a lo que no guarda los requisitos que esa cosa reclama para ser tal.

Por ello podemos decir que el hombre en evolución es el eslabón existente entre su especie inferior, que podemos llamar animal, y la especie siguiente que ha de manifestarse que la podemos llamar "HUMANA", cosa que no vemos que haya sucedido aún a cabalidad.

Aquí vemos que todos los intentos por manifestar los resultados finales del hombre del mundo como especie perfecta, han sido establecidos como llamados a desaparecer y perder su vigencia.

Así lo podemos interpretar simbólicamente al ver decir que morirá todo primogénito de la tierra de Egipto, como significando que de esta forma de conducta mágica irracional, no ha de quedar ninguna influencia en la formación del hombre como tal en su carácter original.

6.- Y HABRÁ GRANDE ALARIDO EN TODA LA TIERRA DE EGIPTO, CUAL NUNCA HA HABIDO, Y CUAL NUNCA MÁS HABRÁ.-

El alarido es el producto de la queja o el dolor de una pérdida.

Simbólicamente podemos interpretarlo como una lamentación del espíritu del hombre ante la pérdida de lo que considera como grandes valores en el pasado.
Todavía podemos oír las lamentaciones de los que fueron grandes imperios políticos o religiosos en el pasado al perder sus influencias en el espíritu del hombre que se mueve a otras latitudes materiales o a movimientos espirituales de diversa condición.

Esto lo podemos entender actualmente al ver como la ley de Moisés y los príncipes que estaban en manos del pueblo de Israel pasaron a ser compartidos por todos los pueblos de la tierra.
Posteriormente podemos ver en el cristianismo, que era católico en su formación primitiva y por sus obstinaciones perdieron la hegemonía total, desembocando en el protestantismo que a su vez se ha subdividido en infinidad de sectas, que, aunque se llaman afines, difieren bastante entre sí alegando cada una la convicción de que son el único camino existente para alcanzar el reino de Dios, que a veces parece querer decir el reino del hombre, con Dios a su servicio concediendo las peticiones que le hacen de acuerdo con las condiciones que el hombre establece.

Este alarido o queja de los valores perdidos, dice que no lo ha habido ni lo habrá jamás, como dando a entender que esta es una condición tan arraigada en el hombre que será motivo de queja y lamentación el perder esta característica.

Por eso dice que no la habido, ya que la condición inicial del hombre, sin característica definida no ha sido lamentada por el mismo al perderla para dar paso a esta condición irracional y puramente pasional que Egipto representa.

Esta es la misma condición que prima en el hombre hasta el día de hoy, y que es la que su condición material desea ya que predomina sobre su condición espiritual que ahora, por medio de la reforma, se le hace reclamo al hombre.

Este es el segundo paso del hombre ya que l primero quedó eliminado simbólicamente con el diluvio que representó la eliminación del espíritu de Caín, para dar paso a Lamec, que como dijimos, simbólicamente representa la multitud de manifestaciones del error que deberán ser eliminadas setenta veces siete, como dando a entender que se necesitará de la elevación de muchos grados espirituales en su plenitud, manifestados por el siete elevado a todas sus potencias.

• Pues si setenta veces ha de ser vengado Caín, Lamec lo será setenta veces siete. (Gen 4:24)

7.- MAS NI UN PERRO MOVERÁ SU LENGUA CONTRA NINGUNO DE LOS HIJOS DE ISRAEL, NI CONTRA HOMBRE, NI CONTRA BESTIA, PARA QUE SEPÁIS QUE EL SEÑOR DIOS HACE DISTINCIÓN ENTRE LOS EGIPCIOS E ISRAEL.-

El perro es tratado en la Biblia como una conducta puramente instintiva e inclinada a la violencia.
La lengua simboliza la transmisión o propagación de un ejemplo. De manera que la conducta derivada de estas actuaciones no tendrá efecto propagador entre lo seguidores de la idea de Dios.

Esto se puede manifestar en la conducta de todo el que sigue la idea de Dios, que mantiene una conducta nacida de leyes y preceptos que le inhibe de obrar de esa manera asociada a la característica de la conducta perruna.

De esta forma se puede ver la diferencia existente entre el hombre puramente carnal, y el hombre movido por la idea de la existencia de Dios y sus principios.

8.- Y DESCENDERÁN A MÍ TODOS ESTOS TUS SIERVOS Y SE POSTRARÁN DELANTE DE MÍ, DICIENDO: SAL TÚ CON TODO EL PUEBLO QUE TE SIGUE: Y DESPUÉS DE ESTO SALDRÉ. EN SEGUIDA SALIÓ DE LA PRESENCIA DE FARAÓN ARDIENDO EN IRA.-

Después de todas estas maravillas que Dios representa mostrando al hombre del mundo la paga del pecado por medio de las plagas, habrá una convicción de la realidad de la presencia de Dios en todas las cosas, haciendo que el espíritu del hombre comprenda la necesidad de seguir los dictados del Todopoderoso.

La reforma estará encargada de hacer una separación de las conductas basadas en el instinto y la actitud inspirada por el ideal de la perfección que Dios representa.

Sólo entonces se dejará sentir el resultado de las plagas que azotan al hombre en su conducta abominable ante Dios.

La reforma (Moisés) se separa de la conducta del mundo, con todos los atributos de la ira.

Esta actitud es muy propia de los religiosos movidos por la ley, que mantienen una conducta condenatoria contra todos los que no pertenecen a su núcleo de afinidades.

No es difícil apreciar la ira del religioso cuando ve su sentido de religiosidad amenazado. Esto le hace obrar iracundamente.
Evidencia de esto son las guerras santas, inquisiciones, quemas de brujas, excomuniones, etc.,etc.

9.- EL SEÑOR DIOS PUES HABÍA DICHO A MOISÉS: NO OS ESCUCHARÁ FARAÓN A FIN DE QUE SE MULTIPLIQUEN MIS MARAVILLAS EN LA TIERRA DE EGIPTO.-

La conducta mágica del hombre del mundo es, tal vez, la más difícil de ser reducida a la obediencia ya que está movida por el temor a lo desconocido.

Siempre veremos al seguidor de las prácticas supercheras aferrado a sus ídolos, manteniendo obstinadamente su posición.

Faraón y Egipto representan este tipo de actitud, siendo estos símbolos el ejemplo típico de los supersticiosos, de donde la mayor parte de las conductas rituales de las religiones parten debido a la influencia que estas fuerzas ejercen sobre la actitud del hombre.

Es necesario que el hombre pase por toda la negatividad que producen los estados mágicos de su conducta motivada por el temor a lo desconocido antes de que elimine lo superfluo y permita que su espíritu se libere de las presiones de la supervivencia de la carne para que pueda comprender a cabalidad las cosas del espíritu.

Mientras el pensamiento del hombre esté influenciado por su temer a perder la subsistencia y dude de la capacidad de Dios para otorgarle a toda su creación lo que cada uno necesita, obrará movido por ese temor, haciéndole mantener obstinadamente su conducta egoísta y avasalladora.

Por eso dice que Faraón no escuchará, para que se multipliquen las maravillas de Dios en Egipto.

10.- MOISÉS Y AARÓN HABÍAN HECHO ESTAS MARAVILLAS DELANTE DE FARAÓN; MAS DIOS ENDURECIÓ EL CORAZÓN DE FARAÓN, DE MODO QUE NO DEJÓ IR DE SU TIERRA A LOS HIJOS DE ISRAEL.-

La reforma y las interpretaciones religiosas (Moisés y Aarón) del nivel racional del hombre muestran la necesidad de alcanzar nuevas alturas para el espíritu del hombre.

Hacemos la aclaración con relación a la interpretación religiosa del hombre de manera que se comprenda la diferencia entre la religiosidad racional y la irracional.

Todas las prácticas religiosas hasta este momento estaban inspiradas por el temor a lo negativo de la vida y el espíritu del hombre estaba movido por su naturaleza pasional.

Con la intervención de la reforma surge una nueva forma de religiosidad movida por un sentimiento ideal de perfección ya que con el monoteísmo surge la idea de un origen común para todas las cosas y con capacidad de Omnipotencia y Omnisapiencia.

Esto cambia la interpretación religiosa del hombre haciéndole mover su temor a lo desconocido de fuerzas irracionales, hacia el temor a un estado ideal que se le exige debe alcanzar.

El estado mágico del hombre es parte de su naturaleza animal, temerosa al peligro de la pérdida de la supervivencia propio de todos los animales; por lo que se dice que es necesario que se multipliquen las maravillas de Dios ante Faraón, representante en estos momentos de toda esa condición mágica del hombre en este relato bíblico.

Faraón, obstinadamente, no deja marchar a los hijos de Israel de su tierra, como dando a entender que la conducta irracional del hombre, motivada por su temor a la pérdida de la supervivencia es la impide que el hombre manifieste su fe a plena capacidad, siendo un sacrificio vivo a la idea de santidad que se le exige por medio de los preceptos que Moisés representa como transmisor de las cosas del ideal de perfección del hombre racional.

Así queda establecido que el endurecimiento del corazón de Faraón obedece a los planes de Dios que lo hizo así como figura perfecta para mostrar las maravillas de Dios sobre el temor del hombre, mostrando que la fe vence al temor liberando al hombre de su esclavitud.