"LA CADENA INFINITA"
(Interpretación bíblica de Levíticos x con relación al fuego extraño de los hijos de Aarón)
2.- Y SALIÓ FUEGO DE DELANTE DEL SEÑOR DIOS Y LOS QUEMÓ, Y MURIERON DELANTE DEL SEÑOR DIOS.-
El fuego representa simbólicamente una de las manifestaciones del Espíritu Santo, que como sabemos, tiene la forma que necesita de acuerdo con cada ocasión.
Este fuego, que guarda relación con la chispa divina, refleja la manifestación del VERBO haciéndose carne.
Cada interpretación bíblica toma un nuevo nivel cuando el sentido de lo que se busca pierde el contacto con el amor de Dios.
Por ejemplo, si interpretamos el fuego como producto del mal, y lo achacamos al error cometido, estamos considerando la obra de Dios como incorrecta, sin considerar que todo cuanto ocurre es el producto de la creación y manifestación divina. Nada de lo que Dios obra es imperfecto, pero el mal es considerado por el hombre como una imperfección de su obra sin antes considerar las últimas consecuencias del mismo. En cambio, si razonamos el mal como una necesidad de corrección para alcanzar el bien, el mal dejaría de ser interpretado como tal, para empezar a ser considerado como bueno, y entonces habremos alcanzado un nivel interpretativo de la ira, que parece ser el móvil de este fuego, sustituyéndolo por el amor de Dios como resultado final de Su obra que nos acerca a su presencia, en que todo es perfecto.
Así el fuego es una manifestación del Espíritu Santo como medio correctivo de lo que se conoce como malo, convirtiéndolo en bueno a través de su fuerza depuradora.
Entonces este ejemplo bíblico que puede lucir una manifestación iracunda de Dios, puede verse, por el contrario, como una manifestación amorosa de Él, pues señala el bien que persigue Su Obra Perfecta, que no admite dudas, siendo dirigida por sus leyes que no le permiten al hombre perder el camino hacia Su presencia divina. La gloria de este mundo resulta ser nada, comparado con la grandeza que se anuncia en la manifestación de Su reino al final de los tiempos, donde "TODOS" encontrarán su ley escrita en sus mentes y en sus corazones y vivirán alumbrados, no por la luz del sol temporal, sino por la luz eterna de Su fuego purificador que se mantiene encendido a perpetuidad en las lámparas del templo como ejemplo de Su gracia.
Estas muertes de los hijos de Aarón, son entonces para vida por medio del reconocimiento del pecado que obra para muerte, siendo como una resurrección de la muerte para vida.
3.- ENTONCES DIJO MOISÉS A AARÓN, ESTO ES LO QUE HABLÓ EL SEÑOR DIOS DICIENDO, EN LOS QUE A MÍ SE ACERCAN ME SANTIFICARÉ, Y EN PRESENCIA DE TODO EL PUEBLO SERÉ GLORIFICADO, Y AARÓN CALLÓ.-
Hemos establecido la interpretación de la palabra "decir" como el hecho de transmitir o predicar una idea. Pero esto también podemos verlo como una prolongación de un estado hacia otro.
Aquí podemos interpretarlo como la prolongación de un concepto, ya que aunque parte de Moisés, vino del Señor Dios, estableciendo de esa manera una cadena que parte de Dios hacia el pueblo a través de los eslabones intermedios que son Moisés y Aarón.
La prolongación o transmisión establece que la presencia de Dios se hace visible en los que acuden a Su presencia. O sea que esta presencia no es de índole material en sí, sino una reflexión de Su presencia manifestando la divinidad humana o perfección del hombre como Dios lo concibiera.
Es menester hablar de esto para entender las visiones de Dios, no como la aparición de Su presencia en forma física, sino que estableciendo que todo lo creado tiene un punto de perfección donde alcanza su forma suprema, y que puede haber mil formas imperfectas de manifestar esta forma, la forma de Dios que advertimos es aquella que muestra su estado de perfección.
Ejemplo simple de ello podemos verlo en la operación matemática: 2+2 = 4. Todos los intentos de llegar a ese resultado final tomando como resultado otro número que no sea el 4, sería imperfecto. El 4 es Dios para 2+2.
De esta misma forma podemos decir que vemos a Dios en el hombre cuando éste manifiesta un estado de perfección en su conducta.
Así vimos que Moisés mostró la forma de Dios en sí con respecto a Aarón, para que éste la mostrara al pueblo.
Esto lo podemos interpretar cuando dice: "En los que se acercan a Dios, Éste se santifica" o se muestra perfecto en ese aspecto que se requiere.
Por esto no es difícil observar que el hombre "vea" a Dios y hasta tome por dios a aquellos que hacen una representación que luce superior a todas las que conoce y le rodean.
Vimos como en Éxodo 4:15-16 se manifiesta esta idea de una forma bastante definida al decir:
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Tú hablarás a él y pondrás en su boca las palabras y yo estaré con tu boca y con la suya (observemos la cadena) y os enseñaré lo que habéis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él "en lugar de Dios".
Esta es la visión de Dios a que nos referimos se manifiesta en el que se acerca a Dios y que se santifica después de cumplir todo el proceso que hemos visto analizado simbólicamente en estos pasajes.
Entonces se verá la gloria de Dios, ya que los resultados de esa manifestación que presenta "el que se acerca a Dios", muestra la gloria o resultado excelso de una actitud.
Con esta interpretación no intentamos desvalorizar la idea de Dios, sino establecer la diferencia entre los niveles y condiciones de "ver a Dios", de manera que no interpretemos a Dios como una forma común, limitada a una forma definida que el hombre pueda concebir con su capacidad finita, sino ampliar su presencia a todas las cosas, estando aun más allá de todas ellas.
Vemos entonces que Aarón pierde su alcance ante la manifestación de Moisés, dándonos a entender con esto que la manifestación de Aarón está limitada con relación a Moisés, ya que el alcance de Moisés, "en ese instante", trasciende hasta Dios, en tanto que Aarón representando al hombre tiene un alcance limitado.
Moisés es aquí dios, en tanto que Aarón es el hombre.
Este concepto es importante comprenderlo bien, ya que varias veces veremos repetirse esta situación. Por ejemplo Faraón es dios para los egipcios. Este representa la aspiración suprema de estos, es el estado perfecto para ellos.
La idolatría tiene sus raíces en este principio. Todo el que tiene confianza en una idea de lo perfecto en algo efímero y pasajero, limitado a la duración de una forma material, siempre cambiante, está considerando a dios como algo finito, y por tanto llamado a desaparecer.
De la misma manera Moisés es Dios para Faraón en el sentido profético de la Biblia en Éxodo 7:1
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El Señor Dios dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.
No cabe duda de la cadena que la Biblia presenta. Esta es la forma en que vemos los grados manifestándose hacia Dios, desde los niveles más bajos hasta los más elevados y cercanos a la perfección de Dios.
Si tomamos esta cadena con relación al Mesías, veremos el mismo resultado, donde el Mesías resulta ser Dios para el hombre sólo en su condición de hombre, sólo siendo hombre, en su condición de Mesías ante Dios.
Aquí hay sabiduría para el que entienda.
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