"Lo que falta para llegar"
El concepto religioso del mundo, antes de tener la influencia de los elementos de la raíz santa que la Biblia guarda celosamente, carecía de importancia. Su vigencia era limitada.
Esto nos muestra lo que ocurre ahora con las organizaciones religiosas que van teniendo una vigencia relativa con la condición intelectual y la conciencia de sus seguidores. Todas las tendencias religiosas o no religiosas, necesitan de una inyección ideal de fe que las revitalice y les inyecte una nueva visión y una esperanza que señale niveles más elevados de la condición humana.
Con la llegada de las escrituras al hombre, el concepto evolutivo del amor comenzó a tener trascendencia, ya que de otra forma, sin esta base ideológica y sin los preceptos bíblicos, la fe sola, pasaría inadvertida y desaparecería sin consecuencias notables.
La religión pagana del mundo recibió una inyección de fe y esperanza cuando primero le fue incorporada la idea de un solo Dios para todos. Esto cambió su manifestación y sus prédicas milagreras, al estar enriquecida por los conceptos que comenzaron a adoptarse de las escrituras.
Después, el mensaje de la Biblia se comenzó a predicar por el mundo transmitido al principio por los primeros discípulos y seguidores de Jesús que intentaron transmitir la promesa de vida que la raíz santa del concepto bíblico les había engendrado.
Gracias a esto, el supersticioso mundo religioso se engrandeció con la nueva tendencia de la búsqueda de Dios que la raíz santa de la Biblia traía en sus principios fundamentales.
Podemos asegurar que todas las filosofías, las supercherías, las religiosidades idolátricas, etc., cobraron una suprema importancia cuando se introdujo la idea monoteísta de un sólo Dios para todos, cuya base fundamental es el amor y su fin la perfección o santidad del hombre como imagen y SEMEJANZA de Dios.
De no tener esta idea evolucionista, aún hoy todo sería un oscurantismo indescifrable que hundiría irremisiblemente al hombre dentro del infierno animal de sus instintos y pasiones, luchando por imponerse los unos sobre los demás por cualquier medio del que puedan asirse.
La idea o influencia de la raíz santa, la promesa de Vida que Dios entregó al hombre, había alimentado a la religión del mundo con su servicio.
Todos comenzaron a tomar de sus leyes y medios de actuación, principios y conceptos para ascender y mejorar sus condiciones humanas, señalándolos como propios.
NOTA:
La ley toma el lugar de la gracia cuando el hombre no está preparado para recibir las bondades así como las exigencias que dicha condición reclama.
Cuando el hombre no tiene la condición espiritual apropiada o apta para poder entregarse plenamente a la obra de Dios, éste sustituye esa entrega por una ofrenda material simbólica o ritual confortante.
Así vimos que el hombre en su camino hacia Dios:
Primero ofreció sacrificios humanos, después cambió hacia los sacrificios de animales, más adelante lo racionalizó concibiendo y fomentando sacrificios y ofrendas litúrgicas o cualquier figura alegórica que compensase la falta de lo verdadero. Sigue tratando todo intento hasta que éste llegue a estar preparado para la entrega definitiva de su alma. Sigue andando, como señala el Concepto Mesiánico que la Biblia anuncia y que profetiza ha de ocurrir en lo que se quiere llamar el fin del mundo y que en realidad es lo que la Biblia señala, como el fin de los tiempos.
Pero cabe preguntar: ¿Qué tiempos? ¿Cuándo? Podemos decir: Cuando terminen los tiempos del NO SER HOMBRE, del NO obrar como bestia, animal pasional, inconsciente de su naturaleza divina.
Ahora este "sustituto", el NO HOMBRE sabe que tiene la necesidad de edificar su propia casa.
La casa simboliza la característica propia o su medio de defensa apropiado para luchar contra las circunstancias vigentes.
Todas las aspiraciones, los elementos de supervivencia, todos los hechos, conocimientos, probabilidades, etc., todo esto es lo que le da su forma a la casa simbólicamente. Es, pudiéramos decir, la habitación del espíritu.
EL HOMBRE (cuando logre alcanzar su verdadera imagen y semejanza) es, simbólicamente, la casa del Espíritu Santo, su morada.
Es el medio en que se desenvuelven las esperanzas, los sueños y realidades, los éxitos y fracasos, así como sus aspiraciones ideales y desvíos materiales que culminaran con el ejemplo de amor y entrega absoluta en la escenificación de los predicados más importante de toda la Biblia.
1. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
2. Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Este concepto Mesiánico, está reservado para el futuro de la especie que no ha comprendido aún su trascendencia. Fue dicho hace algunos miles de años y todavía no ha sido recibido por los oídos espirituales del HOMBRE.
Esta casa que habla la Biblia es la habitación espiritual del género humano que no ha recibido los cimientos que aún aguardan para al fin poder llegar al monte de la santidad espiritual.
EL HOMBRE espera su momento apropiado para poder ser incorporado al Israel espiritual que hoy todavía se halla vagando en el desierto metafórico de sus hambres y frustraciones espirituales
Dios ha proporcionado en la Biblia múltiples ejemplos de distintos niveles de conducta y por último y el más depurado de todos, el ejemplo de conducta que nos transmitió Jesús que es como un monte espiritual que hay que escalar para llegar a las alturas del monte Santo. Todos los pasos que se nos reveló para poder llegar a ser hermanos espirituales en el grado supremo de Cristo, como Hijos de Dios, cuya herencia aguarda a ser entregada en el momento en que nazca la nueva criatura en EL HOMBRE y éste llegue a ser verdadera imagen y SEMEJANZA de Dios.
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